“A propósito de don Carmelo”
A
propósito de don Carmelo, hoy me lo encontré en plena avenida, y ya les narraré
lo que fui testigo y mi posterior dialogo con él.
Venía
caminando en medio de este abrasador fuego en que se transforma Maracaibo en
horas del mediodía.
Y
como a unos cien y pico de metros veo a un anciano que gesticulaba con tanta
pasión, que se me hizo visible a esa distancia.
El
hombre ya viejo, alzaba y gesticulaba con mucha furia, observé que tenía una
bolsa plástica de un color muy llamativo.
Pensé…Me
parece conocido.
Enfoqué
mejor mi visión –ya que el vapor a lo lejos te da esa sensación de lejanía- y
pude visualizar que el señor en cuestión era algo bajito –a lo lejos así se me
mostraba- y pude comprobar que tenía algo en la cabeza… ¡Su sombrerito!
Pero
a decir verdad lo vi muy viejo y hasta llegué a pensar que sería su doble –don Carmelo
tiene 87 años- el caso es que manoteaba y gesticulaba como un loco.
Y
en la medida en que me acercaba, pude corroborarme a mí mismo, que en efecto
era él.
Seguía
discutiendo con dos mujeres en un kiosco pequeño, de esos que venden la prensa
y muchas golosinas y otras menudencias.
Pensé
en hacerle alguna maldad…O bien quitarle su sombrerito o jalarle su pantalón…
-pero no me atreví- y ya estaba escuchando su vozarrón.
Aunque
no entendía del por qué estaba tan enojado.
El
caso es que lo que logré escucharle…No lo puedo reflejar acá…Tampoco me atrevo.
Pero
trataré de graficarle con estos signos, que seguro estoy que ustedes sabrán
entender…
-
¡Chicas esos comerciantes son @·#.€¬|@#€¬ ¡!
Y
otras barbaridades….En español, claro está.
Las
dichosas mujeres por la expresión de sus caras estaban ¡gozando un bolón!
Y
se reían y lo festejaban.
(Cosas
de la vida, ¿verdad?)
Y
en la medida en que me acercaba, lo encontraba mas eufórico que nunca.
Estaba
extrañadísimo y hasta pensé que estaba molesto. Bravo. Indignado.
Cerca
a mas o menos cuadra y media hay un almacén de artículos eléctricos y por el
problema cambiario que persiste en este país, pues muchos comerciantes han
inflamado sus precios.
De
manera tal que una neverita –de las que usan en las oficinas- que valía unos
2.000 bolívares, pues ellos las han vendido en 26.000 –y mas, claro si los
dejan- y cosas así por ese estilo, las neveras grandes, los televisores, etcétera
–muy largo por cierto- pero esto es lo que estamos viviendo.
Pues
eso era lo que les estaba informando el viejo roble a ese par de féminas y
cuando se percató de que yo estaba pasándole por su espalda, al verme “mostró” sus encías vacías –no tiene dientes-
a manera de sonrisa.
-
¿Y qué me pasa, por qué me insulta de esa forma? ¿Qué le he hecho? – Y al verme
además de sonreírme se quitó su sombrerito y me dijo con la mayor educación
posible…
-
¿Y cómo cree que es con usted la cosa? Porque con usted no es.
-
¡Ah! Porque está señalando hacia la dirección en dónde vengo – A lo que riéndose
me dijo…
-
¡No que va! ¡Es con esos bandidos que están revendiendo toda esa guarandinga al
precio que les da la gana!
Mire
–y me señaló su antebrazo en dónde le habían colocado con un marcador grueso y
en tinta roja un número: 147- A mí me pintaron esta vaina en mi brazo. ¡Y me
quedé a dormir acá cerca con la finalidad de madrugar en esa puerta!
¿Y…Qué
me le parece…?
Cuando
ya llegué que fue en esta madrugada…
¡Ya
habían llegado 146 y a mí me dejaron por fuera!
Y
yo sin embargo me quedé por allí. Usted sabe.
Porque
si alguno de esos se resbalaba…Yo me colaba. ¡Y nadie abandonó!
¡Y
me tuve que quedar afuera!
¿Usted
cree que esto es posible?
¡No
puede ser! ¡Esto es una vagabundería mas!
¿Total?
¡Me
he quedado sin el chivo y sin el mecate!
¡Y
esto es lo que me da mucho coraje! – En verdad a pesar de que se lo tomaba en
broma, pensé en ese momento –pobre viejo- y andando en estos menesteres y
seguro estoy que esa dichosa neverita no era ni para él.
¡Quizás
a quién quería beneficiar con eso!
Pobre
don Carmelo, que a pesar de sus muchos años a cuesta y de estar padeciendo un
sin número de dolencias –por su edad avanzada- no escatima esfuerzo para seguir
ayudando a sus amigos o vecinos.
Belbaltodano.-
En Maracaibo, en este mismo día del Martes
15.-
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