“Letargo…”
Cuando
lo que ves no es necesariamente eso…
Sábado
12…julio
A
ver…Tengo que ser minucioso. ¡Claro!
Al
salir de la zona bancaria, recordé que no había comida alguna.
¿Y
entonces qué otra cosa podía hacer…?
¡Compré
de todo! Y por abundancia.
-Por
cuenta ansiaba borrar mis pecados de abandono, trayendo de todo- como en efecto
lo hice.
No
me queda claro qué es lo que les compré
–Asumo
que mucha comida- el caso es que casi ni podía caminar de ¡tantas y variadas
cosas que transporté!
El
caso en cuestión es que ya me vi en la cocina. ¡Estaba muy alegre!
Me
puse a llenar primero el congelador de pollos, bistec, carne para guisar, de
cochino, de perniles y llevé hasta pavo. ¡Muchos kilos de todo! ¡Qué bueno todo
esto!
Luego
me vi en la parte de la nevera.
Estaba
acomodando la leche líquida, yogurt, jugos de naranja, de piña y de otras
especies.
Compré
varias botellas de a litro de agua, las cuales también acomodé. ¡Estaba feliz!
Todas
las verduras, los tomates, cebollas, pimentones… ¡Mucha variedad!
Me
visualizaba a mi mismo en todas estas faenas.
¡Muy
alegre y satisfecho porque me estaba sintiendo útil para mi familia!
Llené
todas las despensas; de arroz, de pastas, salsa de tomate, mayonesa, salsa
rosada, de harinas de todo tipo. ¡Qué bien!
No
sé cómo explicarme mejor, pero me sentí reivindicado –aunque no está en mí,
pero ya no era presa de mis temores-
sintiendo satisfecho de que por fin, lograba llenar todas las despensas tanto
de comida, como de bebidas…Y con la casa ya pagada.
¡Al
fin era dueño total de mi propia casa!
Bueno…A
decir verdad, casi que me encontraba en
la plenitud de todas mis aspiraciones.
En
mis remembranzas, me veía ya en la tarea de prepararle comida a los míos –como
en efecto, ya me veía con mi delantal puesto-asumo que era carne vacuna.
No
me queda muy claro, pero estaba cortando –ya que me visualicé con un cuchillo
grande, de los que se utilizan para cortar piezas de carne- creo que la estaba
preparando, y pienso que tendría la salsa de soya o la otra, creo que es la
negra.
¡El
caso es que la estaba sal pimentando! Y no sé si tenía en el fogón la olla en
dónde prepararía el arroz. El caso es que ya tenía picado la cebolla, tomate,
zanahoria y no me acuerdo que mas.
¡Pero
estaba muy contento y plenamente satisfecho! Me preparaba para que en cuando
llegaran mis hijos en compañía de mi señora…Pues se sorprenderían al verme
allí. ¡Preparándoles la comida, tal como en antaño solía hacerles!
En
mi evocación –creo que me estaba tomando una cerveza bien fría-y pensando qué
otra especialidad les podía hacer.
Tarareaba.
Me
acordé que podía enriquecer aún mas estos alimentos y procedí a revisar tanto
la nevera como las despensas –por si podía hacerlo- y andando en esos
menesteres…Escuché un extraño sonido.
-
¿Qué será…?
Me
quedé esperando –con la idea de identificar su origen- pero pasaron unos
minutos y nada mas pasó.
Por
lo que procedí con mi tarea, olvidándome por unos instantes.
En
mi memoria –no me queda muy claro, pero trataré de ser mas especifico-
Esperé
y en vista de que no escuché nada mas, pues asumí que no eran ellos. Y me
despreocupé.
Seguí
absorto en mi faena.
Ya
estaba en la cocción del arroz, cuando otros crujidos me desubicaron de lo que
estaba tratando de ejecutar.
Agudicé
mis oídos en la premura de poderlos identificar –me visualizaba que cuando
ellos llegara, yo les saldría con los platos ya elaborados- es mas, me moví y
fui hasta la puerta…
Era
ya oscuro. Todo estaba en calma.
¡Y
no encontré nada raro, a excepción de estar seguro de haberlos escuchado!
Evoco
en este momento y por mucho que me estoy esmerando…No puedo precisar nada
aparte. Todo seguía en calma.
¡Pero
ya va un momento!
Alusivo
a esto…Una inquieta inquietud se apoderó de mí cuerpo.
Puesto
que ya no me encontraba a mis anchas.
¡Algo
acontecía a mis espaldas!
No
puedo precisar con exactitud qué era; pero de que algo se estaba tejiendo en mí
contra…
¡Sí…Estoy
muy seguro de esto!
¡Algo
se estaba fraguando!
No
me acuerdo qué era. Pero ya estaba inquieto.
¿Pero
qué sería?
¡Lo
ignoro, ya que no me queda muy claro que digamos! Pero algo me angustiaba.
Ya
mi atmosfera era turbia.
Me
la habían enrarecido y no sabía quién era…
Temí
lo peor.
Sospechaba
que eran enemigos ocultos. O enanos invisibles que me aguijoneaban.
¡No
lo sé!
Y
por mas que trato de recordarme…No sé a ciencia cierta qué me puse a hacer.
Pero
ahora que me están llegando mis pensamientos…
¡Miraba
con insistencia hacia la puerta de entrada!
…Pero nada veía…
Presentía
que era por allí que provendría ese misterioso ataque. Consciente dentro de mi inconsciencia…
Y
tan seguro me encontraba, que no me moví.
Pero
fijé mi atención en este punto. El cual vigilé constantemente.
Pasaron
minutos que se me asemejaron a siglos tortuosos. Sudé copiosamente.
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