¡Hola a todos! Al parecer este relato les ha gustado y por esa razón, hoy sigo con este relato...
“Me
lo temía”
Y de inmediato sus colores tan llamativos, ya sabes esas
tonalidades de verde y amarillo…Se le pusieron opacas y de repente
¡Blancas!
Y cuando lo volví a ver…
¡Estaba patas arriba!
En medio de su propia sangre…
¡La cual hervía!
- ¿Le hirvió su sangre…?
- Como te lo estoy narrando…
Y por supuesto una humareda asquerosa de color negro…Flotaba
sobre sus restos calcinados.
Pronto su sangre también se le puso negra…Y un poco mas de
humo…
Y ese hedor a carne
quemada!
Y si hubieras visto al pobre animalito
(Me refiero al canino)…Lloraba del terror. Se orinaba y hasta
se hizo pupú en el mismo sitio. Y el mismo fenómeno… ¡Ese cambio de color tan
drástico!
- ¿Y tú…?
- Fue cuando sentí el “vaho de la bestia”
¿…Y cómo te puedes imaginar que estaba yo…?
- ¡Ay Virgen Santísima!
- ¿Paro de una vez…?
Me refiero al relato…
- ¿Estás loco? ¡No! ¡Ya empezaste…Continúa!
- Sentí como “un chorro de calor, de fuego” ¡No sé precisarte
nada de ese extraño fenómenos en este
momento!
…Pero la pared del lado izquierdo
-en dónde tenía la jaula del lorito- ¡se puso al rojo vivo!
- ¿Al rojo vivo? ¡No te lo puedo creer!
- ¡Y sin embargo: así fue!
- …Continúa…
- Una llamarada de color amarillo intenso…Que se fue
transformando en rojo vivo…Se apoderó de esa pared.
-¡Temí en ese momento, que todo se fuera a incendiar!- Y que si eso se daba…Yo moriría como ¡un
pendejo!
En medio de ese fuego inexplicable.
Pronto todo se hizo como “un horno”
¡Era insoportable estar allí!
Mi soledad era acuciante, y por mas que trataba de buscar
ayuda… ¡A nadie vi!
Y tomando en cuenta todo esto y al comprobar que el cuerpecito
de ese animalito ya me estaba quemando mis pies, fue que me decidí a levantarme
y a enfrentarme contra ese endemoniado que osaba lanzarme todas sus porquerías
hirvientes en mi propia casa.
¡Además que ya me había calcinado a mis dos mascotas!
¡No señor…Eso no se le hace a un hombre! ¡Y menos a mí que
nada malo estaba haciendo…Salvo ejecutando mi trabajo!
- …Pero abuelito…No te exaltes… ¡Quédate tranquilo!
- ¡Es que me da mucho coraje!
¡Eso no se le hace a un hombre, no señor!
- Calma abuelito…Mira que ya eso pasó hace varios años…Según
me lo estás afirmando…
…Pero dime: ¿Qué hiciste…?
...Seguiremos...
No hay comentarios:
Publicar un comentario