"El pasajero desconocido"
Como un asesino
rapaz.
Un violador…un
sátrapa.
Y yo me dije en ese
momento:
¿Dios mío…Qué mal he
hecho para merecerme este trato?
…Yo le pagué al
colector…Pago todo lo que me cobran.
No le debo dinero…Más
a que a mis proveedores habituales: el agua, la luz, el aseo… ¿A quién más le
debo dinero?
¡A nadie más…Procuro
pagar todo…A tiempo!
¿Por qué se ensañan
en mi contra?
…Pero así como
comenzó todo ese desastre…
¡Terminó!
En un santiamén.
¿…El saldo?
¡Yo!
…El único…
“El Pendejo” “El baboso”
¡Herido, golpeado
hasta la saciedad!
¿Y qué hacen todos
estos…?
En vez de salir a
protegerme…Porque defendiéndome a mí… ¡Todos hubiésemos salido: ¡Ganando!
¡Pero no! ¿Todos se
apartan y a quién agarran?
¡Al más zoquete!
¡Al hijo de la
cocinera!
E hicieron lo que
siempre hacen…
¡Se apartan! ¡Me dejaron solito, a mí!
…Y ahora que todo ha
pasado… ¿Qué más me van a hacer?
¡Zas!
…Me dejaron libre. ¿Libre?
¿Acaso soy un
delincuente común?
Ya mis pensamientos
andan locos.
No logro
concentrarme en nada cuerdo.
Tan solo veo sangre.
Destrucción.
Me dejaron tarado.
No coordino nada bien.
No supe, con certeza
nada.
En mi confusión, tan
solo escuchaba a mí compañero de asiento, quien demandaba con insistencia mi
atención…
- ¡Vente…vente…ya
aclararon el mal entendido! – Miré hacia arriba en dirección hacia dónde yo
mismo estaba sentado.
Y allí me lo
encontré a él…Hablando con el esbirro de la chaqueta negra.
Lo vi que
gesticulaba y el funcionario lo escuchaba, asentía presentándole disculpas por
el error cometido.
De repente le gritó
a los que estaban cerca de mí, ordenándoles que me ayudaran…como efecto
hicieron.
Recogieron todas mis
pertenencias, las cuales ya estaban esparcidas por todas partes y me ayudaron a
subir a la unidad, curiosamente me trataban con mucho cuidado…
¡Después de haberme
golpeado a mansalva!
¿Ahora me quieren
ayudar…?
¡Desgraciados mal
paridos!
¡Que la maldición de
Tuntankamón les caiga con todo su peso!
No hay comentarios:
Publicar un comentario