http://www.lavoz.com.ar/mundo/venezuela-juraron-diputados-en-la-primera-asamblea-nacional-liderada-por-opositores-en-17-anos
“En nueva reunión…”
- Bueno
amigos míos, ante los hechos que se están precipitando en nuestro país, creo
conveniente que nos reunamos de nuevo
-tal como lo estamos haciendo en este preciso momento- con la finalidad de que crucemos nuestras
ideas -y no para entrar en litigios
(Innecesarios.) que no nos llevan a nada
bueno, como tampoco que seamos nosotros los que podamos resolver todo este
embrollo- pero si para que cada uno de
nosotros podamos asimilar -lo que
“pareciera” que nunca llegaremos a entender”
y me refiero a las pasiones humanas
-que tanto daño nos hacen- a todos nosotros.
Sabedores
como somos -ya que ninguno de los
presentes ni es político ni ha vivido de ella
¡Gracias a Dios!- pero en fin,
todos -nos guste o no- vivimos, amamos y andamos en estas tierras,
que por lo demás siempre ha sido propicia para cada uno de nosotros.
Pero en fin,
no quiero seguir agobiándolos con mis disertaciones “humanísticas”, ya que -en principio- esto no va a ser un monologo…Eso es lo que
espero. ¿Qué piensan ustedes? - Los allí presenten se despertaron de repente,
ya que el razonamiento inicial de Juan, los había “arropado” en medio de ese
manto en el cual ninguno de los presentes deseaba salir.
La situación
se estaba degenerando ya no en un
ejercicio literario o de planteamiento de estrategias lógicas que a través de
una maqueta los litigantes puedan “estructurar” cada uno de ellos en sus
pensamientos traducidos en acciones lógicas…Pero ya esto, por la velocidad tan
acelerada de los acontecimientos que se están generando, pues los obliga a
meditar un poco mas.
Ricky, uno de
los presentes, se pasó la mano derecha por su calva -muy pronunciada por cierto- y en su mirar -muy extraviada- dio la impresión de mucha indecisión,
gesticulaba sin cesar, dando la impresión de que proseguiría él en el derecho
de palabra otorgada…Pero es que no lograba atinar la palabra adecuada en medio
de ese contexto.
Carlo, el
otro que lo estaba observando, le hizo señas de que arrancara, que dijese algo
aunque sea incoherente, pero ese movimiento de parsimonia de indefensión…Lo
dejaba al descubierto, así lo comprendió él mismo interlocutor que ya viéndose
descubierto, solo atinó a pronunciar estas palabras…
- Es
que…Bueno, me siento desarmado.
Pensé que con
la elección de la nueva Asamblea Nacional, ya todo iría…
Pero es que
ahora: ¡Poco entiendo!
…No logro
asirme a esa lógica -ilógica por
cierto- que el gobierno está asumiendo…
- ¿Y de cuál
“lógica” nos estás hablando…?
¿La de los
chavistas acaso…?
¡Qué poca
imaginación tienen…! Si “ustedes tienen” apenas un asomo a lo que
históricamente ha sido esa “famosa revolución” se dará cuenta de que se han
valido de todo tipo de estratagema, de oportunidades.
¡Es que no
tienen escrúpulo alguno!
…Cuando el
“eterno ya ausente” gritaba que le quemaría la cabeza a todos los adecos y
copeyanos…Era en verdad. Pero todo el mundo
-en aquella época- se
escandalizó.
Y el tipo
tuvo el tremendo empuje, de recoger a todo el lumpen, todo el bagazo que estaba
desperdigado tanto en las universidades, como en todos los barrios y pueblos
diseminados en este país…Y eso es historia.
¡A todo eso
lo amalgamó y le dio “un norte” una vía
de escape, tradujo a toda esa fuerza amorfa…En una perfecta bomba atómica!
Y si algún
mérito tuvo: ¡Fue ese!
Domingo que
estaba presente, arrugó fuertemente su frente, y dándole un golpe a la
mesa -que tenía enfrente- dijo con toda la solemnidad posible…
- ¡Protesto!
¡Eso no es cierto! Yo soy chavista y pertenezco
¡a la Gloriosa Revolución! Y no me considero con “ese tilde” tan
negativo y despreciativo con el que estás tratando al pueblo que ha
acompañado -y acompañará siempre- a
nuestro Comandante Eterno (¡Qué Dios lo tenga en su Gloria!)
Y en mi
presencia no te permito que nos trates con ese desprecio con el que nos estás
tratando. – Todos se quedaron boquiabiertos, jamás se esperaron que Domingo se
fuera a sentir así tan humillado y ofendido, Ricky salió de su mutismo y sus
ojos estuvieron a punto de estallar, su piel blanca se tornó amarillenta y en
su rostro se le reflejó la angustia con la que toda esta población entera está
viviendo. Los incesantes hechos que nos anuncian una guerra de poderes en pleno
ejercicio y en pleno desarrollo.
- Ya va. Ya
va. No nos iremos a pelear ahora -tal
como están en la Asamblea Nacional y los del gobierno.- Les
recuerdo a todos, que los aquí presente, pertenecemos al pueblo llano.
¡Ninguno de
nosotros -que nosotros sepamos- pertenece a las áreas del gobierno! ¿O no es
así? - Juan los miraba con reproche,
ante la estupefacta mirada de Carlo quien no encontraba en qué hueco meterse
ante este giro inesperado.
Pero Domingo
seguía en su posición inflexible.
Su rostro
denotaba su cólera -que ya no era
latente- y en su mirada, desconocía a
sus antiguos amigos y hasta vecinos de muchos años.
- ¡A mí se me
respeta! – Les gritaba desaforado, en posición retadora y en posición plena de
iniciar su ofensiva en contra de los que él consideraba sus enemigos políticos.
El resto se quedó impávido.
Desarmados
ante ese arranque repentino, y era que en verdad, no atinaron a predecir que
con aquellas palabras pronunciadas, este su amigo de tantas decenas de años, de
andar siempre por los mismos senderos…Fuera a retarlos en forma tan grosera e
inesperada.
- Domingo,
por favor. Aquí estamos siempre los mismos…Y no estamos en posición ni de
iniciar ni muchos menos finalizar ningún altercado. Tan solo estamos
discutiendo -entre amigos de toda
una vida- lo que está ocurriendo en este
país. Abiertamente te informo…Qué ninguno de nosotros somos proclives a “esa
tendencia” -como lo estás tú- pero aun así, estamos reunidos acá para
“tratar” de comprender lo que está ocurriendo. ¡Ninguno de nosotros somos
gobierno, ni tenemos amigos que lo estén! Y todo lo que acá estemos discutiendo
lo estamos haciendo en franca camaradería…
- Por favor.
– Le trató de decir Juan, mientras Carlo le apoyaba con gesto, y mientras Ricky
no encontraba qué actitud asumir, siendo el desconcierto, su mejor argumento.
Ricky finalmente
ante ese instante de inmovilismo y nerviosismo manifiesto, quien alzando su
brazo le indicó al resto -y
dirigiéndose en primera persona- a
Domingo, les dijo…
- Yo no soy
político. ¡Jamás he vivido de ella!
- ¡Yo
tampoco! Pero me irrita la actitud de ustedes. No puede ser, que ustedes tres
se unan en mi contra. ¡Esa vaina no se las acepto a ustedes, ni a nadie! – Juan
entró en la diatriba y expuso…
- Nadie se
está encompinchando en contra de nadie. ¡Nadie está usando nada de eso!
Y si te sientes
ofendido…
- ¡Si me
siento ofendido! Y atacado por quienes anteriormente fueron mis amigos de
farra. – Carlo se sintió profundamente herido por ese calificativo y dando un
paso adelante, le dijo…
- Siempre me
he considerado tu amigo, pero la historia es la historia.
- ¡Sí, las
que a ustedes les conviene! Y no se crean que por que murió Mi Comandante
Eterno, nosotros nos vamos a sentir “huérfanos” y vamos a abandonar nuestra
lucha ¡eso jamás! Y aquí estoy en pie de lucha, ustedes son tres y yo soy solo…
¡Pero aquí estoy…Al pie del cañón! Y no me van a someter ni a humillar. ¡No
señor!
- No ha sido
mi intención: Ni someterte, ni mucho menos humillarte. – Le aclaró Carlo,
viendo la actitud intolerante y reactiva que mantenía su viejo contertulio -
¡Pero Domingo! No puede ser que la política esté rompiendo una unión de tantos
y tantos años de andar por esos caminos de Dios
¡Por Dios!
Despierta y reacciona.
- ¡Eso mismo
te digo yo! Y no me vengas con esa “historieta ridícula y estúpida” ¡ustedes
son unos capitalistas rancios! ¿Y pretenden someter a un pueblo sumido en la
pobreza?
- ¡Pero si ha
sido este gobierno hambreador y déspota el que nos está llevando a esta
ignominia! ¡No tú, porque eres de los nuestros!
- ¿”Yo de
ustedes”? ¡Jamás, siempre he sido un revolucionario!
- ¡Yo también
he sido un revolucionario y reaccionario toda mi vida! Recuerda que siempre
hemos sido reacios a convertirnos en adecos o copeyanos, ya que todos siempre
hemos sido “pueblo” ¡y tú no has sido la excepción! – Le gritó ya fuera de sí
Carlo, pero Domingo en esta ocasión dio un paso atrás y no permitió que su
antiguo compañero lo tocara, dándole clara impresión no solo a él, sino también
al resto de que ya la línea divisoria estaba claramente dibujada. Y que no
había “vuelta atrás” -por lo menos eso quedó mas que evidenciado,
ante todo el grupo- y ya con las cartas
abiertas, Juan dio un suspiro largo y profundo, y agregó…
- Aquí todos
somos ya hombres viejos, curtidos en tantos gobiernos, tantos adecos como
copeyanos…Y ahora en “tiempos de esta revolución” y es preciso dejar estas
premisas… - Domingo se volteó a él y le espetó…
- ¿Cuáles?
- Que tú
“Comandante Eterno y ausente” fue el que trajo a los cubanos…
- ¿Y…?
- Que a raíz
de eso…Fue el de la “chivita” el que comenzó a mandar en este país…
- ¡Eso es una
mentira del Imperio!
- ¿Mentira?
Si son los cubanos los que siempre han mandado en este país…Cada vez que el
tipo requería de “orientación” ¿A dónde iba…? ¡A La Habana! – Le gritó Carlo, a
lo que el aludido se hacia el que no le oía.
- Los cubanos
vinieron a ayudarnos.
- ¿A cambio
de qué…? – Le preguntó Juan.
- ¡Ese no es
el caso!
- ¿Y cuál “es
el caso”? – Se le adelantó Carlo en abierta confrontación.
- ¡Ustedes
están “alzaos” porque Mi Comandante Eterno ya no está!
- ¿O sea que “tú
tienes vida” como una marioneta…? ¿No te das cuenta como estamos viviendo…? ¡No
se consigue comida, ni medicinas, no hay puestos de trabajo…!
¿Eso es lo
que es “la revolución bonita”?
- ¡Esa es la
Guerra Económica! – Protestó colérico, mientras sus ojos se les inyectaba de
odio y sus manos las mantenía cerradas y moviéndolas en clara alusión bélica.
- ¿”Guerra Económica”…?
Eso es producto de todas las Intervenciones y Despojos: ¡Exprópiese! ¡Exprópiese!
¿Te recuerdas…? ¡Esa es la que pregonaba y ordenaba el hoy “ausente”! ¿O ya se
te olvidó?
- ¡Esa es
propaganda del Imperio! Y ustedes se están prestando a “tratar de confundirnos”
a nosotros: “los pata en el piso”
¡Pero no
volverán! – Les gritó en abierto desafío.
- ¿”Propaganda
del Imperio…Cuál: El cubano o el chino…”?
- ¡Eso
depende de ustedes! ¡Ustedes quieren quitarnos el poder y desterrar a Nuestro
camarada Presidente! ¡Y no lo van a
lograr!
- La paz, en
realidad se va a lograr cuando ambos bandos se deslastren de ese odio que los
ha amalgamado y les obnubilan el camino del progreso… - Asomó Ricky abandonando
su posición de escucha, y aprovechando que los contendientes se quedaron
desarmados, continuó así…
- Porque si
ambos bandos, entendieran que el progreso nos requiere a todos unidos. No soy
revolucionario -en principio- pero debemos entender que hay: Robo
descarado, malversación de fondos, desvió de fondos, surgimientos de carteles
de la droga…Y que para variar…Estamos en el lastre. ¡Esa es la verdadera
verdad! ¡Y todos! deberíamos “poner nuestro granito de arena” para poder lograr
que este país se vuelva a enrumbar por el camino del progreso, del bienestar
general…Todo marcharía bien.
- ¡Eso
queremos todos! – Argumentó decidido Carlo.
- Si pero para
lograr eso…Ustedes deben bajar la guardia y ¡dejar que el gobierno sea el que
resuelva todos esos entuertos!
- ¿Mas tiempo…17
años no les han bastado…?
¡Además
fueron los comunistas quienes nos han llevado a esto! No hay: arroz, no hay
papel sanitario, no hay toallas sanitarias, no hay pollo, y si me enfermo: ¡No
hay medicina!
Mira he
logrado llegar a la navidad ¡pelando y sin cobre! No tengo dinero. No tengo
opción porque este gobierno ha cerrado todas las empresas ¿O no es cierto?
- ¡Esa es la
Guerra Económica! – Se defendió nuevamente el revolucionario, en franca
rebeldía.
- ¡Vuelve el
perro arrepentido! – Parafraseó cansado y aburrido Carlo, a lo que Domingo se volvió
a él mostrando todo el cúmulo de soberbia y de rabia contenida…
- ¡Nosotros
no somos “perros” ni nada parecido! Somos un pueblo sometido por ¡El Imperio”!
¿No se dan cuenta…? – Los demás lo observaron, y ya impotentes, se dieron
cuenta de que toda discusión con él, degeneraría en plena violencia. Que ese no
sería el camino correcto y que ya no tenía sentido seguir en una “discusión de
sordos”
Cada uno
asumió su propia postura y a la final, coincidieron que era mas prudente dejar
la discusión…Para otro momento, ya que en las actuales condiciones…No
produciría mas que odio, alejamiento e incomprensiones…
- ¡Gané el
primer round! – Les gritó muy convencido Domingo.
Sus amigos,
lo miraron largamente, pero Juan les hizo señas de que era mejor callar…No es
el tiempo.
©
Bernardo Enrique López Baltodano 2016
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