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“Elucubrando”
Relato
de muchas cosas…
No me recuerdo muy bien de lo que me pasó, pero esta mañana tan solo al
despertarme, me levanté con esa
sensación de que lo que me había ocurrido era muy peculiar.
Acudieron muchas interrogantes.
Ciertamente había pasado una noche… De esas ¿qué para que te cuento?
Pero vamos por parte -pues a decir
verdad- aún en este momento “tan incierto” en el que
en nada seguro estoy, trataré de retroceder centímetro a centímetro, toda la
vivencia en que me ha sido licito incurrir.
Haber…
…Me encontraba acostado. Era de noche todavía.
Y por alguna extraña razón -qué
desconozco- me he despertado en medio
de muchas reflexiones.
¿Será que algún extraño ruido ha
concluido mi buen dormir…?
…Será… ¿Qué habrá sido…?
En verdad: No lo sé.
Lo cierto del caso es, que una vez que he abierto mis ojos, a mí han acudido una cantidad de necesidades
biológicas, que me han obligado a ir al baño. –Cosa de lo mas normal-
Hice lo que tenía que hacer.
Pero en cuanto salí de allí, se me ha antojado en que era preciso acudir a
la sala.
¿Pero a esa hora…Qué me hacía ir allí…?
Era menester indagar.
Pues “la curiosidad mató al gato”
Enfilé toda mi atención hacía el sitio ya indicado.
En penumbras (Pues era apenas las dos de la madrugada.) decidí no encender
ninguna bombilla, abrí la puerta y visualicé.
Todo lo que vi era de lo mas normal. Todo en su sitio.
Pero no sé, en el proceso del caminar, algo me indicaba que estaba entrando
a “una zona desconocida” -aunque físicamente
era la sala- pero de una forma
llamémosla “inhabitual” me alertaba de
esa forma tan singular.
Y fue como una especie de telaraña, la cual de una forma insólita se me presentaba en ese raro andar.
Me sentí cauto. Receloso y previsor.
Por lo cual no puedo aducir extravío alguno.
Sin embargo, me sentí en curiosidad no aclarada.
Presentí que “entraría” a mundos en colisión y de enigmáticas procedencias.
…Pero cosa curiosa…No sentí terror alguno.
Y mi curiosidad iba en aumento.
Y aunque ya alertado estaba, decidí continuar, rompiendo en el curso de mí
transcurrir, aquella espesa y densa cortina, que de una forma “poca diáfana” en
algo me alertaba.
Pero es bueno precisar, que aunque era velada su advertencia, pues su
“esencia” me incitaba a gritos, que esa no era “su sitio adecuado” de estar.
No le presté ninguna prestancia alguna
-en ese entonces- ya que un
extraño sortilegio apresó mi atención y es que fue tan singular como sin duda
alguna: Novedad.
Escuché una especie de algarabía.
¿…Algarabía…Desorden…O cacofonía?
¿A esa hora…? No es normal.
Absolutamente cierto.
Esa novedad…Me intrigó en demasía.
La intriga, “la curiosidad mató al gato”
¿Sería una advertencia…Que me predisponía…?
Y era precario el acudir, cosa a la cual accedí.
Y mientras rasgaba esa velada advertencia, mas intenso se me hacía…
Acudió a mí ser un sinfín de sensaciones, de emociones, de interrogantes.
Pero…
Recuerdo que me quedé en una especie de éxtasis.
Y en un instante impreciso…Me vi caminando en una solitaria zona, cuya
singularidad hizo helar mi piel. Un sin igual escalofrío, me hizo su presa
favorita. No obstante, era preciso continuar…
Era una zona muy amplia -asumo que
era un camino, pues a larga distancia poco había- y de repente sentí que de una forma enigmática e insegura comencé a divisar una visión algo rara -aunque en nada me debía escandalizar,
pues al parecer eran unas borrosas imágenes de casas que se comenzaban a
emerger… ¿Pero de dónde…? Eso no lo puedo precisar aun…- seguí circulando en una muy singular
ocasión, entendí por mi andar, que en extraña situación me encontraba
encajonado.
Que aunque me parecía muy amplio ese solar, a ningún ser humano, ni animal,
percibí.
Tan solo es un viento de impredecibles efectos…
El cual se me antojaba que presagiaba extraños sortilegios.
Me he sentido muy aprehendido, en “mi elemento” no estaba. Sin embargo,
seguía sintiendo ese extraño deber de que debía seguir, que aunque no
entendiese nada aun, pero me era preciso proseguir…Y eso hice.
Transcurrió unos momentos, en los cuales no me es lícito precisar, ya que
por instantes me parecieron siglos, pero en otros una sucesión extraña de
cóncavos y muy sibilino…
¡No he de precisar el qué…!
Pero esa incógnita sensación de cacofonía, que de algún sitio provenía, me
seguía apresando en medio de ese intrigante y desquiciante sitio-lugar en que por inescrutable sentido
me incitaba a estar.
En mi incomprensible transitar, presentía que me encontraba en medio de
todo y a la vez en la nada.
Por instantes mi sentido del equilibrio, oscilaba en diminutos y
desacertados movimientos…Que me hicieron dudar…
Me sentía impelido a desistir. Obligado en consecuencia me vi precisado a
continuar en algo intrigante y misterioso que de alguna forma -aun no precisaba a asistir- visualicé allá a lo lejos, algunas formas de
vida -mas bien y para ser
preciso- de algunas extrañas
edificaciones, las cuales en su momento, no me causaron resquemor alguno. Por
lo que insistí en seguir.
La indecisión y esa imprecisión, hicieron gala en mí.
Volvieron esa desquiciante y acuciante vocería, que en me advertía que no debía insistir.
Por momentos me hacía entender que esos extraños ruidos o eran de animales
que en su guerra andaban o por curioso que parezcan eran producto de algún
desorden de misteriosos seres que por algún sitio andaban.
Mi curiosidad iba en decrecimiento, aunque aún prevalecía esa sed de
indagar lo que no debía hacer, el caso es que me contuve y mis muchas dudas
acudieron en tropel.
¿Qué debía hacer…?
Continuaba en ese ya advertido sitio inestable.
O regresar a puerto seguro. Pero si eso hacía, una vaguedad insólita e
impoluta invadieron mis soserías y me llenaron de vacuidad.
Esa insulsez me repletó de gallardía.
Y es que esa concatenación de sentimientos, trabó y desestabilizó mi
entendimiento.
Me sentí hundido en mis precarios conocimientos y en esa inexactitud de
emociones, insustanciales y
simples…Desestabilizaron mis obnubilaciones y es que en esa ofuscación -en que de repente me encontré- me obcecaron por completo e impidieron que
alguna actuación hubiese efectuado.
Extraño y curioso, indetenible y a la vez fluctuante, pero en eso me
encontré.
Mientras fuera de mí esa “original sucesión de misteriosos sonidos” por
llamarlo de alguna forma apresaron mi atención.
No supe precisar su origen, tanto en sitio como en seres, pero que
percibía, tampoco puedo alegar que con mis oídos “muy humanos” o de alguna
forma pasmosa…Pero que me apresaba
Mi sentido de la vista, en nada me aclaró ese panorama inusual.
Y como son las cosas en esos mundos inciertos, enigmáticos e imprecisos se
suceden sin leyes físicas que los justifiquen me sentí jalonado en un estadio
sin sitio sólido que lo rustiquen.
Me veía caminando, pero sin nada que mis pies sintiesen como en vegetal, en
piedra o mineral, nada pues contenía mi cuerpo, tan solo percibía el aire, que
por todas partes acudían a mí.
Tan liviano estaba, que flotar aducía, aunque es preciso apuntar…Que
caminando me sentía…
Qué curioso son algunos andares que en este mundo andamos. No son precisos
pero por ello no ciertos son.
Qué anónimos, esotéricos e
inescrutables se nos presentan que aun en su ausencia, resquemor nos traen.
Y es que los muchos misterios aclaran en ocasiones situaciones que no
entendemos.
Tanto me han hecho pensar toda esa incólume sensación tan vivida y sentida
por mí…Qué en duda me he despertado: ¿Será que sigo en ese “transcurrir” tan
indescifrable…?
…O será que no hay “quiebre posible”
Porque también es posible, que en yuxtapuestos y adyacentes vidas hemos de
vivir…
Eso en verdad: Lo ignoro.
Aunque en situaciones muy parecidas, “el destino” me haga transitar,
transigir en pareceres que en otra instancia chocarían.
Bueno, pero ahora en “conciencia plena”
me encuentro y en este análisis me sumerja en esos extraños vericuetos
que mi entender no compila, ni clasifica y
que le cueste “aceptar” lo que mi intelecto le dicta.
…Pero esos son extraños sortilegios que tanto en mi conciencia en pleno o
en su ausencia se ofuscan en hacerme
“ver” o en “sentir” lo que mi conciencia no acepta o se niega a admitir.
Pero ya de incongruencias y contrasentidos me he cansado en existir, que me
gustaría adentrarme en “esa realidad” que día a día me ha tocado en convivir.
Acudo en tropel -porque así lo he
convenido- ya que es preciso
enderecharme al vivir en lo que ya es
cotidiano para mí.
Me siento muy cómodo, en este andar
con mis ojos y mis sentidos “en cierto dominio” en que siempre he asumido en
poseer.
No preciso en saber, si ando despierto-dormido, o si en mis sueños es
realmente que “veo y siento” lo que en realidad acontece.
Por esa razón, en muchas ocasiones he preferido ignorar lo que debo saber,
antes que entender lo que ignoro deber.
Me es mucho mas ducho eso.
Bueno…Lo importante es que “creo” precisar lo que no entiendo. Pero la
ignorancia acude en mi parecer.
Lo mejor es que deje este tema…Y comience a andar.
Puesto que ya comienzo a dudar… ¿Será de noche que todo se me hace luz…O
será al revés…?
La poquedad repleta mi pusilanimidad…
Son cosas que por saberlas, erro…
Y en ocasiones fallo…Por saberlo…
¡No deseo insistir…Desconozco su fin!
© Bernardo
Enrique López Baltodano 2016
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