...No sé que decir...











































“Dime”



Dime: ¿Qué importancia implica el vivir?
Mi existencia ha sido en vano.
No he “hecho” nada de importancia.
Nada bueno me ha pasado.
Es que de todas partes me han echado.
He llegado en pésimo momento.
Es mi conclusión.
Al verme su festejo tiene  fin.
Y en todos los sitios estorbo.
Huyen de mí como si lepra tuviese.
Mi olor desprecian.
Mi sola presencia los enfurece.
Los altera.
Siento el desprecio que me tienen.
Represento lo que destruir ansían.
…Y es lo que pretenden…
Mi transito ha sido en pérdida.
…Si ando es en el desandar de los demás.
Mi tristeza es la alegría de mis enemigos que sin ningún tipo de rubor…
Se mofan.
Su alegría muestran.
Mis carnes esperan…
Finalizar es su deseo…
Para cremar.
Extinguir.
Desaparecer lo que en mí mas odian.
En mi presencia me ignoran,
nada represento salvo su súbita alegría,
mi desgracia prodigan
ganancia suya seré.
El respirar no me inspira,
nací como todos hemos venido,
a diferencia  de que he conocido
la banalidad del excremento,
allí mis huesos se han formado,
mis carnes son sus similares,
allí formé mi ser,
entre la inmundicia y el desperdicio
me he codeado,
así mi vida ha sido
y a nadie le he importado,
¿Y a quién le he interesado…?
Salvo a mi madre,
a nadie que recuerde.
No me sigue ni mi sombra.
Partiré y ni alegría produciré.
Ni vacío…Produciré.
He sido lo que nadie ha querido ser.
En bazofia,  mi andar se ha iniciado,
en otro sitio incómodo me siento.
¿Y a qué he venido?
Desprecian mi presencia,
se alegran de mi ausencia
y como el viento ando,
huella nunca dejo
y no me perciben,
nadie me ve,
poca cosa soy y
con lo putrefacto  me asocian.
Igual da estar o reflejar la futilidad
de mi presencia aciaga.







© Bernardo Enrique López Baltodano 2015


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