Nueva reunión; ¿Tema? Venezuela.

VENEZUELA. Diputados juraron en la Asamblea Nacional liderada por la oposición por primera vez  en 17 años (AP).
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“En nueva reunión…”





- Bueno amigos míos, ante los hechos que se están precipitando en nuestro país, creo conveniente que nos reunamos de nuevo   -tal como lo estamos haciendo en este preciso momento-   con la finalidad de que crucemos nuestras ideas   -y no para entrar en litigios (Innecesarios.)  que no nos llevan a nada bueno, como tampoco que seamos nosotros los que podamos resolver todo este embrollo-   pero si para que cada uno de nosotros podamos asimilar     -lo que “pareciera” que nunca llegaremos a entender”  y me refiero a las pasiones humanas   -que tanto daño nos hacen- a todos nosotros.
Sabedores como somos   -ya que ninguno de los presentes ni es político ni ha vivido de ella  ¡Gracias a Dios!-   pero en fin, todos   -nos guste o no-   vivimos, amamos y andamos en estas tierras, que por lo demás siempre ha sido propicia para cada uno de nosotros.
Pero en fin, no quiero seguir agobiándolos con mis disertaciones “humanísticas”, ya que   -en principio-   esto no va a ser un monologo…Eso es lo que espero. ¿Qué piensan ustedes? - Los allí presenten se despertaron de repente, ya que el razonamiento inicial de Juan, los había “arropado” en medio de ese manto en el cual ninguno de los presentes deseaba salir.
La situación se estaba degenerando  ya no en un ejercicio literario o de planteamiento de estrategias lógicas que a través de una maqueta los litigantes puedan “estructurar” cada uno de ellos en sus pensamientos traducidos en acciones lógicas…Pero ya esto, por la velocidad tan acelerada de los acontecimientos que se están generando, pues los obliga a meditar un poco mas.
Ricky, uno de los presentes, se pasó la mano derecha por su calva   -muy pronunciada por cierto-   y en su mirar   -muy extraviada-   dio la impresión de mucha indecisión, gesticulaba sin cesar, dando la impresión de que proseguiría él en el derecho de palabra otorgada…Pero es que no lograba atinar la palabra adecuada en medio de ese contexto.
Carlo, el otro que lo estaba observando, le hizo señas de que arrancara, que dijese algo aunque sea incoherente, pero ese movimiento de parsimonia de indefensión…Lo dejaba al descubierto, así lo comprendió él mismo interlocutor que ya viéndose descubierto, solo atinó a pronunciar estas palabras…
- Es que…Bueno, me siento desarmado.
Pensé que con la elección de la nueva Asamblea Nacional, ya todo iría…
Pero es que ahora: ¡Poco entiendo!
…No logro asirme a esa lógica   -ilógica por cierto-   que el gobierno está asumiendo…
- ¿Y de cuál “lógica” nos estás hablando…?
¿La de los chavistas acaso…?
¡Qué poca imaginación tienen…! Si “ustedes tienen” apenas un asomo a lo que históricamente ha sido esa “famosa revolución” se dará cuenta de que se han valido de todo tipo de estratagema, de oportunidades.
¡Es que no tienen escrúpulo alguno!
…Cuando el “eterno ya ausente” gritaba que le quemaría la cabeza a todos los adecos y copeyanos…Era en verdad. Pero todo el mundo  -en aquella época-  se escandalizó.
Y el tipo tuvo el tremendo empuje, de recoger a todo el lumpen, todo el bagazo que estaba desperdigado tanto en las universidades, como en todos los barrios y pueblos diseminados en este país…Y eso es historia.
¡A todo eso lo amalgamó y le dio “un  norte” una vía de escape, tradujo a toda esa fuerza amorfa…En una perfecta bomba atómica!
Y si algún mérito tuvo: ¡Fue ese!
Domingo que estaba presente, arrugó fuertemente su frente, y dándole un golpe a la mesa  -que tenía enfrente-   dijo con toda la solemnidad posible…
- ¡Protesto! ¡Eso no es cierto! Yo soy chavista y pertenezco  ¡a la Gloriosa Revolución! Y no me considero con “ese tilde” tan negativo y despreciativo con el que estás tratando al pueblo que ha acompañado  -y acompañará siempre- a nuestro Comandante Eterno (¡Qué Dios lo tenga en su Gloria!)
Y en mi presencia no te permito que nos trates con ese desprecio con el que nos estás tratando. – Todos se quedaron boquiabiertos, jamás se esperaron que Domingo se fuera a sentir así tan humillado y ofendido, Ricky salió de su mutismo y sus ojos estuvieron a punto de estallar, su piel blanca se tornó amarillenta y en su rostro se le reflejó la angustia con la que toda esta población entera está viviendo. Los incesantes hechos que nos anuncian una guerra de poderes en pleno ejercicio y en pleno desarrollo.
- Ya va. Ya va. No nos iremos a pelear ahora   -tal como están en la Asamblea Nacional y los del gobierno.-    Les recuerdo a todos, que los aquí presente, pertenecemos al pueblo llano.
¡Ninguno de nosotros   -que nosotros sepamos-   pertenece a las áreas del gobierno! ¿O no es así? -  Juan los miraba con reproche, ante la estupefacta mirada de Carlo quien no encontraba en qué hueco meterse ante este giro inesperado.
Pero Domingo seguía en su posición inflexible.
Su rostro denotaba su cólera   -que ya no era latente-   y en su mirada, desconocía a sus antiguos amigos y hasta vecinos de muchos años.
- ¡A mí se me respeta! – Les gritaba desaforado, en posición retadora y en posición plena de iniciar su ofensiva en contra de los que él consideraba sus enemigos políticos. El resto se quedó impávido.
Desarmados ante ese arranque repentino, y era que en verdad, no atinaron a predecir que con aquellas palabras pronunciadas, este su amigo de tantas decenas de años, de andar siempre por los mismos senderos…Fuera a retarlos en forma tan grosera e inesperada.
- Domingo, por favor. Aquí estamos siempre los mismos…Y no estamos en posición ni de iniciar ni muchos menos finalizar ningún altercado. Tan solo estamos discutiendo        -entre amigos de toda una vida-  lo que está ocurriendo en este país. Abiertamente te informo…Qué ninguno de nosotros somos proclives a “esa tendencia”   -como lo estás tú-   pero aun así, estamos reunidos acá para “tratar” de comprender lo que está ocurriendo. ¡Ninguno de nosotros somos gobierno, ni tenemos amigos que lo estén! Y todo lo que acá estemos discutiendo lo estamos haciendo en franca camaradería…
- Por favor. – Le trató de decir Juan, mientras Carlo le apoyaba con gesto, y mientras Ricky no encontraba qué actitud asumir, siendo el desconcierto, su mejor argumento.
Ricky finalmente ante ese instante de inmovilismo y nerviosismo manifiesto, quien alzando su brazo le indicó al resto   -y dirigiéndose en primera persona-   a Domingo, les dijo…
- Yo no soy político. ¡Jamás he vivido de ella!
- ¡Yo tampoco! Pero me irrita la actitud de ustedes. No puede ser, que ustedes tres se unan en mi contra. ¡Esa vaina no se las acepto a ustedes, ni a nadie! – Juan entró en la diatriba y expuso…
- Nadie se está encompinchando en contra de nadie. ¡Nadie está usando nada de eso!
Y si te sientes ofendido…
- ¡Si me siento ofendido! Y atacado por quienes anteriormente fueron mis amigos de farra. – Carlo se sintió profundamente herido por ese calificativo y dando un paso adelante, le dijo…
- Siempre me he considerado tu amigo, pero la historia es la historia.
- ¡Sí, las que a ustedes les conviene! Y no se crean que por que murió Mi Comandante Eterno, nosotros nos vamos a sentir “huérfanos” y vamos a abandonar nuestra lucha ¡eso jamás! Y aquí estoy en pie de lucha, ustedes son tres y yo soy solo… ¡Pero aquí estoy…Al pie del cañón! Y no me van a someter ni a humillar. ¡No señor!
- No ha sido mi intención: Ni someterte, ni mucho menos humillarte. – Le aclaró Carlo, viendo la actitud intolerante y reactiva que mantenía su viejo contertulio - ¡Pero Domingo! No puede ser que la política esté rompiendo una unión de tantos y tantos años de andar por esos caminos de Dios
¡Por Dios! Despierta y reacciona.
- ¡Eso mismo te digo yo! Y no me vengas con esa “historieta ridícula y estúpida” ¡ustedes son unos capitalistas rancios! ¿Y pretenden someter a un pueblo sumido en la pobreza?
- ¡Pero si ha sido este gobierno hambreador y déspota el que nos está llevando a esta ignominia! ¡No tú, porque eres de los nuestros!
- ¿”Yo de ustedes”? ¡Jamás, siempre he sido un revolucionario!
- ¡Yo también he sido un revolucionario y reaccionario toda mi vida! Recuerda que siempre hemos sido reacios a convertirnos en adecos o copeyanos, ya que todos siempre hemos sido “pueblo” ¡y tú no has sido la excepción! – Le gritó ya fuera de sí Carlo, pero Domingo en esta ocasión dio un paso atrás y no permitió que su antiguo compañero lo tocara, dándole clara impresión no solo a él, sino también al resto de que ya la línea divisoria estaba claramente dibujada. Y que no había “vuelta atrás”    -por lo menos eso quedó mas que evidenciado, ante todo el grupo-   y ya con las cartas abiertas, Juan dio un suspiro largo y profundo, y agregó…
- Aquí todos somos ya hombres viejos, curtidos en tantos gobiernos, tantos adecos como copeyanos…Y ahora en “tiempos de esta revolución” y es preciso dejar estas premisas… - Domingo se volteó a él y le espetó…
- ¿Cuáles?
- Que tú “Comandante Eterno y ausente” fue el que trajo a los cubanos…
- ¿Y…?
- Que a raíz de eso…Fue el de la “chivita” el que comenzó a mandar en este país…
- ¡Eso es una mentira del Imperio!
- ¿Mentira? Si son los cubanos los que siempre han mandado en este país…Cada vez que el tipo requería de “orientación” ¿A dónde iba…? ¡A La Habana! – Le gritó Carlo, a lo que el aludido se hacia el que no le oía.
- Los cubanos vinieron a ayudarnos.
- ¿A cambio de qué…? – Le preguntó Juan.
- ¡Ese no es el caso!
- ¿Y cuál “es el caso”? – Se le adelantó Carlo en abierta confrontación.
- ¡Ustedes están “alzaos” porque Mi Comandante Eterno ya no está!
- ¿O sea que “tú tienes vida” como una marioneta…? ¿No te das cuenta como estamos viviendo…? ¡No se consigue comida, ni medicinas, no hay puestos de trabajo…!
¿Eso es lo que es “la revolución bonita”?
- ¡Esa es la Guerra Económica! – Protestó colérico, mientras sus ojos se les inyectaba de odio y sus manos las mantenía cerradas y moviéndolas en clara alusión bélica.
- ¿”Guerra Económica”…? Eso es producto de todas las Intervenciones y Despojos: ¡Exprópiese! ¡Exprópiese! ¿Te recuerdas…? ¡Esa es la que pregonaba y ordenaba el hoy “ausente”! ¿O ya se te olvidó?
- ¡Esa es propaganda del Imperio! Y ustedes se están prestando a “tratar de confundirnos” a nosotros: “los pata en el piso”
¡Pero no volverán! – Les gritó en abierto desafío.
- ¿”Propaganda del Imperio…Cuál: El cubano o el chino…”?  
- ¡Eso depende de ustedes! ¡Ustedes quieren quitarnos el poder y desterrar a Nuestro camarada Presidente!  ¡Y no lo van a lograr!
- La paz, en realidad se va a lograr cuando ambos bandos se deslastren de ese odio que los ha amalgamado y les obnubilan el camino del progreso… - Asomó Ricky abandonando su posición de escucha, y aprovechando que los contendientes se quedaron desarmados, continuó así…
- Porque si ambos bandos, entendieran que el progreso nos requiere a todos unidos. No soy revolucionario   -en principio-   pero debemos entender que hay: Robo descarado, malversación de fondos, desvió de fondos, surgimientos de carteles de la droga…Y que para variar…Estamos en el lastre. ¡Esa es la verdadera verdad! ¡Y todos! deberíamos “poner nuestro granito de arena” para poder lograr que este país se vuelva a enrumbar por el camino del progreso, del bienestar general…Todo marcharía bien.
- ¡Eso queremos todos! – Argumentó decidido Carlo.
- Si pero para lograr eso…Ustedes deben bajar la guardia y ¡dejar que el gobierno sea el que resuelva todos esos entuertos!
- ¿Mas tiempo…17 años no les han bastado…?
¡Además fueron los comunistas quienes nos han llevado a esto! No hay: arroz, no hay papel sanitario, no hay toallas sanitarias, no hay pollo, y si me enfermo: ¡No hay medicina!
Mira he logrado llegar a la navidad ¡pelando y sin cobre! No tengo dinero. No tengo opción porque este gobierno ha cerrado todas las empresas ¿O no es cierto?
- ¡Esa es la Guerra Económica! – Se defendió nuevamente el revolucionario, en franca rebeldía.
- ¡Vuelve el perro arrepentido! – Parafraseó cansado y aburrido Carlo, a lo que Domingo se volvió a él mostrando todo el cúmulo de soberbia y de rabia contenida…
- ¡Nosotros no somos “perros” ni nada parecido! Somos un pueblo sometido por ¡El Imperio”! ¿No se dan cuenta…? – Los demás lo observaron, y ya impotentes, se dieron cuenta de que toda discusión con él, degeneraría en plena violencia. Que ese no sería el camino correcto y que ya no tenía sentido seguir en una “discusión de sordos”
Cada uno asumió su propia postura y a la final, coincidieron que era mas prudente dejar la discusión…Para otro momento, ya que en las actuales condiciones…No produciría mas que odio, alejamiento e incomprensiones…
- ¡Gané el primer round! – Les gritó muy convencido Domingo.
Sus amigos, lo miraron largamente, pero Juan les hizo señas de que era mejor callar…No es el tiempo.







© Bernardo Enrique López Baltodano 2016



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