Ayer escribí una parte que a mí en lo personal, me pareció ¡Excelente! Y la encuadré para en la noche después de una rápida revisión la pudiese publicar para ustedes.

…Esta fue mi intención…PERO seguramente que uno de los personajes (o varios de ellos) no quisieron que se publicara.

Lo cierto es que cuando abrí mi mini laptop y entré a buscarla… ¡YA NO ESTABA!

La busqué por todas partes… ¡Eran cuatro páginas!

Cansado como estaba…No me quedó otra opción…Qué

“Inventarla de nuevo” y así me tocó hacerla…

Y por supuesto que me vi precisado a modificar mi idea original. ¡Ya no es mí concepción…! Me estoy adaptando a ella.  

(En verdad quisiera reafirmar lo antes escrito… ¡Pero no es así! La verdad verdadera…es que algo extraño aconteció: ¡Metí mal mi dedito! O ¡No se qué lo que pasó! Pero mi relato original… ¡Desapareció! ¡Se modificó!)

         
" M i c h e" Un hombre muy mistico...Misterioso...

- …Esto es un aquelarre…Un pandemónium…Un conciliábulo de brujos, brujas, de demonios…

¡Un infierno plagado de ensalmes, pócimas y brujerías!

¡Aquí me quieren destrozar!

- Cálmate Josesito.

- ¿Calmarme? ¿Y cómo podré lograrlo…? ¿No ves cómo me están persiguiendo, martirizando, no lo ves?

¡Me están cazando como si fuera una rata!

¡Por todos los ángulos me salen enemigos!

¡Fantasmas…Demonios minúsculos pero poderosos!

¡Esto es nigromancia! ¡Aquí es la oscuridad!

¡Vudu! Magia Negra. Posesiones diabólicas….

¡Esto es malvado! Oprobioso. Negativo.

Me están masacrando sin ningún tipo de piedad, ni consideración.

¡Necesito salir de aquí a toda velocidad!

- ¡Ni se le ocurra salir huyendo de ellos! – Le gritó aconsejándole el vecino de mesa, asustado al verlo en el estado de conmoción en que se encontraba.

- ¡Esos son sanguinarios!  …Y si huye... ¡Lo van a cazar con sus arcos y sus flechas!

José se quedó paralizado…

¡Con qué eso era lo que tenían en sus manos! Disimuladamente, inclinó su cabeza y comenzó a reflexionar de esta forma…

(¿Y cómo hago para salir de este infierno? ¡Si estos desgraciados se enteran…Se lo chismean a esos demonios! ¿Qué hago yo aquí?

¡…Ese fue el desgraciado del Miche…!

¡Claro me trajo para que fuera carne de cañón para esos asesinos!

…Esto me huele a trampa. Y yo soy la víctima requerida…Con razón…con razón…) 

Y para disimular ante su oyente, bajó su cara y con sus manos se masajeó con rapidez.

Se estaba derritiendo, no tanto por los ataque, sino mas bien por tanta incertidumbre.

Pedrín se percató de este pequeño detalle, una fugaz sonrisa se le dibujó e instintivamente chequeó sus alrededores…por los suelos.

Supo por relatos anteriores que era cierto, que cuando se enojaban atacaban a mansalva y destruían a su objetivo y a sus acompañantes.

Y esto era lo que mas lo preocupaba.  

Así que se puso a fisgonear.

Pendiente de cualquier cambio inesperado.

Descartando…

Temiendo ser pillado in fraganti.

Y susurrándole a su aún incrédulo acompañante…

- …No es muy inteligente de tu parte…burlarte de estas cosas…

- No me estoy burlando Pedrín.

- Si, lo hiciste. ¡Estos son muy jodidos! Y ya ves que te la están cobrando.

- …Pero creí que estábamos jugando. Y por eso me confié…

- ¿…Jugando…? ¿Yo? ¡Jamás! Y menos con estas cosas… Esto es demasiado serio, para burlarme.

- Me disculpo…No sabía que eran así…

- Hay cosas que para mucha gente…Son Sagradas.

¡Estos no juegan, para nada!

Piensa bien antes de hablar.

Mi consejo, (y ya ves que tenía razón.) era que  no abrieras esa bocota sucia que tú tienes…Pero ya es demasiado tarde…

José vio un reflejo muy violento. Trató de seguirlo, pero era demasiado rápido…

¿Quién o qué era?

Algo o alguien, corría detrás de su amigo.

Era muy bajito…Y lo miraba con ojos de desconfianza…

Un sacudón eléctrico lo fundió en su espalda…

Un frío lacerante fue subiendo desde el principio de su columna vertebral…Hasta su cuello.

Y apenas lo pudo captar en su retina…era muy bajito. Mas bien fue como un reflejo o un flash.

Y esto lo inquietó. Esa incertidumbre lo desmoronaba.

De repente se dejó escuchar unas risitas…Muy quedas.

Casi imperceptible. Y al parecer, sólo él lo percibía.

Estaba asombrado, miró a Pedro para ver si este las había visto.

Pero al parecer no. Y pensando se dijo a si mismo…

(…A lo mejor es producto de mi propia imaginación…Ya estos me están asustando con sus relatos de…estos gnomos…Pero no. Yo mismo los estoy viendo, en ráfagas, pero estoy consciente. Ya no puedo negarlo)

Trató de buscarle conversación, pero cambiando radicalmente de tema y ya lo estaba logrando cuando de repente se le apareció un niñito de muy escasa estatura. ¿Pero con barba…blanca?