“Asechanzas”
Me asquea el aroma del cemento viejo, mezclado con
el sudor de los hombres que lo trabajaron y con la tierra, el agua que ya está
disecada…
Pero al parecer mi sentido del olfato y el de mi
imaginación como que se han unido, para informarme mejor de todo esto.
También percibo los olores metálicos…han de ser
los instrumentos de los albañiles…
Me es escandaloso este duro transitar, debe ser
por lo lento.
Por lo visto es milímetro por milímetro.
Me incomoda, hay aristas de piedra o de arena o de
cemento, aún no lo sé…pero me magullan y hieren mis ya maltrechas carnes.
En mi nuevo estado, ¿será por la soledad? ¿O por
melancolía al saberme en el estado en que estoy?
Pero estoy
escuchando mi torrente sanguíneo….
Y no sé si debo alegrarme o mas bien entristecerme.
En este inclemente “transitar” he flanqueado de todo.
Ya ni me quiero recordar, ya que me causa mucho
mas dolor e incertidumbre…
No se qué tendrán de nuevo para mí…
No me atrevo ni a imaginármelo, ya que con toda
seguridad: ¡Bien para mí, no será!
¡Qué
emoción me siento vivo aún! Estoy tan emocionado que ninguna parte de mí se ha
percatado de esto.
Ante
tanta resequedad…Mí propio ser palpita con furia indómita, anunciándome que la
vida sigue latiendo en mí, a pesar de que mi tránsito no es el más agradable
que digamos.
…Estoy
sintiendo las puntas de mis dedos…tienen frío… ¿Pero cómo puedo sentir esto?
Hay
dos temperaturas álgidas en mi cuerpo. Ya que el resto de mi cuerpo está en un
calor exasperante…pero ahora me indican que mis dedos…están fríos.
¿Será
esto el frío de la muerte? Algo muy dentro me lo está ratificando.
Y
no tengo objeción alguna.
Debo
estar vigilante…No puedo perderme ni un segundo, por muy chiquito que sea.
Puedo perder mi existencia y quedarme atorado en medio de esta fría construcción.
Estoy
sintiendo muchas sensaciones. Muchas son imprecisas…otras pasan de largo.
Sentimientos
de extremo odio. Envidia. Mucha congoja. Demasiada imprecisión.
Mucho
calor y frío. Pienso que ésta cerca tiene mucha historia que si me la contara…
Diversas
escenas ha vivido en todos estos años en que la han construido.
No,
no quiero entrar en esta historia. No me interesa.
No
le encuentro sentido alguno.
Al
parecer mi opinión nunca es tomada en cuenta.
Me
arrastran sin compasión alguna y hasta me estoy presintiendo es que: “Me están
obligando a ver todo esto y no tengo escapatoria…”
¿Qué
nueva maldición me esperará a partir de ahora mismo?”
Veo
rostros masculinos y muchos femeninos.
Seguramente
fragmentos de sus historias se han quedado impresos acá.
Lo
que no entiendo es: ¿Y qué tengo que ver con “estos”?
¿Pero
cómo es posible? No entiendo ni jota.
¿Quiere
decir que ésta construcción hecha por hombres…Ha grabado todo cuanto ha pasado
a su alrededor?
¡Increíble…Pero
me cuesta creerlo!
Parece
que ha condensado la historia de estas dos casas.
¿Cuántos años tendrá de construida? ¿Quién lo hizo?
¿Cuántas personas estarán impresas en sus sentimientos,
sensaciones, querencias…cuántas?
Así como percibo sentimientos y vivencias; esto que me
está llegando es muy bajo…Y no me gusta…Por aquí han transitado muchos seres
nocturnos y con muy malos sentimientos.
Seres dañinos. Con sus bajísimas pasiones. Mucho odio.
Deseos mal habidos.
¡Dios sácame de aquí! Esto es maligno.
¡No quiero seguir aquí!
Estoy visualizando…violaciones…posesiones y violaciones…no
sé quiénes son.
¡Y no me interesa!
Me duele, me humilla y me hace sentir estas bajas
pasiones. No quiero permanecer en este sitio. ¡Zape…bien lejos con todo esto!
Debo concentrarme en avanzar o en retroceder, pero no
permanecer acá.
Me concentro en lo de la puntas de mis dedos…ahora ya
parece que están avanzando mis falanges.
Me da la impresión de que ya mis dedos han salido…falta la
palma de mi mano.
¡Apúrate, salgamos de este infierno!)
- ¿Cuánto tiempo ha transcurrido? Lo ignoro. Y me está
dando la impresión de que ya estoy pasando esto.
Mi espíritu me está anunciando un triunfo.
¿Será cierta tanta alegría? Mi espíritu se llena de
regocijo y esto me tranquiliza.
A decir verdad; me siento gratificado al abandonar estos
estados angustiantes y degradantes.
¿Pero será cierto todo lo qué he percibido?
Por lo pronto puedo anunciarme a mí mismo, que fueron
hartamente degradantes y asfixiantes.
¡Qué de vivencia arropan esas paredes!
…Veo a una mujer joven…es trigueña…buena moza…y está
pendiente de la hora. Mira con mucha insistencia su reloj de pulsera, la veo muy inquieta.
Camina de un lado a otra. Algo muy importante, la está
apremiando. Está sudorosa, se frota constantemente las palmas de sus manos,
aprovechando para ver nuevamente la hora.
¡Se ha quedado extática! ¿Qué le habrá pasado?
No alcanzo a ver hacía la dirección a que mira…y es al
frente… ¡Si es al frente!
Aunque mira muy inquieta a todas las direcciones, pero aún
así está más pendiente del frente.
…Me parece conocida…pero no logro identificarla por
completo…está joven.
…Al parecer debe venir alguien…pero no lo puedo ver…
¿Quién será? ¿Qué relación tendrá con ella?
…Ya lo veré…puedo ver una sombra…y le veo como cambia su
semblanza. Ahora está mucho más contenta. Está con una sonrisa de oreja a
oreja…corre y se entrelazan en un abrazo muy fuerte.
…Parece que se están profundizando…él la está
desvistiendo…y ella también…vagabunda…
¿Así qué era todo lo que estabas esperando? ¿A tú macho?
Ya la situación se está poniendo… ¡Mírala como se está
transformando ella!
¡Contrale; cálmate chavala! ¡Deja la prisa!
Pero ese hombre es
malo. Se le nota a leguas que es un “mala maña” Se le nota.
Además está armado.
Parece que es un puñal lo que tiene oculto en su pantalón.
Dejó de mirar. Se sentía terriblemente incómodo en donde
estaba.
Suspiró y se dijo:
¡Ah si estas paredes pudiesen hablar…qué de cosas no
dirían…!
Han sido testigos mudos de muchas situaciones.
Han presenciado escenas de amor, como de erotismo.
Por ella han transitado…ladrones, asesinos, violadores
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