“Asechanzas”
Este
relato surgió después de una tenebrosa noche de espanto.
He
tratado de ser fiel a lo acontecido.
Lunes 04...Agosto...
Tanto así que
volvió a sentirse traspasando otro cuerpo grueso, frío, sólido y hueco en su
interior.
Este
tránsito…Al igual que los anteriores; le fue muy nefasto –eran momentos de sumo
e intenso dolor- tanto era así que en lo mas profundo de su ser…
Tiritaba
antes, en y después de…
Se sintió
magullado. Aprisionado.
Abatido y
exhausto.
Nuevamente
una etapa de sufrimiento estaba surgiendo.
Al parecer
ese es su designio.
Le gustase o
no.
…Y no lo pudo, o no supo…
Tal vez simplemente se sometió.
Es posible que en su análisis, las llevara
todas de perder.
En todo caso, allí estaba y de esta no
se salvaba…
Aceptando que se hiciese con él, lo que
quisieran.
Su destino dejó de ser controlado por
él.
Una fuerza muy superior a todas las
suyas… O las poquitas que aún guardaba.
Y como una marioneta, se replegó.
Un fantoche sin máscara, sin maquillaje
y completamente a la deriva.
Algo en lo mas profundo de su ser, así
se lo indicaba.
Y él sencillamente obedecía, sin
chistar en nada.
Marioneta al vaivén de otros. Su
desmitificación.
Había alguna alternativa, ¿lógica?
No la consiguió.
Hay momentos en los cuales; lo
reflexivo no calza. Son situaciones que van viniendo y como vienen se va uno
adaptando…O no.
Pero estos son casos, de casos.
Tan solo fue un testigo fiel de todo
cuanto acontecía.
Y sin poder huir, aunque sea en
pensamientos.
Nunca fue consultado. Tan solo está
siendo “empleado”.
Un nuevo báratro se desplegaba ante él…
Sin poderlo evitar.
Ya no controlaba él, lo guiaban con
pasmosa crueldad.
Cuando te sientes que eres parte, sin
serlo.
Son estados en los cuales no deseas
estar, pero ¿qué puedes hacer?
Si no tienes fuerzas suficientes ni
para enfrentarlos mucho menos para repelerlos y hacia allá te van llevado. Puedes
llamarlo destino, holocausto.
En la farmacopea literaria se pueden
conseguir muchísimos adjetivos, pero en tu vivencia…
No existe esto, tan solo te van
empujando…y…
Aunque pueden ser fuerzas ajenas y que
en nada les importa, tu ser. Tal como se crea que se debe ser.
Lenta e inexorablemente…
Su rostro está igual que su ser…
En anarquía escueto.
Barullo. Estruendo. Ofuscación. En
bullicio.
Toda una jungla de la cual ya no podía
escapar…
Debía afrontarla…
Resistirse.
¿Hasta cuándo…? No lo sabe…
¡Así como vaya viniendo…Ya veremos qué
hacemos!
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