“Asechanzas”
Este relato surgió después de una tenebrosa noche de
espanto.
He tratado de ser fiel a lo acontecido.
...Sept...
Es
evidente que esta chica es de malas vibras; le encanta todo lo oculto.
Debo
abandonar esta clase de pensamientos.
Me siento
como una crisálida…y estoy mutando a un nuevo estado, el cual desconozco.
Ya siento
libre mi mano derecha…
Siento
aunque no pueda verlo…pero la muevo con total libertad.
Lo cual
me está indicando que ya salió de este trance.
¡Por supuesto que me
alegra!
Aunque me duele hasta el alma.
¿Qué será de mí?
Ya me estoy liberando de este estado tan
monolítico, espeso y sólido.
Ya la resequedad me está obstinando.
No me gusta esto. No hay humedad en
ninguna parte y todo esto es para mí una prisión mucho más fuerte y tediosa que
mi propio cuerpo. Por lo menos en mí mismo me tolero.
¿Pero en esto? Que no se si estoy
aprisionado o encajonado o si acaso esta sea mi féretro.
El tiempo está transcurriendo.
Ni idea de cuánto ha pasado.
Para mí, que han sido centurias enteras.
¡Diosssssss sácame de aquí!
¡Apiádate de mí!
Me siento como si fuese una tortuga cuyo
caparazón me está asfixiando.
¡Quiero estirarme y no puedo! Quiero
moverme; pero todo está sólido, sucio, lleno de polvo…
¿Será que quedarme aquí es mí destino?
¡Noooooooooooooooooooo! ¡Auxilioooooooooooooooo y no sé si alguien me oye!
Y por más que intentaba moverse; pero
algo le hacía hacer saber que sí, que lento pero que sí. Lo único que tenía que
hacer es no desesperarse.
- Mi otra mano ya se está liberando.
Puedo abrir y cerrar a mí placer ambas
manos.
Y ya siento que he avanzado aún más.
Puedo doblar mis brazos, lo cual me
indica que mis antebrazos han salido.
Debo tener paciencia. Poco a poco me estoy
liberando. Me duele inmensamente todo mi cuerpo…
En ese estado transitable se encontraba.
Aguardó en silencio.
Trató de mantener su mente quieta.
Y esta es una labor titánica, ya que sus
pensamientos brotaban por millones y millones. Agolpándose y chocando entre sí.
Pronto sus brazos quedaron libres y como pudo
sus manos se posaron sobre la fría pared y comenzaron a empujar frenéticamente.
Una y otra vez, pulsaron. Su decisión de
salir, era angustiante.
No deseaba permanecer ni un micro segundo, ni nada.
....Continuará....
Nota muy importante:
Es muy importante notificarles, que el asunto de: cookies,
no depende de mis publicaciones, poco sé de este tema,
pero lo que he logrado saber es que la internet lo hace para mejorar en lo posible a todos los lectores.
Muy lejos está entre mis intenciones causar molestia alguna.
Tan solo me limito a publicar mis manuscritos.
A los que me siguen: ¡Muchas gracias!
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