¿Casas…Edificios…Carreteras…?
¡No, nada de eso!
Por estos lares, co-existían todo tipo
de animales…
Aves grandotas…
(Pedro le pareció haber visto uno de
ellos, que se escondía debajo de las mesas…Tan solo visualizaba su enorme
pico.)
Monstruos alados…Unas botaban chorros de
un metro de diámetro de fuego liquido…a espantosas temperaturas… ¡Magmas
igneas!
(Un calor insoportable se dejaba sentir.
Pronto comenzaron a sudar copiosamente.
Era intolerable el estar allí.)
Todo quedaba en cenizas…o en sal…
(Ellos creyeron ser testigos después que
el Ángel vengador quemó todo y la mujer de Lot, quedó hecha una estatua de
sal.)
- ¡Ahhhhh qué de buenos fueron esos
tiempos!
(Pero eso es para otra ocasión…es muy
largo…en otra ocasión les echaré todos los relatos que en ese entonces
ocurrieron… ¿OK?)
Los dos suspiraron de la emoción que
sintieron cuando él produjo esas palabras. Descansaron. Su interlocutor
interpretó sus movimientos, les hizo una señas de que se quedaran quietos y
pasados unos espantosos minutos…Prosiguió…
- …Mejor continúo con estas inhóspitas y
salvajes tierras.
¡Aquí moró de todo! - Su dedo era escrutador. Nuevamente los puso
a la expectativa, a los dos. Y continuó…
- No tienen ni las mas mínima idea…
Engendros, endriagos, esperpentos.
(¡No! ¡No mas! …Por favor…Ya creemos todo. ¡Ya plis!)
- Unos volaban…
Alcanzaban grandes alturas…A pesar de su
gran tamaño y peso.
¡Enormes rapaces!
(Pedro creyó ver que el pico que
sobresalía en una de esas mesas…Estaba tomando
nueva vida y empuje…
La vio que se levantaba con una pasmosa
tranquilidad. Amenazándolo y pendiente de él)
- ¡Tragaban…Sin masticar siquiera!
No sentían piedad alguna.
¡Gigantescas! Casi ni se podían divisar.
(Una vez que tomaban vuelo…Nadie se les
podía acercar…
El ventarrón que generaban sus
alas…Volaba árboles enteros, con toda y su raíz…)
Otros se arrastraban…Centenares de
metros cubrían…
¿Y uno por dónde podía pasar? ¡Por
ninguna parte!
(¡Ese pajarraco…Lo amenazaba…Lo miraba
con ese ojo que parecía que se lo tragaba de un solo picotazo.
Pedro retrocedió, pero el universitario
lo sujetó con fuerza y le impidió que huyera.)
- Ocupaban toda la extensión.
¡Provocaban pánico, el solamente verlos!
¡Gigantes y gruesotas!
¡Horrorosas de apariencias…Unas poseían
largos colmillos, tal como los Tigres Dientes de Sables… ¿Los conocieron?
(Pedro estaba pendiente era de esa
monstruosa “ave rapaz” y ya estaba sintiendo en su humanidad…
Esos vapores calientes que emanaba de su
pico.) Poseído como estaba, veía al joven que estaba pendiente de otra cosa,
menos de lo que él estaba narrando. Eso lo molestó aún mas.
- ¡No, qué van a conocer!
…Ustedes son chiquitos de la Gran Ciudad
y no creen “estos cuentecitos”
… ¿Verdad? – Y al comprobarse a si mismo
que no obtendría respuesta, continuó con su verborrea…
- ¡Bestiales en sus ataques!
Inspiraban el mas profundo pánico el
solamente presenciarlas. Parecían inmensas aspiradoras…
Todo lo absorbían y nada dejaban…
Era muy prudente…no atravesárseles.
¡No quedaba ni el mas mínimo recuerdo!
Además…Existían gigantescos
espíritus…terribles…horribles.
¡Qué mataban de susto a toda la
población!
Todos vivían en una constante zozobra.
¡Era pavoroso estar a menos de unos
cinco kilómetros!
…Pero eso será tema de una nueva
conversa…Porque aunque ustedes no me lo crean…
¡No quisiera asustar…!
¡De verdad…!
Es bueno que ustedes se enteren…
Pero estas tierras han sido de
muerte…lenta…agónica…muy sufrible…
Mucha historia tienen estos parajes.
¡Historia ya viva! y la ya muerta…y la
que aún está muerta para muchísimos…pero en realidad, sigue vigente.
Muchos no lo creerán, pero esto no me
importa.
¡Mejor que sigan ignorantes…que nosotros
seguiremos actuantes!
…Mejor sigo con el cuentito de los
animales…es mejor…
Bestias de caza… ¡Moraban por estos
predios!
…Y no cualquiera tenía la valentía
necesaria como para internarse por estas…tierras….
(Y sin embargo, yo nunca temí. Siempre
pasee por todas estas partes. Jamás nadie se metió conmigo. Doy fe de esto)
¡No…y se temía mucho! ¡El respeto es
fundamental!
¿Por qué cómo se puede respetar, sino se
inspira terror?
Mientras inspires horror… ¡Te respetan!
Así de sencillo.
Y en aquella época… ¡Existía! Y mucho.
Y no como hoy en día… ¡Relajo,
desenfreno…inmoralidad!
¡Este mundo en el qué ustedes “habitan”
es: Inhumano.
Servil. Débil y sumiso.
Y no me lo nieguen…
¡Ustedes se dejan llevar por sus
desenfrenados influjos a la pereza…a la lujuria…al desenfreno locuaz!
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