“Hiatus”
Hoy Domingo finaliza este relato y tal como le
pasa a los actores…
¡Esperan sus aplausos!
Yo
como escritor además de eso me gustaría
recibir de ustedes su aprobación o su negación… ¡Los
invito pues a expresar su veredicto!
Una oscuridad muy espesa cundió. Inundó todos los
espacios disponibles. Pronto reinó.
Y aunque no poseía visión necesaria, lo percibió.
Poco movimiento ejerció. Se estaba entregando.
Porque: ¿Para qué tanto afanarse?
Sus sentimientos en unión de sus pensamientos se
aunaron a su silencio…
Una nueva fase estaba apareciendo…
- ¡Estoy viendo algo! ¿Cómo…? Lo desconozco.
Trataré de describir lo que me está pasando…
Otro hiatus emerge de algún lado, el cual no
puedo predecir, como tampoco afirmar…
…Mi cuerpo ya inerte…Está ascendiendo.
Estoy acostado –en mi misma posición- no puedo
afirmar que siga en mi cama…pero asciendo…
Lentamente…Ya la oscuridad fue repentina…
Ahora una luz muy luminosa superior al mismo sol.
Pero ya no siento calor.
Tampoco frío.
Y la velocidad del ascenso es muy tenue.
De repente…Estoy estático.
Siempre en mi misma posición.
No entiendo el por qué, y en verdad ya no me
angustia. No me siento ni encerrado, como tampoco abandonado.
Calma. Estoy tranquilo. Nada me duele.
No siento esa aprehensión que hasta hace poco me
atenazaba.
Estoy solamente yo. Aunque no me aprisiona esa
perturbación. Me siento en paz. Muy relajado.
Tan solo me queda esperar mi próximo destino.
Lo ignoro. Pero no me da malestar.
Una quietud increíble…Pero no me siento
abandonado. No me inquieta nada.
Solamente he quedado varado en un sitio en espera
de próximos eventos, desconocidos pero ya no me inquieto.
Espero. No veo a nadie…
Resignación podría ser mi nueva definición, pero
no me engloba en su perfección ya que algo muy dentro de mí, siente una
alegoría…algo bueno debe ocurrir…No lo sé aún…
Pasa lentamente un tiempo que no puedo medir ni
siquiera en segundos.
Es un tiempo, solamente eso…
Y de repente hay un movimiento, pero es extraño a
mí…No lo puedo describir…
No me desconsuela. Sigo en mí esperar.
Me siento suspendido. No veo nada ni encima, ni
lo que me sostiene. Solo estoy así y no me preocupa nada.
El extraño movimiento, hace mover mi entorno, mas
no a mí.
Todo esto es extraño a mi propio ser.
No entiendo muy bien, pero comencé a ver –pero no
con mis ojos mortales- algo descendía a mí alrededor.
Con pasmosa lentitud. Sin ruido.
Silenciosamente armonioso.
Una plataforma gruesa estaba bajando. Era muy
extensa.
Y en ese preciso instante, no pude verlo bien.
Una intensa brisa circuló, me refrescó.
No sentí ni frío ni calor.
Pero es indudable que me sentí mucho mejor.
Quedo a la expectativa, ya que solamente se
asomaba piedras y concretos…Asumí que era un nuevo piso.
Debo seguir en la espera, puesto que no depende
de mí…Tan solo soy un espectador que allí está.
…Pronto un haz de luz se me vislumbró…
Iluminó sobre manera, lo que ya estaba muy claro.
Es raro, pero así es y no me perturba.
No me cegó mi visión. Y lejos de causarme calor,
me trajo una paz fabulosa.
- Algo bueno viene para mí… - Fue mi certeza.
Mi corazón se aceleró, un brote de espontanea
felicidad hizo mella en mi mundo.
¡Lo que viene es bueno para mí!
Al poco tiempo o instancia, en verdad no puedo
definir este concepto de tiempo, como tampoco de distancia…
Siguió ampliándose ese fabuloso haz de luz y un nuevo paisaje se dibujaba ante mí…
Y es increíble, pero todo lo inundaba.
Mi visión se ampliaba y es cuando logro estar
consciente de que estaba en un área amplia, como en un rectángulo. Y yo en el
centro.
Poco a poco, pude definir que en todo mi entorno…
Alejados pero a la vez muy cercano a mí….
Había sandalias…Y dentro…Pies…
Parejas de
pies se estaban definiendo. Unas al lado de las otras. A mi norte…A mi sur…Al
este como también al oeste.
Eran cuantiosas. No pude contarlas.
Y en la medida que descendían…Vi que se movían.
¡Si estaban en movimiento…Luego son seres vivos!
Visualicé que eran de diversos colores, unos eran
blancos, otros eran pálidos…Y así sucesivamente.
Curioso, pero no me causó ningún tipo de estupor.
Así que seguí en mi vigilia.
Ante mí se desarrollaba esa escena, tal cual
película que se me escenificaba a mi alrededor.
Solamente observaba. Con tranquilidad.
Detallé los distintos pares de pies. Pude
detallar que algunos eran flacos y otros regordetes.
Siguió su descenso, muy lento por cierto.
Ante mí se fueron plasmando y ya perceptibles a mi entendimiento.
Detallé que estaban vivos. Y actuantes.
Llegó un instante en que se amplió mi
entendimiento y pude apreciar que poseían un ruedo…Y era de tela muy suave.
Estaban vestidos de unas mantas muy claras y su blanco resplandecía…
Pero que en ningún momento me encandilaron.
Ya habían descendido un poco mas, pero no
llegaban ni a la rodilla.
De repente se detuvo. En seco.
En un rápido giro se quedó estático.
…Pero…El por qué…No se me hizo visible.
Movimiento rápido e inexplicable pude contemplar…
Perdieron su simetría…Acudían de un lado a otro.
Un eco lejano escuché…Numerosos parlaban, unos mas bajos, otros muy extrañados, confusión en las
alturas…
Algo sucedió que esto ocasionó.
Asumí que ya me habían detectado.
¿Pero por qué bruscamente se detuvo ese
“ascensor”?
¿Y esos murmullos…Qué podían significar?
Y… ¿Por qué se movían de esa forma tan brusca e
inesperada…?
…No lo sé.
Tampoco nadie acudió a darme explicación alguna. Todo era confusión.
Todo estaba parado, a excepción de estos seres,
cuyo rostro jamás contemplé.
Y no puedo decir cuánto tiempo duró todo esto.
Pero no fue inmediato.
Entendí que estaban en consulta…Eso fue lo que
creí como para explicarme todo esto.
El caso es que allí permanecí.
De pronto…Hubo un movimiento extraño a mí…
Y comenzaron a ascender…Lentamente se me fue
perdiendo los ya presentes seres.
Primero fueron sus blancas batas…Luego sus
tobillos, finalizando en sus sandalias…El haz de luz fue cediendo…Nada quedó.
Comprendí que ya estaban de acuerdo; todo
volvería a su cauce natural.
Lento todo esto.
Y allí estaba…No pude asimilar nada.
Y de repente… ¡Allí estaba…Acostado en mi cama!
Mi conciencia acudió plenamente a mi mundo.
Me dolía mucho mi garganta, sentía esa presión
tan descomunal que ejercieron en mi contra…Pero era mi muy doloroso recuerdo.
Mi pecho estaba adolorido.
Contemplé mis tobillos y los vi enrojecidos.
Me sobé y el dolor acudió nuevamente a mi cuerpo.
Nadie estaba a mi lado. Seguía en mi
habitación…Pero una de las puertas de mi closet estaba a medio andar.
No recuerdo haberla dejado así, por lo normal,
siempre las mantengo muy bien cerradas.
Me levanté a prisa, temí su nefasto retorno.
Corrí y me alejé de esa zona tan peligrosa que
fue para mí.
Bernardo Enrique López Baltodano –
belbaltodano-
Hoy es jueves 17 de este mismo mes
de julio…del 2. 014.-
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