Instintivamente
miré hacía el sitio y por supuesto, que nada vi.
Me
esforcé en clarificar lo antes visto, pero por mucho…Nada logré.
En
espera he de quedarme.
¿Tengo
alguna u otra alternativa?
Y no lo
entiendo, pero estaba absorto…
¿Ver…Vi…Pero
qué…?
…Y para
que ver, lo que no puedo asimilar…
Y en que
debo pensar, sin ganas ejecuto lo que no puedo certificar.
En
verdad, no siento ni placer, ni deber…
¿Entonces…Por
qué…?
¿Acaso
he de estar consciente dentro de mi ausencia?
…Y en mí
no estar, debo recapacitar…
Y es que
hay cosas de cosas, como de casos de cosas.
Pero por
mas que quiera parafrasear…
Sin
coordinación nada bueno saldrá.
No logro
ni siquiera atinar a conjeturar
pensamientos digamos que… ¡Lógicos!
Digo…
¿Lógico? ¿Puede existir “algo de eso” por estos lares…?
He de
revisar, he de conjeturar…
Pero a
nada me atengo…
…Como
siempre: ¡Tengo mis dudas al respecto! ¿He de chequear cada cosa que se me
aparezca? ¿Tendré que hacerlo?
¡¿Qué de
cosas me quedarán por ver?!
Nebuloso,
estupefacto estoy y en medio de todo esto…Me permeo.
¿Y que
significará: “permeo” que tan alegremente pronuncio…?
Quizás
nadie ni nada mi presencia notará.
Si en
verdad ¡ni yo mismo me llego a “notar” a mí mismo! ¡Son tonterías que de mi
entorno me brotan!
Y eso me
gusta. Aunque importancia alguna habrá.
Pierdo
mi tiempo –el cual desconozco- en cosas que no sé si son vanas en sí o en
algo…
¿…Será
que algo tendría que ver…?
No lo
tengo claro. Como tampoco oscuro.
Y estoy insistentemente haciendo esta horrible
inquisición: ¿Y qué habrá de importarme su ausencia o su permanencia?
No
pretendo afincarme, como tampoco siento tal cosa.
Pero ya
perdí mi rigidez. – ¡Me provoca salir corriendo!- Pero no siento mis piernas…
Razón
por la cual comienzo a tantear entre ese laberinto inhóspito para mí.
Tanteo y
tanteo, hasta que me siento en libertad de desplazarme –recuerdo que a eso de
unos tres metros está una mesa- sentí confianza y arranqué con decisión…
¡Craso
error y fatal desenlace!
Golpe
seco y demoledor, hasta me hizo ver estrellitas negras como mi presente…
¡Siento
un dolor muy agudo!
Me he
golpeado con algo sólido.
¿…Pero
qué…? No recuerdo que haya algo que me lo impida.
¡Nada
concebible me está pasando!
Malos
augurios se están revelando en contra mía.
Me doblé
del dolor. Me estoy sobando con mucho tesón.
Maldigo
mi acción, aunque reconozco que empujado fui…
Pero
aunque así haya sido…
No logro
asimilarlo.
He de
culpar a alguien mas; pero mi realidad es: ¿A quién?
A nadie
logro ver. Tampoco he de sentirlo.
¿Y cómo
lo lograré?
Cuestiones
extrañas me atacan.
Las
desconozco.
Y aunque
mella hagan en mí…
Igual
seguiré sin conocerlas, ni asimilarlas.
Que de
cosas tendré que vivir.
¡Ay
Sagrada existencia, qué de nuevo me has de traer!
Aquí me
tienes…Sin saber ni entender ni el que dirán, ni lo que ha de llegar.
Desconozco
mi pasado y en consecuencia; cómo podré entender lo que ha de llegar…
…Y si es
que llega. No las espero.
¿Total?
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