"Mi hijo Cris en Río Hacha - Colombia "






“Mi hijo Cris, el mariachi”


Cuando él era un jovencito, le compraba toda clase de instrumentos musicales tales como: Guitarra, Cuatro o maracas.
Confieso que siempre fracasaba, ya que ni él ni sus hermanitos menores se interesaban por la música  -tal como pretendía que hiciesen-   Y nunca conté con qué lograr incentivarlos.
¡Pero la naturaleza acudió en mi ayuda y de una forma poco ortodoxa, pero muy efectiva!
En cierta ocasión, él tomó la guitarra y en compañía de uno de sus amiguitos la estaba “rasgando” y por esas cosas de la vida…
¡Pasó una linda princesita y le preguntó!
¿Tú tocas la guitarra? Y él avergonzado le dijo… “Poco”
¡Y fue allí cuando se dio cuenta que con ese instrumento lograba que sus amiguitas se interesaran por él! ¡Santo remedio!
Y el chavalito comenzó a interesarse…
¡Qué bien! – Grité emocionado - ¡Al fin!
Comencé a apreciar que ya andaba con ese instrumento para todas partes.
Emocionado me afirmaba: ¡Lo mío es el Rock Fuerte! – Y extrañado le pregunté: ¿Y qué significa “eso”? – Puesto que yo esperaba que se dedicara o a la música clásica o algún género normal… ¡Pero no!
El infante me afirmaba muy convencido: ¡Rock Duro!
Y hasta llegó a afirmarme que ¡esa es mi vida!
Contrariado, siempre trataba de “sacarle” esa idea de la cabeza… ¡Vano esfuerzo!
Comenzó a tocar con bandas juveniles.
Se me vestía siempre de negro.
En otra ocasión comenzó a decirme que era fanático de esos grupos que solamente se oyen zumbidos y rugidos…Que parecieran que estremecen la tierra con esos sonidos tan bajos. Y que bailan “meneando su cabeza hacia arriba y luego hacia abajo, con mucho frenesí” (¡Se les va a caer la cabezota! Gritaba nervioso, pero él nada me respondía)
Ya me encontraba extenuado.
Y al parecer a las chicas… ¡Eso les agradaba!
¡Gracias a Dios, que no se me metió a la droga!
También que andaba detrás suyo, tratando de que ¡No! cayese en ese oprobio.
Para ese entonces, él me aseguraba que esos cantantes  ¡era el último grito de la moda!
¡Allí fue cuando pude “agarrarlo! 
Y le pregunté: ¿Tú te crees que esos son “jovencitos”?
Y me respondió: ¡Si!
- Pues te equivocas. ¡Esos son mas viejos que tu propio padre! – El jovencito se me quedó mirando y no encontró nada para rebatirme…Comenzó a “gagear”
Dejé que asimilara muy bien sus argumentos.
Y le agregué: ¡Esos son “mas viejos que la gaita”! (Ese es un dicho de Maracaibo)
Y el mas joven de “tus ídolos” me superan en edad. Entonces…
¿Cómo es que me dices que son “el último grito de la moda”? – Sin saberme responder, prefirió huir.
Poco tiempo después, ya no le notaba “ese apego tan rotundo a ese movimiento” y retornó muy lentamente hacia los ritmos mas suaves…Pero siempre me insistía que “ese era su ritmo favorito”
Transcurrieron varios años y por razones de trabajo me mudaron de Maracay a Punto Fijo, en donde debía radicarme.
Cris, mi hijo, ya era mucho mas sólido en su guitarrita. Y adonde quiera que iba “arrastraba con su guitarrita”
Y alguien le invitó a que tocara en un grupo de Mariachi.
Él aceptó. Y me dijo:
¡Y me van a pagar, padre!
Y desde ese entonces, comenzó su carrera de artista. Tocando su guitarra y seguía su carrera de Ingeniería.
En su transcurso se dio cuenta que con la trompeta…Le pagaban mas.
¡Y arrancó con ese instrumento!
Todo el día…Y en ocasiones las noches             -cuando no estaba “tocando”- se le escuchaba a mas de diez cuadras.
¡Allí está Cris! – Decían con cierta desazón todos los vecinos y sus amigos.
¡Hasta que logró dominarla!
E incluso volvió a Maracay para perfeccionarse y contó con la ayuda de un maestro en ese instrumento.
Entonces era, que cuando fallaba el trompetista…Lo llamaban a él. Y si fallaba otro instrumentista…Él lo suplía.
Hoy en día, mi hijo cambió su Ingeniería por la Licenciatura en Música, mención: Trompeta.
Y hasta hace poco se fue a trabajar a: Coloncito   -población del Táchira-  y de allí lo contrataron para tocar en: Rio Hacha             -Colombia-  allí está en este momento.
La razón que me esgrimió fue: Padre me van a pagar en: peso colombiano (Actualmente está a 14 bolívares por peso) y me garantizan: 25.000 pesos.
Y me hace falta: Pagar la reparación de mi carro, pagar mis tarjetas, deudas viejas pendientes…Y otras menudencias.
En cierta forma me dio mucho pesar, ya que es un excelente hijo, muy buen hermano, y como esposo me garantiza su propia esposa, es muy bueno. ¿Y cómo padre? ¡El mejor!
…Espero que logre su cometido. Y me angustia ya que lo tengo demasiado lejos…En otro país.
…Pero ¿qué otra cosa puedo hacer…?
Considero que con mi apoyo,  le facilitará  mejor su intención de: ¡Pagar deudas!
Mi labor como su padre es orientarlo, ayudarlo, guiarle y apoyarlo siempre.

¿Y qué otra cosa puede hacer un padre ante ese tipo de decisión…?


Con nuestro nuevo trompetista: Cristóbal López B. de Venezuela.-



"¡Hoy es domingo!"







“¡Hoy es domingo!”




- ¡Hoy es Domingo! – Hoy me he levantado muy eufórico, miro la hora emocionado…
- ¡Son las 7; 11 a.m.! ¡Qué bien! – Y en ese instante comencé a estirarme con toda fruición. Levanto mis brazos y extiendo mis piernas a todo dar. Bostezo con toda mi fuerza.
- ¡Qué bello día! – Expreso en medio de mi nuevo día. El cual es de descanso, por lo menos por hoy.
- Ya mañana lunes tendré que ir a trabajar. Pero bueno…Algo debo inventar. – Y mientras comienzo a planificar…Me vuelvo a estirar y a bostezar. Y lo hago con todo mi gusto.
- ¡Ah qué agradable es la vida! – Y le doy gracias al Buen Dios, que estoy sano y me puedo estirar sin ningún tipo de dolor.
- Bueno ¿qué voy a hacer con este nuevo día?
Bueno primero lo primero… ¡Me voy a levantar y a obedecer a mi cuerpo! Voy a ir al baño y hago todo lo que debo hacer. Aprovecho y me doy… ¡Tremendo baño! – Y en efecto el rejuvenecido hombre, se levanta en medio de toda su pereza. Estiró muy bien ambas piernas. Y aunque seguía bostezando y arreglándose su ropa interior. Dio una vuelta por toda su casa y se comprobó que todo seguía “en su santo orden”, chequeó por las ventanas…Y ¡todo estaba normal!
- ¡Todo perfecto! Voy al baño. – Y se dirigió hacia ese sitio. Hizo todas sus necesidades corporales y procedió a bañarse.
Silbaba y cantaba. Se le notaba muy feliz.
Una vez terminado todo esos pasos, se acercó a su cama. Y con toda su parsimonia posible, se sentó. Buscó la ropa interior y comenzó a vestirse.
- ¡Caracha negro! – Pronunció una expresión de saludo para sí mismo. Consultó nuevamente la hora…7; 26 a.m. y se dijo a sí mismo…
- …Parece que he madrugado mucho hoy… - Y diciendo esto, pensó en esta opción…
(Me voy a acostar por unos minutos…Nada mas…) – Y eso hizo. Una vez que estaba acostado, creyó conveniente estirarse, lo cual hizo. Se acomodó en su cama, en su puesto y comenzó a seguir planificando lo que iba a hacer en ese día…
- ¡Bueno hoy es domingo…Y voy a satisfacer a mi cuerpo…Por unos minutos nada mas!
…Dentro de unos quince minutos. Luego me voy a levantar y termino de vestirme.
…Hoy es buen día para ir ¡a la playa! ¡Perfecto! Descansaré unos minutos y luego me voy a preparar lo que me voy a llevar…
Pero primero voy a dormitar un ratico nada mas. ¡Uhmmmm qué sueño me está dando!
…Voy a poner el despertador…Por quince… ¡No mejor por una media hora! ¿Total? Con salir a las 8 de la mañana… ¡Es buena hora! – Atrajo para su cuerpo, colocó la hora precisa. Y lo volvió a colocar cerca…En su mesa de noche.
Se acomodó lo mas cómodo que pudo…
¡Y se durmió tan plácidamente que nunca!
A las 8 de la mañana en punto, el despertador comenzó a agitar su descanso.
Esa máquina se accionaba por cinco minutos, luego cesaba y accionaba a los minutos nuevamente.
¡Pero nada que se despertó el hombre de la casa! Siguió impertérrito su buen descanso.
Pasaron las horas. Y de repente ¡se despertó
Y se encontraba tan atormentado que de un solo movimiento agarró el despertador!
- ¡Qué bárbaro ya son las 10 de la mañana!
¡Este aparato no me despertó! ¿Será que ya no sirve? – Y con furia incontenible, lo lanzó contra la pared. ¡Trash! Sonó el ya despedazado aparato. Molesto lo observó y le dijo…
- ¡Eso te pasa por no despertarme a la hora que te dije que lo hicieras! – Y se levantó molesto. Pero era que en esta ocasión ya no tenía el empuje que tenía…Ahora la modorra lo atormentaba…Miró el reloj…10; 11 a.m.
- ¿Y ahora qué hago? Si salgo a esta hora…Ya la autopista debe estar súper congestionada.
¡Qué mala suerte tengo!  …Y tanta ganas que tenía por darme un  chapuzón…Pero ahora debo pensar en otra cosa…
¿Adónde podré ir a esta hora…? – Y siguió meditando y analizando.
- ¿…Iré a almorzar…? ¡Pero si ni siquiera he desayunado! – Observó con toda su pereza la cocina. La vio fría y desolada.
- ¿Y qué mas puedo hacer? Y si me voy a un restaurante…A esta hora, no creo que me sirvan el desayuno. De aquí a que me vista. Salga de acá. Encienda mi carro y ya son… ¡Las 10 y media de la mañana! ¿Qué barbaridad, cómo corre el tiempo en un día libre? ¿Y cuando estoy trabajando…El tiempo corre como “un morrocoy”.
¡No mejor me quedo descansando un poquito mas!  - Y eso hizo. Se levantó muy molesto de su cama. Buscó sus pantuflas. Y no las encontró…
- ¿En dónde carrizo estarán ahora…? – Se quedó pensando. Discutía consigo mismo.
Al rato logró desperezarse y se bajó de la cama…Vio con toda su calma. Seguía bostezando.
- ¡Allí están! Seguro que cuando me metí en la cama…Sin querer las eché hacia allí. ¿Y ahora…Quién será el valiente que se meta debajo de la cama…? ¡Yo no seré! – Se quedó sentado en el suelo. Con toda su tranquilidad, allí se quedó. Estaba embotado.
Su mucho sueño y pereza no le permitían agilizar tan tontos y cortos movimientos.
Se quedó mirando sin pensar. Así siguió transcurriendo el tiempo.
Aprovechó y buscó el sillón y colocó su espalda allí.
- ¡Ah qué agotado estoy! – Se dijo mientras inútilmente seguía sentado en el suelo.
Al pasar unos minutos mas, como que agarró la fuerza necesaria y en un último esfuerzo…
¡Logró empujar sus pantuflas mas cerca de sus manos!
- ¡Al fin las tengo en mi poder! – Y luego como haciendo un descubrimiento trascendental les dijo mirando con cólera…
- ¡Ustedes son las culpables de que no me haya ido a vestir y por culpa de ustedes no pude salir rápido de esta casa! – Y cogió y las lanzó fuera de su cuarto.
- ¿Y ahora…?  ¡Ya son las…11 de la mañana!
…Es muy tarde para salir a desayunar…
Y demasiado pronto para ir a almorzar.
¿Pero cómo puedo seguir pensando en ir a almorzar, si ni siquiera he desayunado?
…Y si me pongo a preparar mi desayuno…
¿A qué hora voy a almorzar…?
¡Bueno hoy es domingo! Mi único día que tengo para mí solito. – Buscó el sillón lo miró y después de cavilar mucho…Procedió a acomodarse lo mas cómodamente posible.
- …Bueno. Pensándomelo mejor…Voy a encender la televisión… - Y diciendo y haciéndolo. Comenzó a verificar canal por canal.
De repente veía algo interesante y lo dejaba mientras lo entretenía.
- Me gusta ese programa…Voy a verlo por unos minutos… - Y de tanto pasar de un canal a otro…Vio que estaba empezando una película y ahí lo dejó…
Se acomodó lo mejor que pudo y se dedicó a ver su película.
Transcurrieron mas de dos horas en su película. Y chequeó nuevamente su reloj…
- ¡Ya son las 3 de la tarde! ¿Y ahora qué voy a hacer…? ¡Demasiado tarde para ir a comer! Y de aquí a que me levante. Me vuelva a bañar. A vestirme. A ponerme los zapatos. Salir. Encender el carro. Esperar a que se caliente. Bajarme a abrir el portón…Sacar el carro. Volver a bajarme para cerrar nuevamente el portón…Me va a dar tranquilamente ¡las 4 de la tarde! ¡No! ¡No puede ser!
He perdido miserablemente ¡mi único día de descanso! – Miró con rabia todo su entorno.
Y en ese instante en la programación de ese canal, comenzaba una  nueva película…Y allí se quedó. Volvió a sentarse y se envolvió nuevamente en esa trama.
Al rato, comenzó a sentir que su hambre era intensa…
- ¿Y ahora? Tengo mucha hambre. Ni el desayuno, ni el almuerzo…Y por los vientos que soplan…
¡Ya no me apetece salir a comer a ninguna parte! Mejor voy a esperar cuando pasen las propagandas…Y chequearé en la cocina… A lo mejor tengo comida allí…
¿Y si no la tengo…? ¡Ba! ¿Qué importa…? – Nuevamente se acomodó…La película seguía su trayectoria…Y al parecer le estaba interesando mucho…Y allí se quedó.
- …Cuando termine esa película…Ya veré.
Porque si no tengo nada qué comer. Pues tendré que salir. ¡Mas tarde me ocuparé de eso! ¡Hoy es domingo…Pero igual tengo mucha hambre!  …Mas tarde veré eso…






- Google imágenes -




“¿…Qué  será  de  mí…?”



…Que será de mí…Cuando ya no esté aquí
adónde me llevarán
o seré yo el que irá…
Nubarrones oscurecen mi perfil.
Incógnitas se esparcen
Ante mí.
Respuestas lógicas y precisas
se me ausentan,
intensas luchas internas  me atenazan
pero aun así, no hay visión clara
de que sorpresas se han de desplegar…
Mis elucubraciones asaltan mi paz
No he de encontrar armonía
hasta que no se dilucide
mi porvenir.
Pienso y re pienso,
no hay alivio a mis cargas,
que aunque sean o no pesadas,
aturden mi estar tranquilo.
Aturdido y acalambrado me desgarra,
nada me apacigua
oscuras premoniciones
atenazan mi sendero,
busco azaroso nuevos derroteros
danzo por acá y en vigilia me mantienen
¿Qué será lo que me apremia?
Alguna fuerza me empuja.
¡Qué desgracia se cierne sobre mí ser!
Descanso me apremia,
pero agotado y confuso me sostiene
la fe de que algo bueno ha de aparecer.
He de circular sin ver, sin sentir algo bueno ha de ser,
solo en constancia me sostengo
tanteando dentro de mi ceguera,
he de adelantar o de retrasar,
eso no lo sé…
Solo sé que andando he de ir

o a mi principio o a mi final… 

Cuando lo creíble entra dentro del mundo: Increíble.








Creíble increíble”


…Existen  situaciones  distantes  en  nuestros  entornos…
…No controlamos…No asimilamos…La inacción  es…
¿Será  nuestro  entorno  o  en  ella  “vivimos”…?




¿Será la luz la que me guie o la oscuridad me hará esa diligencia?
Quisiera conciencia obtener, como para distinguir lo tangible de lo ficticio…
Sería excelente encontrar la excelencia.
Visible ante lo invidente.
Palpable a lo no tocado.
No distingo la línea divisoria.
Desconozco el principio, la mitad o quizás su final.
Aunque muy adentro de mi propio ser, me indican que solo ¡no estoy! Me angustio.
Me irrito. Aunque esta “irritación” qué digo sentir o poseer, no logro discernirla en todo a mi alrededor…Presiento que radica -¡y no sé en dónde!- En algún sitio andará…O anidará.
¡Algo me ha empujado!
Me aterra pero así es.
¿En qué problemón estoy metido? 
-O me habrán encapsulado- No discierno nada al respecto.
El golpe deja mella en mis carnes.
¿Mis carnes?  
Mis carnes…Serán flácidas o estarán endurecidas, o ya no recubren mis huesos.
…Pues ni lo sé, ni me lo explico.
Pero ¿cómo podré saber algo que no entiendo? Escapan de mi comprensión.
Me obnubilan y me enloquecen.
¿Pero cómo me podrán enloquecer…Si no hay concordancia en nada de lo que me rodea o bordea…?
Deliro sin suspiro. No hay percepción alguna.
Pero cómo he de sentir, lo que aún no me ha tocado. Nada he sentido.
En nada me han consultado.
Ignoro hasta mi propia sandez. Mis desatinos.
¡Ay qué cosas de características estúpidas que nos agobian y enloquecen!
¡Y es que nos martirizan y se mofan de nuestras boberías!
¡¿Y quién nos tomará en serio, en medio de nuestra estulticia?!
¿Y por qué perdemos nuestro tiempo en cosas tan banales y nimias?
Acaso he de tomarme en serio, ¿en medio de tanta mediocridad?
No me mofo de mis “insinuaciones” y si he de hacerlo, tampoco en conciencia ¡lo hago!
No estoy inconsciente, como tampoco comprendo ni lo siento dentro o fuera de mí…
¡Si, sentí ese horrible efecto!
Cosa que aún no asimilo.
Ni puedo cuantificarlo.
Como tampoco aprecio alguno he de tener.
¿Y por qué he de apreciar lo que no poseo?
…Y si lo poseo o no, tampoco es de mi incumbencia.
Desconozco mis interioridades.
Quisiera obtener sapiencia…pero ¿cómo se ha de sentar una cucaracha?
¿Cómo?
…Y si lo puede o no puede…
Tampoco aprecia mi interés.
Por lo que lo descarto ¡en el acto!
…Y a propósito…No he apreciado su presencia. Tampoco me intereso en “eso”

He de reconocer que en un principio, algo se despertó…


¡Epa Isidoro"




- Google imágenes -




“¡Epa Isidoro!”



En mis recuerdos aún quedan las escenas con Isidoro. Y digo que quedan porque en verdad él fue muy cercano a mí ¡claro está en su época!
Ya hoy han transcurrido muchos años desde ese entonces. En mis reminiscencias están cuando supe que en “ese entonces” él pretendía a una de mis hermanas.
Era un poco mayor que yo. De piel blanca.
Se peinaba echándose todo su pelo del lado derecho. El color de su cabello era mas bien claro, podríamos decir que era de color: chele o mejor dicho como dicen por estos lados…Catire.
De contextura mas bien fuerte, y con algo de panza. No era muy alto, pero tampoco era un chaparro o enano. Su porte era muy elegante.
Hábil conversador. Con hilaridades espontaneas. Muy ocurrente y de hablar muy rápido y coherente.
En estos momentos lo podría catalogar como un hombre de principios, fiel a sus amistades y pronto a colaborar en todo lo que él pudiese.
¡Pero bueno! Sigamos con las aventuras que en ese entonces nos ocupa. He narrado que pretendía a una de mis hermanas (Mariana) y como era lógico…Yo siendo el hermano mayor pues de alguna forma u otra, tenía que tomarme en cuenta. Máxime que tenía preponderancia sobre Mary y de alguna u otra forma…Debían de tomarme en cuenta.
¡Cosas de la vida! Isidoro tenía una novia de esas que no se pueden olvidar, como tampoco deslastrarse de ella. De esas que se te pegan como una gomina.
Es mas, todos en esa urbanización ya los habían asumidos como “inseparables” (puesto que ya mantenían por muchos años esa relación de noviazgo…Y era como un elemento a nunca olvidar.) y es que ella…No aceptó de buen grado esa separación.
Pero era que este amigo en cuestión al ver por primera vez a mi hermanita…Pues decidió romper su “ya armonizada” y antigua relación.
Cosa que hizo  -y lo hizo visible a todos nosotros-  desarrollando una tensión entre los involucrados.
Por mi parte, yo no estaba muy interesado en esos menesteres, puesto que tenía mis propias iniciativas muy mundanas con unas amiguitas que en ese entonces merodeaba, pero de una forma u otra…Me involucraron.
La cuestión es que ya era del conocimiento de todos que Isidoro y su antigua habían roto y ahora se había “empatado” con la hermanita en cuestión… ¡Quedando la antigua “como novia de pueblo”!
Una buena tarde, me llegó a mi poder un papel muy bien doblado e iba dirigido a mí persona.
Extrañado lo abrí, con cierto interés ya que el amigo que me lo entregó me aseguraba de que me lo enviaba “una que estaba loca por mí” ¡y por supuesto que me agradó!
Al abrirlo pude leer lo siguiente:
“Fulano… ¡Te amo! Y no puedo seguir viviendo sin estar contigo. Te voy a esperar en la esquina de la vereda “tal por cual” a las 6 de la tarde. ¡No faltes! Te voy a estar esperando con un ramillete de flores.
Atentamente: “¡Tu loca enamorada!”
Ciertamente que mis piernitas comenzaron a temblarme. ¡Estaba anonadado! ¿Quién sería esa loca que me enviaba esa esquela…Quién…?
¡Y el muy desgraciado “correo” jamás me lo quiso revelar!
Y por mas que le insistí. Que lo conminé…Se negó siempre.
Y me respondía: ¡No estoy autorizado! Y lo único que requiero es tu respuesta: ¿Vas a ir? Para avisarle a ella. Te notifico que está “loquita” por tu amor. ¿Cuál es tu respuesta?
…En mi mente circularon varias…. ¿Será Sofía Loren…O Brigitte  Bardot…? ¿Será alguna de ellas…?
¡¿Qué carajo te cuesta decirme Quién es…?!
¡No te lo voy a decir! – Me alegaba. ¿Total?
Tenía que responderle… ¡Y le dije que sí, que acudiría cual Romeo enamorado!
Mi corazón se aceleraba rápidamente al verlo que se retiraba corriendo. ¡Ya le va a decir a “mi Dulcinea del Toboso”!
Me quedaba menos de una hora.
¡Corrí a bañarme y a perfumarme!
Me eché bastante brillantina en mi cabello y me hice el mas seductor de mis peinados.
Me miraba constantemente al espejo.
Y hasta llamé a “mis asesoras” que eran mis propias hermanas. Y todas me preguntaban ¿quién sería…? Pero en mi seriedad, les respondía…     Que mas tarde les contestaría.
Una de mis hermanitas me hizo esta intrigante interrogación: ¿…Y si es una broma…? ¿Y si es…Una trampa?
¡Chanfles! Me detuve a pensar en esta opción.
Es posible que alguno de mis “amiguitos”…
¡Los muy desgraciados…Y esos si que son capaces!
…El caso es que me hicieron dudar. ¡Y es que empecé a desconfiar de ese “papelito”!
¿…Y si es una vieja tuerta, hedionda y fea…?
Agregó al baúl de mis sospechas otra de mis hermanitas…
…Puede ser… -Le confesé ya que me encontraba inundado entre tantas dudas…
Me senté a meditar. Y decidí “asesorado” por mis hermanas a que era mejor…Irme no por el lado que había decidido…Sino a “bordear” esa esquina de manera que pudiese “capturar” si era una broma pesada…De mis delincuentes y malucos amiguitos…O si se trataba de “una vieja bruja”… ¡¿O qué sería…Ah…?!
Y así lo hice…
Tuve que recorrer varias cuadras…A tientas iba. No quería ser descubierto.
Me escondí entre unas plantas   -que por casualidad de la vida-   allí se encontraban.
…Y esperé. ¡Esperé!
…Y solamente pude ver…A la antigua novia de Isidoro. ¿La antigua novia de Isidoro…?
¡¿Esa loca quería “empatarse” conmigo…?!
…Y es que me costaba comprenderlo…
¡No podía ser!
Esa loca me quería a mí…Para olvidarse o restregarle a Isidoro… ¡Está loca!
…Y corrí desaforado…No asistí.
Y cuando llegué encontré a mis hermanitas esperándome…
¿Qué te pasó…?
…Era la que “fue” la novia de Isidoro…Les respondí. Todas asombradas se quedaron y se miraban unas a otras, mientras furioso entré a mi casa.



¿Qué me puedes enseñar tú...? ¡Que ya no sepa!









“¿…Qué me puedes enseñar tú…?
¡Que yo no sepa!




Así me sonaban tus palabras,
cual  mazo desprendido.
Y si bien cierto es…
también lo es el que por mi poca experiencia…Algo te decía.
No es por pavonearme…
Pero  ¿qué malo habría…?
Cuando en mi corta sabiduría
ante  ti eso  te  expresaba  pero con
“tu seguridad”  afirmabas lo que no sabias.
El tiempo que todo lo cura y todo lo sabe,
su balanza inclinó…
silencio es prudencia…
Aunque no siempre así sea
pero es que cuando un hombre te habla
no siempre te miente y menos cuando en su hablar trate de enmendar lo que no ha hecho.
Bien cierto es, que muchos de nosotros tocamos en donde no deberíamos…
Pero no todos “iguales somos”
aunque muchas de ustedes así lo afirman.
Ya hoy muchos años han transcurridos
y sus efectos ya sabemos
no todo lo que brilla oro es, pero también cierto es que por no brillar…Opaco no somos.
Bueno en cuenta tener  es
que así como las apariencias siempre engañan,
cierto también es que por ser iguales en nada nos parecemos, lupa es imprescindible utilizar para en la trampa no caer,
ya que en arenas movedizas nos movemos…
Pero es que en tierra firme…

También resbalar puedes y el golpe ha recibir muy duro lo sentirás...


Cuando lo increíble se hace creíble y lo creíble...Increíble.











Creíble increíble”


…Existen  situaciones  distantes  en  nuestros  entornos…
…No controlamos…No asimilamos…La inacción  es…
¿Será  nuestro  entorno  o  en  ella  “vivimos”…?




…La oscuridad reinaba…Silencio repentino. Ausencia de vientos.
Todo seguía en una absurda y terca monotonía.
Mirar y no ver. Observar y no captar.
¡Qué irónica e ilógica es esta existencia!
Esperar  sin conciencia de ello. Analizar sin saber, como tampoco sentirlo.
Y esa espesa neblina que me amargó todo.
Me sentí desprotegido de nuevo.
Pero lo enigmático es que esta oscuridad, está demasiado acentuado.
¡Todo en extremo!
¿Pero para qué estar consciente…Si estoy ausente…?
Todo me parece igual. Hasta el hastío es apreciado, sin concepción ni ambigüedad.
No logro ni verme mis propias manos.
Esto me inquieta profundamente.
¿Pero para qué me angustio?
¿Será que mi anomia…Me hace sentir displicente?
No me atrevo a moverme, a pesar de que me están “empujando” a hacerlo.
Hay cosas  que no logro asimilar.
Y el que me estén empujando es una de ellas.
Porque… ¿Para qué esa insistencia…?
Me resisto, aunque cuando sé que mis fuerzas no se equiparan.
Cedo, obligado. No por que quiera hacerlo.
Pero…En verdad mas me inquieta mi mutismo. Mi inacción.
Y el saber que me da igual el ser, como el no serlo. No pretendo entender.
Me atenaza fuerzas desconocidas.  
Ni las veo, como tampoco las percibo.
…Pero aquí radican. Siento la omnipresencia de lo desconocido.
Estoy hecho un manojo de dudas, aciertos y contra aciertos. Ya perdí mi furor.
La indecisión y el terror cunde nuevamente en mí ser.
¿Qué se supone que deba hacer ahora?
Si en nada me animo.
Al contrario, mi procura queda en el éter.
En alguna porción aún desconocida y preterida.
Intento lo que no logro cuajar. Mis otrora “fuerzas”  huyen despavoridas –pero yo no puedo hacerlo- me afincan en donde no deseo, me  aprisionan con demoledora insistencia.
Me he quedado como una estatua.
Rígido como una estaca.
Y aunque no me siento ventilado, tampoco me encuentro cómodo.
Miro pero nada veo. Palpo con mis manos…Pero temiendo encontrarme con alguien en plena acción… ¡Gracias a Dios! ¿Dios? ¿Y qué figura ha de tener?
No logro captar, como tampoco asimilar.
Vivo y no me encuentro.
Y no me angustia, pero tampoco me alegra.
Ni emoción alguna se ventila en mí.
Que  no percibo nada físico -¿Pero qué es “físico”? Ya perdí esta noción- Pienso que muchas cosas ya están atrofiadas –en mí- cuerpo o en mi ser.

¿Estaré consciente o la inconciencia ha hecho mella en mí…?