"M i c h e"
- El Miche…Está muy
misterioso…y cuando él está así…. ¡Alerta total! – El tal aludido…se sonrió y
le dio un pequeño empujón a su amigo burlón
- ¿…Estás graciosito…Payaso…!
– Le gritó el aludido desde la puerta, asombrando a todos los presentes, ya que
asumían que estaba en otra onda.
- ¿Te refieres a lo de los
gnomos…O al misterio de el carro chocado…? – Y es que en ese mismo momento,
llegaba el mesonero a servirles su ración alcohólica, y pendiente como estaba
de todo lo que parlaban estos jóvenes, así que se aguantaron hasta que les
sirviera.
El anfitrión desde su
posición les hizo señas de que estuvieran pendientes y pelaran el ojo, ya que
el dichoso empleado los estaba espiando.
Le indicaron al mesero de
que les limpiara su mesa, ya que se encontraba muy sucia.
Miche seguía pendiente de
todo, tanto de sus amigos que estaban sentados, como de las ancianas que lo
acosaban en sus dudas y con lo del choque, que aún estaba al rojo vivo, chequeó
que llegaban los diferentes organismos represivos y cada uno exigían ser los
primeros en levantar todo lo concerniente de ese caso. Y de pronto corrían
todos los mirones con el temor reflejado en sus rostros, unos gritaban como
justificando ese proceder…
- ¡Llegó la polis!
- ¡Corran qué esos si que
son malos!
Las mujeres huían con sus muchachos
pegados a sus pechos. Y los pequeños silbaban, gritaban y se burlaban entre sí.
- ¡Policías llévense a este!
– Gritaba uno de los mas grandecitos y agarraba fuertemente a uno menor que él
mismo…El pobrecito trataba de escurrirse, pero al verse sometido por sus
compañeritos…
¡Y lloraba a moco tendido!
En su creencia de que ya lo
iban a llevar preso.
Miche seguía con atención
todo cuanto acontecía…parecía un pulpo.
A los pocos minutos, Pedro y José se acomodaban
tranquilamente…ya se encontraban con sus asientos y todo acomodado, limpio y
seco.
Chequearon y lo vieron, que
aún estaba entretenido explicándole a todas esas viejas todo cuanto había
presenciado.
- …Ese relato de los
“enanitos” me suena como un cuentecito de niños…Muy simplón…Aunque es bueno
reconocer que es…Tenebroso…Sigiloso…
- ¡Es cierto José! Y el
Miche es muy enigmático…
Pedro estaba ensimismado
contemplando su botella de licor, pero en verdad era su excusa, ya que estaba
muy intrigado con el pequeño relato. Lo tenía impactado.
El incidente de la fugitiva
camioneta, los había desviado de su cuento original.
- …Y ya son dos los
misterios… - Sentenció lentamente y parafraseando cada silaba pronunciada,
Pedro.
- ¿…Dos y cuales son…?
- …Bueno primero lo de los
gnomos… - Soltó Joseíto.
- ¡Si chico y venirse a
producir ese accidente tan inoportuno! ¿Verdad y el otro…?
- …El enigma del carrito ya
estropeado… ¡Pronto se desvelarán ambos acertijos…Y ocultos arcanos…Aún…
- Continuaba José con el
mismo tono de misterio de su ausente amigo.
- ¡De verdad! ¡Ya sabía que
andar con el Miche uno no se aburre nunca!
…Pero eso de los geniecitos, espíritus, elfos o como se llamen…
¿Será cierto que existen…?
¡Nunca he visto a ninguno! ¡Por lo menos…Yo! – Aclaró campante Pedro,
llevándose la cerveza a su boca.
Sigilosamente le indicaba a
su compañero que el mesonero los seguía pendiente de todo lo que hablaban.
Guardaron silencio, miraban
a muchas partes como para despistarlo…Pero este no se tragaba el cuento y
seguía muy pendiente.
- ¡Según el Miche…Sí! –
Joseíto entró en una onda de misticismo.
Pedro le hizo señas de que
se acercara que le tenía que contar algo…pero en secreto…. ¡Top Secret!
- …Aja…dime – Inclinándose Joseíto.
- …Espera a que te cuente,
lo de los espíritus caseros, a los que espantan…
- ¿También?
- ¡Oh si! …Ya verás que cuando entre en calor, comienza
con sus relatos…ya lo verás…uno tras otro…
…En una ocasión
me contó lo de su guerra con ciertos elementales…con demonios y ¡hasta con
brujas!
Y emulando en los gestos
grandilocuentes de su ausente parlante, prosiguió de esta forma…
- “…Érase una vez…En la
tierra del nunca jamás…
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