“Asechanzas”
Este relato surgió después de una tenebrosa noche de espanto.
He tratado de ser fiel a lo
acontecido.
Martes..08..Jul..
Masacres. Asaltos con heridos y muertes.
Violencia asimétrica. Destemplada.
Los más bajos instintos floreciendo en
su hábitat normal y lógico.
Violaciones de todo tipo, en su
diversidad asombrosa de grados y de hechos.
Sadismo puro y venial.
Exterminios masivos, colectivos como
también la mutilación tanto de bebés que apenas amamantaban, como de ancianos
que por su edad avanzada deberían tener un final mejor.
Caos. Desnutrición. Destrucción.
El final violento y sádico de un mundo
en conflicto y lleno de caos.
En otras la felicidad era extrema.
Mundos bellos y sofisticados. Todo
calza a la perfección.
Nadie sufre, todos viven en perfecta
armonía.
El amor en todas sus facetas,
predominando siempre en escena.
Carencias hasta de malos pensamientos.
Todos sus protagonistas son bellos,
hermosos, excelsos…Hasta los hombres que allí aparecen. Todo un idilio de
perfección, cuajados en los más nobles y enaltecedores sentimientos.
Toda sensibilidad. Ternura hasta para
exportar. Toneladas de exquisita abnegación.
(Sin duda alguna…No es terráquea.)
Cero maldades.
Ausencia de iniquidad.
No hay inmoralidad, todo dentro de los
cánones de la perfección absoluta.
Sin violencia ni de género, ni de ningún tipo. Todo un paraíso,
perfección en todos los ángulos.
Exactitud tanto de tamaños como de
cuerpos.
Simetría y elegancia en su estado mas
noble y benigno. Algo que él nunca siquiera ha presenciado.
¿Y qué sentido puede tener “esto”?
Ninguno.
No guardaban relación alguna.
Tan solo veía sin mirar ni detallar
nada, tal como hacen los autómatas, sin reflejo alguno, como una máquina hecha
por el hombre, como una filmadora…Grabando…Pero sin cinta.
No tiene sentido alguno.
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