“Asechanzas”
Este
relato surgió después de una tenebrosa noche de espanto.
He
tratado de ser fiel a lo acontecido.
Lunes…21...Jul..
Exactitud
tanto de tamaños como de cuerpos.
Simetría y
elegancia en su estado mas noble y benigno.
Algo que él
nunca siquiera ha presenciado.
¿Y qué
sentido puede tener “esto”?
Ninguno.
No guardaban
relación alguna.
Tan solo veía
sin mirar ni detallar nada, tal como hacen los autómatas, sin reflejo alguno,
como una máquina hecha por el hombre, como una filmadora…Grabando…Pero sin
cinta.
No tiene
sentido alguno.
En donde el
estatismo era la consigna.
Sin cambio
previsible.
No es día
como tampoco es de noche.
No hay sol,
pero tampoco luna.
La
ambigüedad, el equívoco, ausencia de concierto
es la media que todo lo contiene…Aquí.
Todo al revés
o en patas arriba.
El
desconcierto.
La anarquía
en su perfecta conjugación.
Sintió que ya
lo estaban alargando.
Y en ese
tensar…Le ocasionaba incomodidad. Irritación.
Y es que no
“esto” no era su estado de “reposo o de quietud” Era todo lo contrario y
ambivalente.
Algo parecido
a: rechazo absoluto lo azotó.
Inquieto se
sintió. Quiso oponerse.
No. “¡No
quiero esto!” centraba sus pensamientos en esta opción.
Ansiaba
retornar a su mundo anterior…
Pero su
“intención” fue obviada. No le tomaron ni su opinión ni esperaron su
determinación.
Quiso
oponerse y en sentimiento así lo decretó…
Se tuvo que
conformar con lo inevitable.
Sin lugar a
dudas, él no era el sujeto de decisiones rápidas.
Ni sus deseos
o voluntades eran tomados en cuenta. Ninguna.
Era la
víctima ideal o el conejito de los experimentos.
Tanto así que
volvió a sentirse traspasando otro cuerpo grueso, frío, sólido y hueco en su
interior.
Se sintió
magullado. Aprisionado.
Abatido y
exhausto.
Nuevamente
una etapa de sufrimiento estaba surgiendo.
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