...Hic...Hic...













“Los borrachitos”





- Mire mi compadrito, escuché por allí que a usted me lo están llamando: “Gallina” y yo quiero saber si eso es cierto… - Luis se agarró a la mesa. - ¡Porque si es cierto…Yo…Yo…! – No pudo terminar, se llevó una mano a su rostro el cual se encontraba todo mojado,   -no se supo si era del sudor o por efectos etílicos-   intentó restregarse, pero en el camino oscilante se quedó…
Ya llevaban encima varias docenas de cervezas cada uno.
Antonio lo miraba con esos ojos vidriosos, agarró la cerveza y la batuqueó para comprobarse si algo le quedaba, y al comprobar que algo había,  se echó un buche…Que por lo visto era largo.
- ¡Tráenos dos mas! – Gritó mientras se le salía por la comisura de sus labios una mezcla entre su propia baba y la de la cerveza.
- Mire compadrito que le estoy hablando muy en serio. – Le apuntó Luis, mientras su dedo se le iba a otra dirección.
- ¡A mí nadie me llama Gallina!
- ¡Yo no lo estoy llamando: “Gallina”! – Le vociferó muy ofendido.
- ¡Que no he sido yo! – Le indicó con una mano mientras con la otra le daba instrucciones de que se calmara, y se sentara con tranquilidad.
- Es que si yo estoy presente…
¡Le  reviento esta silla en su cabezota!
¡Y después lo agarró y lo tiro…Lo tiro…!
¡Por falta de respeto!
- Y yo Antonito…Los perseguiría hasta los confines de esta tierra… ¡Hasta la orilla de los mares!
- ¿Y por qué hasta la orilla de los mares?
- ¡Uyuyuy eso del agua, como que no me gusta nada!
- Lo que pasa Antonito…Es que tú nunca te bañas…Y a propósito…
Hay “un tufito” por estos lados…
¡Qué me carga loco!
¡Qué me está “oliendo muy feo” por estos lados…!
- No me estés cambiando el tema.
- ¿Cuál tema?
- De que te llaman: “Gallina” Porque si en mi presencia te dicen eso y encima se burlan tuyo…
¡Es que los mato!
¡Los trituro!
¡Los machaco!
- ¿Y yo Luis?
Yo me tiro a los mares y nadaré y los bajaré de los barcos y allí mismo les caería a cachetadas.
¡Seguro que sí!
¡Porque nadie va a venir a burlarse de mi compadre! 
…Claro tengo que estar allí presente…
…Porque si no estoy ahí…
Cómo me podré enterar, ah?
- ¿Y yo…Y yo…?
Me montaría a ese avión que está pasando encima de nosotros y lo bajaría a punta de patadas.
Lo demolería a puñetazo limpio…Y luego lo lanzo al suelo…Y después: ¡Le escupo la cara!
No me gusta eso de: “Gallina” – Uno de sus amigos que estaba en la mesa contigua le hizo señas al mesonero de que no les sirviera mas cerveza a esos dos, que ya se estaban cayendo solitos de la borrachera que cargaban.
Luis lo vio, y le dijo calladito a su compañero de tragos…
- Mira Gallinita…Ya nos van a botar y  ¡que por escandalosos!
- ¡Yo no soy escandaloso ni que ocho cuartos!
Y a mí se me respeta, ¡porque soy una gallina, perdón un Caballero! – Y diciendo esto se fue de bruces… - Luis corrió en su auxilio…Pero se quedó girando en su mismo eje. Se bamboleaba de un lado a otro, sin poder contenerse. Se esforzaba por guardar la compostura…
Pero su grado alcohólico se lo impedía…
Quedó bamboleante.
Como si fuese un muñeco de esos que llaman “porfiado”
Los demás se reían del espectáculo que estaban presenciando con ese par de borrachitos.














© Bernardo Enrique López Baltodano 2015



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