Más aventuras de este jovencito nacido y criado en: Punto Fijo - Edo. Falcón - Venezuela.-
Y aunque quiso cerrar sus parpados, no lo pudo lograr.
De repente, un ruido casi imperceptible se
originó de alguna parte.
Instintivamente, y temiendo siempre lo peor…Corrió
de un lado a otro…Y no para huir o esconderse, sino más bien para conseguir un
mejor ángulo para poder hacerle un mejor frente y poder combatir en posición
ganadora, para él.
-
¡Diosito…Diosito…!
Dirigió su mirada, hacia el sitio, que creía
que se originaba ese ruido.
Cerró sus ojitos y se hincó en posición de
rezo.
Y de repente, percibió que ya los fulminantes
ojos…Ya no lo miraban.
¿Se escapó? ¿Acaso me tuvo horror al ver la
velocidad de mis desplazamientos?
¿Qué le habrá pasado entonces? ¿Te asusté,
verdad?
Y hasta llegó a pensar para sí mismo:
“Y eso que no me dio tiempo de lanzarle una
de mis maldiciones”
Y de una forma, casi inmediata, se percató
que un gato huía…
- ¿Un
minino? …Un inmundo y despreciable…
¿UN
MICIFÚ me tuvo aterrorizado…Un miserable
y sucio?
¿…Un miserable…Un enano miau, miau…?
El caza ratones, corrió despavorido. Como
percibiendo, que si lo lograba agarrar…Seguramente que lo despellejaría por su
osadía.
¿Sería posible, que ese miserable pícaro, se
percató del pánico que sentía ese desdichado?
¿Será cierto?
¿Será que lo disfrutó?
¿Y que por esa sencilla razón, huía
despavorido?
¿O es que verdaderamente, es un demonio y se
apoderó de su cuerpo?
…Es posible, todo en este mundo oscuro es:
¡Patas arribas!
- Me
inclino a pensar…Qué un ánima en pena se
apoderó de esa miserable existencia…O que quizás un diablo que quiso jugarme
una de esas jugarretas. Pero fracaso en su intento.
Seguramente
que fue así... ¿De qué otra forma, podría haber sido? No encuentro otra remota
explicación. No tiene lógica alguna. Ni creíble.
Y eso
me podría explicar, el por qué, nunca se atrevió a atacarme.
Con
seguridad, que se atemorizó. Algo en mí, lo asustó.
¿Será
qué pudo apreciar mi magnificencia? ¡Pues claro que si!
Es muy
posible…Qué se pensaría…
…Si lo ataco…Me destrozaría…Mejor me quedo
quietecito…
Así
debió haber sido. Y por más, que me lo sigo pensando…
¡Es qué
tuvo que ser así…Y no hay de otra! – Se complacía a sí mismo creyéndose su
propia explicación. Así que respiró profundamente…Ya no existía peligro alguno.
Respiró libremente.
Pronto, se sintió liberado. Ya nada le dolía.
Se alegró mucho el que pudiera volver a ser
dueño de sus propios movimientos.
Movía sus dedos, sus brazos, los dedos de sus
pies recobraron movimiento.
Movía sus extremidades.
- ¡Qué
bien me siento! ¡Aleluya…Diosito…Te debo esta! Y recuérdame…Para pagártela…Tu
bien sabes, que no escatimaré en ello. ¡Y siempre pago y te consta! ¡No te quejes!
Pronto, volvió a su realidad. No aparecía
ninguno de sus compinches.
- Menos
mal…Que ninguno de esos inútiles me hayan visto. ¿O sí? ¿Me habrán espiado?
Porque
si llego a enterarme de esto. ¡No será por mi boca! Entonces es posible que
exista un miserable traidor. ¡Eso sí puede ser cierto! ¡Un Judas y hablachento
además!
…No veo
a nadie…No. Seguramente, que se estarán drogando nuevamente. Porque pensándolo
bien, si alguno de ellos me espió… ¡Tendré que echármelo al pico! ¡Nadie podrá
dudar de mi hombría! ¡No seré el hazme reír de mis propios hombres! ¡Nunca!
Así, que volviendo a su instante.
Arrugó nuevamente sus cejas. Chequeó su reloj
y lo cotejó con la luna. Era tarde.
- ¡Esto
es intolerable…! Y no puedo permitir una situación como ésta.
¿Pero
que pudo haber pasado, si ése demonio, me hubiese atacado?
¡Claro,
a mí es al que estaría persiguiendo! ¡Solamente a mí! ¿A ellos…? ¡Jamás!
Bueno…tendré
que serenarme nuevamente…
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