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“Reflexiones”
A mí no me preocupa para nada:
El que los militares estén ofendidos porque
retiraron de la AN, una versión muy chavista de como debió haber sido: Simón
Bolívar.
¡Para nada me preocupa!
Tampoco me preocupa su nivel de: “Ofendidos” en el
que deben estar, cuando debieron salir en defensa de su supuesto “Honor” y no cuadrarse ante una potencia extranjera,
ni permitir que en nuestros cuarteles mandaran los cubanos en vez de nuestros
oficiales -no los chavistas- me refiero a los propios venezolanos –con alma
y sentimiento nacional-…Que por cierto: ¡No se divisan!
¿En dónde están nuestros aguerridos oficiales que
se apegan a la constitución…?
Tampoco me preocupa ¡para nada!
El que le hayan sacado la foto de su “comandante eterno”
Pero lo que si me angustia es:
Que la inflación nos esté matando.
El que no haya medicina. “Ni remedio en la Botica”
El que no se consiga este o aquel producto, sin
tener que verme obligado a comprárselo a un bachaquero ¡al precio que le dé su real gana!
El que no se consiga ni siquiera papel sanitario.
El que la inmensa mayoría de las empresas, o estén
reducidas a cero o simplemente: ¡Ya no existan!
¡Eso sí que me preocupa!
¡Esa Inseguridad agobiante que nos ataca a todos
por igual!
¡Esa desidia de los gobernantes, que no ven las
injusticias que se están cometiendo en esta tierra!
¡Eso sí que me preocupa!
Me preocupa y me angustia… ¡Ese canibalismo que
nos está matando a todos por igual!
¡Esa ansia de quitarnos lo poquito que hemos
venido reuniendo…Para poder adquirir nuestros productos básicos!
Ese fenómeno llamado: “Bachaqueo”
En donde queda mas que estigmatizado los
verdaderos logros de una revolución que nos ha llenado de desasosiego, de
horror, de estupor ante una realidad paupérrima y desnuda de nuestra realidad
del día a día, en que nos han obligado a
existir en los últimos 17 años.
Cercenando nuestras propias vidas.
El que nos impida hacer nuestras compras en santa
paz.
Poder entrar a un supermercado y poder comprar lo
que requiera, poder escoger entre una gama…De: precios justos y accesibles.
Lo que realmente me angustia y me llena de
incertidumbre es…
Que a nivel de pueblo, nos estemos comiendo los
unos a los otros.
Que ese afán por enriquecimiento ilícito, se haya
generalizado hasta llegar a nuestro propio entorno.
Que nos roben…Y no haya Justicia.
Que nos hieran, en un asalto, robo, que nos
hurten, que nos atraquen a mano armada y no tengamos instancias de justicia a
la cual acudir.
Que no podamos seguir existiendo porque
sencillamente no tengamos ni siquiera para poder comprar nuestra dieta básica
diaria.
O porque no podamos adquirir una medicina, porque
sencillamente: ¡No hay!
Me hace meditar el que como pueblo, nos estemos
desmembrando, porque algunos siguen
defendiendo a los gobernantes que nos han robado, quitado o regalado a personas
de otras latitudes.
Me desorienta el que no nos pongamos de acuerdo en
que: ¡Debemos salir de este atolladero!
En que la Inflación nos está matando, junto a la
Inseguridad reinante, en que no se consigue trabajo como tampoco se consigue ni
azúcar, ni pollo, ni repuestos para carros, ni cauchos, ni baterías… ¿Entonces
qué es lo que hay…?
¡Balas y gendarmes asesinos que vuelven sus
fusiles ante su propio pueblo desarmado y angustiado por el desamparo en que nos han
dejado!
Me preocupa: La falta de sinceridad.
La ausencia de: Hermandad.
La carencia de: Sentido humano.
Porque si a nivel de pueblo, nosotros que somos
sus habitantes, nos diéramos cuenta en el tremendo berenjenal en que los políticos
nos han sumergido en los últimos 17 años y encaráramos nuestra propia
salvación, que a nivel de pueblo la estamos requiriendo a gritos destemplados.
Si dejáramos que nuestra propia idiosincrasia, se
impusiera, entonces…
Podríamos volver a ser la Venezuela que antes
fuimos. Pero no como la que los políticos nos encierran. ¡NO! Queremos una
Venezuela: Igualitaria. Con plenos poderes.
En dónde yo: ¡Soy Venezolano!
Y nadie…Me venga a pisotear mis derechos en mí
propia tierra. En mí propia Patria.
Mi llamado es a la Reconciliación - no significa: Olvidar- a la
paz entre nosotros, los venezolanos.
A que se vuelvan los capitales extranjeros.
A que regresen, los que ya se fueron.
¡Liberen a los presos políticos…Pero primero a esa
cantidad grande de estudiantes presos, a los que tienen: Régimen de
presentación a alguna entidad odiosa, intervencionista carente de todo sentido
elemental de humanidad!
¡Ya basta de represión!
Debemos luchar por…
A que el Progreso sea nuestro Norte.
Al respeto a nuestros Derechos Humanos.
A que pueda volver a los mismos supermercados a
los que antes acudía a hacer mis compras…
Pero que ya están secuestrados por los
bachaqueros.
Me preocupa que…
Hayamos perdido nuestro sentido de realidad
nacional y que no consigamos el camino de la reconciliación entre todos
nosotros.
Aquella hermandad, aquellos principios humanísticos,
a nuestra moral y buenos principios. A ayudar a nuestro vecino que ha caído en
la mala. A nuestro amigo que ha tenido un problema financiero, a algún amigo
(a) que está enfermo, a ayudar, a socorrer, a vivir ese sentimiento tan humano
de ser: Humano.
…Y si, ya
la perdimos: ¡Pues luchemos para recuperarla!
Pero que los políticos se queden en sus cotos
cerrados, como los militares en sus cuarteles…Dejen que este pueblo se lama sus
propias heridas.
Debemos renacer sobre nuestras propias cenizas,
cual ave Fénix.
Todos, nos hacemos falta.
No nos sigamos autodestruyendo como le sucedió al
ya famoso imperio romano, que se cayó por su propia ineptitud.
Unidad a todo vapor. Seamos mas unidos que nunca,
tal como cuando una familia pierde a sus progenitores y sus descendientes
comprenden que en la unidad está la fuerza.
Unidos venceremos. Unidos nos hermanamos mas. Y
lograremos zanjar nuestras propias deficiencias.
©
Bernardo Enrique López Baltodano 2016
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