“Creíble increíble”
…Existen situaciones distantes
en nuestros entornos…
…No controlamos…No asimilamos…La inacción es…
¿Será nuestro entorno
o en ella
“vivimos”…?
….Continuación…
Que no
percibo nada físico -¿Pero qué es “físico”? Ya perdí esta noción- Pienso que
muchas cosas ya están atrofiadas –en mí- cuerpo o en mi ser.
¿Estaré consciente o la inconciencia ha hecho mella
en mí…?
¿Será la luz la que me guie o la oscuridad me hará
esa diligencia?
Quisiera conciencia obtener, como para distinguir
lo tangible de lo ficticio…
Sería excelente encontrar la excelencia. Visible
ante lo invidente.
Palpable a lo no tocado.
No distingo la línea divisoria.
Desconozco el principio, la mitad o quizás su
final.
Aunque muy adentro de mi propio ser, me indican que
solo ¡no estoy! Me angustio.
Me irrito. Aunque esta “irritación” qué digo sentir
o poseer, no logro discernirla en todo a mi alrededor…Presiento que radica -¡y
no sé en dónde!- En algún sitio andará…O anidará.
¡Algo me ha empujado! Me aterra pero así es.
¿En qué problemón estoy metido? -O me habrán encapsulado- No discierno nada
al respecto.
El golpe deja mella en mis carnes.
¿Mis carnes? Mis carnes…Serán flácidas o estarán endurecidas,
o ya no recubren mis huesos.
…Pues ni lo sé, ni me lo explico.
Pero ¿cómo podré saber algo que no entiendo?
Escapan de mi comprensión.
Me obnubilan y me enloquecen.
¿Pero cómo me podrán enloquecer…Si no hay
concordancia en nada de lo que me rodea o bordea…?
Deliro sin suspiro. No hay percepción alguna.
Pero cómo he de sentir, lo que aún no me ha tocado.
Nada he sentido.
En nada me han consultado.
Ignoro hasta mi propia sandez.
¡Ay qué cosas de características estúpidas que nos
agobian y enloquecen!
¡Y es que nos martirizan y se mofan de nuestras
boberías!
¡¿Y quién nos tomará en serio, en medio de nuestra
estulticia?!
¿Y por qué perdemos nuestro tiempo en cosas tan
banales y nimias?
Acaso he de tomarme en serio, ¿en medio de tanta
mediocridad?
No me mofo de mis “insinuaciones” y si he de
hacerlo, tampoco en conciencia ¡lo hago!
No estoy inconsciente, como tampoco comprendo ni lo
siento dentro o fuera de mí…
¡Si, sentí ese horrible efecto! Cosa que aún no
asimilo. Ni puedo cuantificarlo.
Como tampoco aprecio alguno he de tener. ¿Y por qué
he de apreciar lo que no poseo?
…Y si lo poseo o no, tampoco es de mi incumbencia.
Desconozco mis interioridades.
Quisiera obtener sapiencia…pero ¿cómo se ha de
sentar una cucaracha? ¿Cómo?
…Y si lo puede o no puede…Tampoco aprecia mi
interés. Por lo que lo descarto ¡en el acto!
…Y a propósito…No he apreciado su presencia.
Tampoco me intereso en “eso”
He de reconocer que en un principio, algo se
despertó…Pero ¿para qué?
Importancia alguna habrá de tener.
Y si no me importa…
¿Para qué he de quemar mis neuronas en algo tan
irrelevante?
...Este relato...Continuará...
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