“…Y si te dijera…”
- Y es que lo que tú ves…No necesariamente es. Porque nos
llenamos la boca y nuestros sesos creyendo lo que no es cierto. Puro excremento
tenemos hasta para regalar.
Puesto que no es lo que estás creyendo que es.
- Hablas sin sentido. Sin noción ni del tiempo, como tampoco
del espacio.
¿Cómo te atreves decir que es “puro excremento”, ah…?
Nuestros estudios, nuestros científicos se han devanado los
sesos para poder explicarnos eso que tú llamas “no necesariamente es”
- ¿…Y de qué “científicos” me hablas…?
Te he estado observando Ignacio.
Y te veo muy “erudito”, siempre estudiando eso que ustedes
llaman eufemísticamente “inexplicable” y pienso y así te lo afirmo… ¡Puro bla,
bla, bla! Metida
tú cabezota entre esos
libracos grandes y espesos…Pero que contienen: ¡Pura bazofia!
Siempre dudando y dudando de todo y de todos. Y eso no está
bien amigo…No está bien.
Debes darte un compás de espera.
- ¿…Cómo cuál Juan…? Yo
por lo menos baso mis afirmaciones en los estudios.
En los textos que así lo afirman. ¡Son cuantiosos los autores!
Y te lo puedo afirmar sin temor a equivocarme… ¡No hay vida después de esta!
¡Son puras…Invenciones! Y es que me baso
en seres que mientras vivieron fueron productivos, estudiosos, eruditos y en
cambio tú… ¿Qué…Qué…? ¡Puros brujos,
hechiceros y todos cortados por la misma
tijera!
- ¿Te atreves a ponerlo en duda…?
- ¡Brujos, hechiceros, hierbateros… Herejes…Bazofias todos
ellos!
Ya te estoy viendo…Nervioso. Poniendo esa cara de baboso
frustrado. Y déjame decirte: ¡No hay vida después de esta!
- ¿Y en que se basa esa afirmación tuya? Alguno de esos
autores que no creen en Dios… ¡Seguramente que son ellos!
- Basémonos en los
hechos. – Le aconsejó Ignacio visiblemente molesto.
- ¿Cuáles?
- Simple observación. Elemental mi querido amigo
Juan…Escúchame plis… - Lo observó con mucha desconfianza. No
confiaba en nada de lo que este le afirmaba.
No obstante…Prefirió darle un compás de espera…
- En química se estudia la materia orgánica y la inorgánica…
- Cierto.
- Y cuando un cuerpo muere…Comienza su proceso de
descomposición…
- Cierto. –
- …Pero ya va Juancito…No me atropelles. Déjame ir a mi propio
paso. ¿Ok?
Quédate quieto. Que ya
vas a tener tu tiempo. Pero déjame que desarrolle mi tesis…
No puedo “inspirarme” teniéndote así tan cerca…Atropellándome.
…Dame tiempo. Baja la guardia. – Juan lo contempló mientras se
persuadió que su amigo bajó su presión. Movió nerviosamente su cabeza en señal
de contrariedad, buscó una silla y en cuanto la ubicó, la buscó…La trajo y se
sentó pomposamente.
...Usted decide si se coninua o no...
No hay comentarios:
Publicar un comentario