"Apunta Junípero... ¡Apunta!"


Apunta Junípero... Apunta


Título: Apunta Junípero... Apunta
© del texto: Belbaltodano (Bernardo Enrique López Baltodano)
http://belbaltodano.blogspot.com
© de la portada: Kasandra
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© de esta edición en PDF: NOA ediciones
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Tel. 964454451
Primera edición en e-book: Abril de 2013
ISBN ePub: 978-84-940914-0-7
ISBN PDF: 978-84-940914-1-4




Una disparatada novela, que, aunque empieza de forma ingeniosa y jocosa, va tomando un rumbo satírico hacía una crudeza que no te dejará indiferente en su final.


...Les estoy publicando una parte de mi novela....

 
¡Algo tenía que hacer!
Estaba forcejeando…cuando aquel ser, le increpó:
-¿La contraseña? ¿Contraseña a mí?      ¡…Ya ni me acuerdo bien…!
- Repitiendo su amenaza y sacando velozmente el machete,  el  cual lo irguió con suma fuerza.
- ¿Qué te he hecho…para que me ataques así?
- ¡No me interesa tus tesoros!
- ¡…Suéltame!
- ¡No sé nada de nada!
- ¡…A u x i l i o…!
Lo frío de ese metal…contrastaba con el odio con que lo amenazaba.
Miguel se sintió atrapado, ya que con la mano izquierda del aquel sujeto, se sintió apretujado.
- ¿Dios…que es esto?
-   ¿Podrá ser una tenaza?
-  …Me va a romper mi pescuezo…
-¡…No me deja ni respirar…!
-  …No…no puede ser humano
- …Su aspecto es diabólico…su fuerza descomunal…
- …Por aliento exhuma fuego…me siento que me está quemando…me hiere su sola presencia…
-  ¿Sera que he bajado al infierno?
-   ¿…Ha de ser esto el Purgatorio?
-  …No lo creo…no me he sentido caer…
-  ¿Sera esto un castigo?
- …No entiendo…no entiendo…
- No puedo mirarlo de frente…es fuego…es odio puro…
¡No tengo fuerzas!
¡No puedo hacer nada para  enfrentarme a este demonio!
Sintió que lo estaba ahogando. La fuerza era descomunal.
El pánico se expandió por todo su cuerpo, al percatarse que con sus pies…aún no tocaba  el suelo.
Los movió con desesperación…y fue mayúsculo su temor…aquel sujeto lo tenía maniatado…sintió el pésimo olor que emanaba… 
¿Quién sería ese ser?
- ¡…Está a punto de romperme mi cuello…mi tráquea…mi esófago…!
- ¡…Es un demonio…me está descuartizando…!
-  …Por más que intentó  volver a   visualizarlo…no pudo…
Abrió aún más sus ojos…no visualizó nada.
Lo tenía muy bien apretado…casi ni podía moverse…su dominio fue total.
…Pero también pudo suceder, que su cerebro se haya negado a volver a detallar a aquel monstruo informe…deforme…lleno de llagas…de profundas y lacerantes heridas…toda una aberración de destrucción y muerte.
Por más que intentó volver a verlo, aún teniendo sus ojos abierto…nada más vio…
¿Era cierto todo cuánto le sucedía?
¿…Cómo su destino se podría destruir…?
Presintió que no era un juego.
…En el caso de que  lo fuera… ¿Cómo lo lograría?
¡Juraría haber recibido lo que recibió!
…Su propio cuello…lo evidenciaría…
¿Estaría chiflado ese tipo? Como pudo se fue irguiéndose en sí mismo.
Al lograrlo, pudo   respirar mejor. Como pudo se balanceó y logró una mejor posición.
Poca en verdad. Se sentía un muñeco en manos de aquel salvaje, y eso le producía demasiado terror.
El sentirse algo así como un pedazo de muñeco al que podían ajar…maltratar y someter… ¡Horrible!
Se sabía que estaba en poder de un sujeto, que le salió de repente.
¿Qué podía hacer?
Me ataco por la espalda…ni siquiera pude verlo…caí en su emboscada… 
¡Cobarde!
¿Por qué  si eres un demonio poderoso…me atacas por  la espalda?
No lo vio venir.
Estaba caminando por esa parcela, de monte que le llegaba casi a la cintura.
¿En dónde estaría escondido?
La verdad…no lo vio…por más que trataba de recordarse…no recordaba ni siquiera remotamente haberlo visto o por lo menos…sentido  u oído.
¿De dónde habrá salido?
Al detallarlo mejor, se percató que era un gigante.
¡Cobarde…mil veces cobarde!
…Podrá ser muy fuerte y muy poderoso…pero me ataco desprevenido…con premeditación y alevosía… ¡No tiene merito alguno!
Muy alto, barbudo y con un parche en uno de sus ojos.  Lo qué más le repugnaba era su horrible aliento y su muy pésimo mal olor.
De alguna manera, pensó:
¡Sucio…cobarde!
¿Será que oye mis pensamientos?
¡No…no puede ser! ¡Sí, sí puede hacerlo! ¿Cómo podría hacerlo?
Le dio la impresión…muy fuerte, por cierto…que en  aquel “ser”, su odio se le incrementaba.
Parecía que nunca se bañaba.  Su olor…nauseabundo…desesperante….
El único ojo de aquel gigante, estaba encendido en rojo…parecía que brotaba de él un fuego candente.
-¡Está quemando todo cuanto toca!
– Pensó. - ¿Será éste ser venido del abismo?
Sintió su asfixiante fuego, acompañado de su aliento purulento  y el mal olor que parecía peor que el de un zorrillo.
No pudiendo identificar a ciencia cierta el tipo de putrefacción, se contentó con que era realmente fétido y horripilante.
El tiempo pareció detenerse.
…Pero… ¿Cómo podría detenerse el tiempo?  El tiempo es etéreo, Es algo…que nadie ha podido ver…ni tocar… ¿Quién podría dar fe cierta de su existencia? Sin embargo, todos confiamos en que de alguna manera a través de todas las centurias la humanidad entera, siempre ha creído poder dominarla. Vanidad de vanidades.
No sintió  ningún sentimiento de pánico.
¿Para qué?
Lo qué sintió era que su mundo comenzaba a dar vueltas y vueltas. Espantosas volteretas. La impotencia se apoderó de su ser.
Todo se le venía o abajo o daba vueltas. Casi sin poder sentir su verdadero estado de ser.
De lo único que se percataba, era de que su mundo perfecto por alguna razón desconocida…estaba patas abajo…o mejor dicho dando vueltas y vueltas…pero 
¿Por qué?
¿Qué determinaba esto?
-M  i  g  u  e   l… - Logró pronunciar su nombre.
No pudo seguir hablando, ya que de una forma u otra sintió que la presión a su garganta lo estaba ahorcando.
Pronto, todo lo vio nublado. Sus fuerzas lo abandonaron.
No logró ver nada.
Todo se le nubló.
Un vacío  lo envolvió y se sintió caer como en un oscuro abismo.
Esa sensación indescriptible de estar rodando y rodando…
¿Hacia abajo? o ¿Hacia los lados?
¿Cómo un trompo?
¿Pero ese vértigo…?
Las náuseas y esa horrible sensación… ¿De qué?
¡Dios! ¿Por qué me cambiaron mi mundo?
¿Quién o quiénes? 
¿…Será posible esto…?
¡No puedo entenderlo…!
¿Dios dónde estás?
Quería rezar…quería pedirle ayuda…pero no lograba hacerlo…pensó…
¿Quién me impide hacerlo?
…Piensa…piensa…ordeno a mi cerebro que siga funcionando…
…Mi cuerpo debe obedecerme…
…Muévete…Corre…
…Huyamos…Vámonos…
La sensación de vacío, de abandono, de estar flotando…pero a la vez de inestabilidad aberrante.
Presentía que de seguir así…estrellaría…se destrozaría…pero que sentido lo podría prevenir. Por más que abría sus ojos…no lograba ver nada.
Algún nuevo sentido le estaba advirtiendo de que iba por muy mal camino.  La indefensión más grande se apoderó de él.
El no estar consciente…el no poder  ver   con sus propios   ojos, nada que lo alertara, a pesar de que lo intentaba una y otra vez.
…Socórranme…Larguémonos…
…Fuera…Caminemos…
¡Y nada! 
Su piel estaba totalmente erizada.
Fríos helados lo rozaban.
Sentía que el hielo hería sus carnes.
Esos fríos le erizaban su alma.
¿…Pero como entender eso…?
Del fuego que emanaba aquel espantoso  ser…y ahora sentir ese frio que le erizaba su propia alma…
¿Qué nuevas sorpresas le esperaban?
¿…En qué mundo estaré…?
Todo me parece una celada
¡Una encerrona  malévola y cruel!
   …Me están matando…entre el miedo y la maldad…entre el frio extremo y esta brasa diabólica…
Me siento un corderito…al cual lo están sacrificando…
…Y ya no siento fuerzas…para defenderme…
…Realmente agotado…exhausto…





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