“Antes el escándalo llegó otro centenario”

Todo era confusión, al parecer los “diablos estaban alborotados” y fui testigo de cómo se llevaban al empleado de don Ramón, cuyo rostro denotaba el profundo malestar en que se encontraba imbuido.
Traté por sobre todos los medio “pasar desapercibido”
Pero a pesar de mí esfuerzo…El me miraba con desdén. Y en mi forma de pensar, me decía a mí mismo: “¿Y a este viejo ramplón…Qué le habrá picado en mí contra…? –Pero lógicamente no me atreví a hacer público lo que por dentro pensaba…Eran mis propias elucubraciones y mientras las tenga ocultas: ¡son mías! Mantuve mi boquita muy bien cerrada, pero con mis ojos totalmente abiertos y a la expectativa.
- ¡Jefecito…Sálveme yo le prometo que jamás volveré a abrir mi jetota! – Apenas escuché decirle mientras lo llevaban sujeto por las cuatro extremidades…Pero no le habían tapado aún su boca, prontamente uno de los tantos que lo llevaban se la tapó, don Ramón les gritó…
- ¡Abran una de las urnas (Para los muertos, recuerden que estamos en una Agencia Funeraria…) y metan allí a ese desgraciado…Y pónganle teipe unas dos veces y después busquen tirro y lo vuelven a recubrir!
¡Cállenlo de una buena vez!
…Si no pueden, tendré ¡que meterle un balazo en la jeta yo mismo! ¡Cará Carmelin…Que buena vaina me has venido a traer!
…En tiempos como en los que estamos viviendo…Es mejor hablar por señas o en pensamientos… - Y mirando hacia la calle, arrugó mas fuerte su ceñudo rostros y dijo casi en susurro…
- ¡…Allá viene a meter “su hocico” el Domingo…!
¡Ya se montó la gata en la batea…!
¡Ahora si que nos vamos a meter en peo! – El tal Domingo era otro de los centenarios…Pronto me vi envuelto entre tres centenarios.
Domingo era un ex bodeguero que ya hastiado de su bodega de toda la vida, decidió vender todo su fondo comercial y decidió alquilar todos sus locales comerciales y hoy estaba ya viviendo de sus “rentas” mas de sus pensiones que el gobierno le había otorgado. Hombre ya viejo y archi conocido por todos los lugareños. De tez blanca, muy blanca con un bigotito rapadito, muy fino que le cubría el labio superior de mirada nerviosa, gordito, chiquito y de piernas cortas.
De hablar algo reposado y de acento muy pronunciado de su gochilandia (Los Andes venezolanos.) los que lo conocían pronunciaban a sus espaldas de que era un hombre de tendencia muy violenta y que era un acérrimo seguidor del gobierno y que no mascaba en verse envuelto en cuanto pleito le cazaran con tal de defender su tendencia abiertamente “izquierdista” y por esa razón el pobre “funerario” se asustó al verlo llegar, quizás en sus pensamientos asumió que detrás de este personaje…Vendrían los “tombos violentos” y que pronto se derramaría sangre inocente en su propio negocio, don Carmelo se inclinó hacía mí y me hizo señas de que me apartara y me pusiera detrás suyo, mientras me susurraba…
- Peligro…Peligro…Mejor se me queda calladito… - Me sentí mas aprehendido que de costumbre, pero lo que mas me impresionó fue el temor contagioso de este par de señores, por lo que me decidí a “hacerme mas transparente”…Pero claro ¿Cómo podré lograrlo…?
Y en medio de todo ese mare mágnum…comencé a meditar –muy dentro de mí mismo- yo estaba en una conversación informal con don Carmelo…Pero no nos habíamos percatado de que muchos oídos nos estaban escuchando…Bueno mas a él que a mí, por cuanto yo casi siempre me mantuve fue escuchándolo –Pero si nos llevan preso, no podré eludir mi responsabilidad, preso iré también- Pero a nadie vi pendiente de nosotros…
Y resulta que aparte del dichoso don Ramón y todos sus empleados…
¿Cuántos mas nos habrán escuchado…?
¿Y cuales eran nuestras posiciones…? Don Carmelo es –según mi propia apreciación- uno mas del inmenso montón, que siempre desea estar enterado de todo cuanto acontece en nuestro país y que al igual que yo estamos indignados de ver como los cuerpos represivos del estado están eliminando a nuestros estudiantes tratándolos como: “objetivos militares” y endilgándoles una vulgar etiqueta de: “guerrilleros”
¿Don Ramón…? Un comerciante de los tantos y tantos que aunque le preocupa su entorno, simplemente desea que lo dejen seguir trabajando.
¿La del Iván…? Es si que es un “pata en el piso” que está además de indignado, está presto a tomar las armas y a salir a matar a cuanto colectivo, cubano o a la misma guardia nacional (Por eso es que don Ramón lo mandó a callar y a que se lo llevaran amarrado.)
¿La del resto de sus empleados…? Todos asustados y sin saber qué hacer…Para no meterse en problemas y poder seguir viviendo tranquilamente.
¿Don Domingo…? ¡A ese le tienen miedo todos los presentes! Ya que saben que en mas de una ocasión se ha “echado al pico” a cualquier “contra-revolucionario” (…Como lo soy yo…Claro en secreto –Por si acaso-  ya sabemos como están las cosas…)
- ¡Shhhh se me mantienen callados todos! – En susurro nos indicaba el propietario, quién no podía ocultar su inmenso temor…Ante el peligro inminente…
¡De repente se escucharon las sirenas de la policía…!
Brotó la “piel de gallina” –por lo menos en mí- y se que en ellos también, ya que se movían con mucho terror.
En el frente tanto de una vía como en la otra, se estacionaron varios convoys repletos de toda esa pléyade que en el día de hoy ostentan los chapistas.
El ya mencionado Domingo, les hizo señas.
Se les notaba muy furiosos y andaban en “son de guerra” y fue cuando noté que los tres estábamos pegados a la pared –claro literalmente hablando- ninguno se atrevía a seguir hablando…Tan solamente estábamos contemplando todos los hechos que con velocidad vertiginosa se estaba desplegando ante nuestra presencia, don Carmelo susurró muy quedamente…
- …Nos sapearon….
- ¡Por andar de babosos! – Le respondió don Ramón…
- ¿…Pero quién…?
- ¡Ya te dije que cualquiera puede hacerlo…!
- …Pero si no estábamos hablando nada en contra del gobierno… - Razonó don Carmelo, y en el acto el otro antiguo le espetó…
- ¿Qué no…? ¡Y quién podría acusarte?
- …Ahora nos convertirán… ¡En carne molida!
- “Nos convertirán” ¡es mucha gente! ¡Yo no estaba con ustedes!
- ¿…Pero si yo no estaba “incitando a nadie”!
- ¿…Qué no…? ¡Yo mismo te escuché!  y si me preguntan: ¡…Tendré que decir la verdad…!
- …Y… ¿Me venderías…A mí: que soy tú hermano…?

- ¿Mi hermano? ¡Ni te conozco!








“Conversaciones con don Carmelo
…Y entra en la misma don Ramón…..”



- …La vida trae sus “misterios” ¿No es cierto?
(Lo miraba mientras hablaba, pero en eso me percaté que  don Ramón nos está viendo de lejos y por su ceño fruncido, comprendo que a lo mejor con mi presencia, como que le está causando una especie de “estupor” –y digo que yo,  por cuanto soy el único extraño en esta conversación- Y es conveniente apuntar que ese viejito es nada mas y nada menos que el dueño del local en donde casualmente estábamos reunidos.
El caso es que esta “mirada” me traumatizó. Y por medida inmediata, preferí guardar un “bajo perfil” –y la razón es muy sencilla: Me puede correr de su local.- Pero don Carmelo al verlo, hizo lo contrario a lo que yo hice… ¡Se aceleró!) 
- ¡Si chico! Mirá ya tengo 87 años como ya te lo he dicho varias veces…
Y sin embargo día que pasa, voy llegando a la siguiente conclusión…
¡Qué jamás descubrirás todos los misterios de esta vida!
Y que por los muchos años o los pocos que tengamos de vivencia…La vida es la vida…
¡Tantas y tantas historias y comiquitas que me ha tocado vivir!
…Que si yo conociera a un escritor… ¡Sacaría libros y libros de todos mis casos!
¡Porque yo si que he vivido y lo he disfrutado…A plenitud! Ji, ji, ji, ji…. – El propietario es un anciano –Y no se precisar si era mayor o menor…Como tampoco se qué tipo de ascendencia tenían estos centenarios.- Se presentó con la panza a plena luz, y su franela la tenía recogida de tal manera que su protuberancia era mas que notoria. 
Es de tez blanca, muy blanca. De mirada perdida, pero de rostro sumamente severo.
(Me incomodaba su presencia, ya que me miraba de reojo…)
El pantalón era tan viejo como su portante. El rache del mismo estaba abajo.
Y se visualizaba su ropa interior. (Que por cierto…Dio la impresión de que en alguna época fue: Blanco.)
Y en vez de una correa, se sujetaba la misma prenda con un mecate grueso de color amarillo –Que no se con qué combinaría.- Por calzados iba con una chancleta en su pie derecho con esa que llaman: “Raja dedo” y en el otro pie, otro modelo, y en este caso fue una de las que utilizan los indígenas llamados: “Goajiro” y se presentaba “como Pedro en su casa”
(Y me pregunto yo: ¿Cómo ese viejo decrépito se presenta vestido de esta forma?
¡Por Dios! Que si no hubiera sabido que ese ciudadano es dueño de ¡Tremendo Local! –Y en donde funciona  una Funeraria con varias Salas Velatorias todas en funcionamiento - En donde en teoría “debería”….ir mejor vestido…
Pero pensando yo, al verlo llegar…Que si yo no conociera que es dueño de tremenda fortuna. Dueño y Señor de muchas propiedades. – Con toda seguridad, hubiera sacado algún dinero de mi pantalón y en algo lo ayudaría para que pudiera sobre llevar su…necesidad. Digo yo.)
El caso es que mi parlante amigo, como que se me envalentonó, mientras yo me sentía profundamente cohibido.
Di un paso obligatorio…Hacia atrás…
- Ya que puedo estar en territorio hostil…- Don Ramón llegó como el “Chivo del corral” y en su forma de saludo trató de agarrarle “el aparataje” y diciéndole…
- A ver…A ver que hay por aquí… ¿Ese pájaro ya no pía…?
- ¡Ese pájaro ya no remonta mas vuelo!  …Y ya de allí no se moverá…
- ¡A vaina Carmelo! ¿…Entonces ya no sirve para nada…?
- ¡Ya hizo lo que hizo…Y de allí….No se moverá! Ji, ji, ji, ji…  (Y si me llegan a echar la culpa de que dejé hijos por allí… ¡No lo se! Ya no funciono…Solamente lo tengo: Para orinar….)
El millonario me miraba de reojo, buscó un mejor sitio en donde acomodarse y medio en risa, le preguntó a él…
- ¿Y quién es este…Tu nuevo macho? – Quedé perplejo. Al principio me ofendió esa pregunta, pero al instante ambos centenarios soltaron a reírse a carcajada limpia, quedando en medio de estos dos.
…Ya no supe qué actitud asumir.
- ¿…Entonces “Carmelita” ya te conseguiste quién te “pegara”?
- Ayyyy  Ramoncita…Ve que vos no me aguantáis un coñazo mío… - A lo que el aludido se puso en guardia para esperar la promesa anunciada.
- ¿…Y que se estará creyendo esta mariquita…?
- Ji, ji, ji, ji….
- ¿Y qué tu macho no te defiende? ¿Tan solo te…Puya?
-  Ayyy viejito periclitado y ya obsoleto… ¿Y qué venís a reclamar aquí…?
Los dos se quedaron agarrándose las manos como para impedir que el uno golpeara al otro.
Yo me quedé como todo un baboso, mirando hacia él y hacía el otro, y seguramente que mi sonrisa se quedó seca, ya que hasta yo mismo me di cuenta…Procedí a cerrarla. Pensando que en boca cerrada, no entra mosca alguna.
Pasaron unos segundos y ya hasta ellos mismos decidieron que ya habían pasado los “jueguitos” y que era el momento de hablar…
- ¿Y qué estaba hablando este viejo baboso…Ah?
- ji, ji, ji, ji…
- Mire señor… - Dijo mirándome con la mayor gravedad posible. - ¡Este ancianito que ya está mascando el agua!  …También masca otra cosa…
- ¡No puedo: Se me caen las dos planchas! Ji, ji, ji, ji…
- ¿Ah y ya estás usándolas…?
- Todo el tiempo…Menos cuando me voy a dormir…Las dejo en un vaso con agua al lado de mi camita…Ji, ji, ji, ji… Pero… ¿Y las tuyas?
- ¡Yo no uso esas pestilencias!  …Pero apartando este tema…Te estaba escuchando viejito buenón…Y te voy a decir: ¡Dejá de estar incitando a la violencia!
- …Y… ¿Cuál violencia? Si lo que estamos hablando es de muchas cosas menos de “eso”…
- Ve: 38 muertos van ya. Miles de detenidos. Mas de 40 casos de torturas certificadas por el Foro Penal Venezolano.
- ¿…Verdad chamito…? – Le respondió don Carmelo, y yo miraba al otro y pensaba: ¡Qué de cosas tiene esta vida! Estos dos centenarios, se tratan como si fuesen dos críos… -Guardando la distancia de mí parte-
- Sí papito lindo…Y ya vos son muy viejito ya, así que deja de andar “alborotando” el avispero. ¡Porque si te persiguen…Te agarran allí mismo…Paradito!
- ¿Y te estás creyendo que no se defenderme? ¡Yo soy un hombre y el guardia que me venga a hacerme algo…!
- ¿Qué vas a hacer?  ¡…Ya estás “masticando” el agua! ¿Qué podes hacer…?
Se están llevando a estudiantes que están repletos de vida, que pueden correr, saltar, brincar ¡y todo! ¿Y vos crees que no van a poder con vos? – Lo retaba cacheteándolo en plena cara, en forma jocosa claro, pero lo estaba haciendo.
Don Carmelo lo esquivaba torpemente, y a la final le respondió…
- ¡Qué se atrevan…Aquí hay un: Macho plantado! ¡No tengo miedo!
- ¡Este está  envalentonado porque tiene a su “macho” aquí presente! – Le dijo a otro que andaba con él, que aparentemente era uno de sus empleados. El cual se acercó rápidamente y agregó…
- ¡Déjelo quieto! que cuando lo “metan de cabeza” en una de esas celdas…Que están full de violadores y asesinos…Allá se lo van a meter y lo van a llevar “remolcao” por todas partes… - El mal vestido le agregó casi al instante…
- ¿Y eso es lo que le hacen a los que meten preso por “insurgentes y guerrilleros”?
- ¡Eso y mas! …Le abren la bocota…Con planchas o sin ellas y…
- ¡Chico no le digas eso!
- ¿Por qué? Porque: ¿Se va a entregar él solito?
- ¡Claro no lo estés alentando mijo….!
- …Vea “Carmelito” y se lo estoy diciendo con el mayor respeto que una persona de su edad, se debe merecer… - Le dijo con mucho preámbulo el nuevo integrante a esta conversación… - …El gobierno no está ¡respetando a nadie!
- …Pero: ¡Si yo no estoy diciendo nada malo!
- ¡Si lo estás haciendo! Y déjame agregarte esto: ¡Basta que cualquiera haga una llamada! ¡Una sola llamadita y diga…Aquí hay un guerrillero “ya viejito” ¡pero guerrillero al fin! Y está en Plena Avenida…Y está vociferando y llamando a: ¡La Rebelión!
¿….Y que creéis vos que te va a pasar…?
- ¡…Pero si no estoy diciendo nada…!
- Mira ancianillo decrepito…Si a mí me viene ahorita mismo el gobierno (Que no está mascando nada, para ¡caerle a pepazo a cualquiera!) Y me pregunta: ¡Señor Ramón (Mister, mister Ramón…Como que se oye mejor…)
…Dígame usted: ¿Es cierto que este “ciudadano” está incitando a delinquir…?
¿….Y qué creéis vos que yo le pueda responder…Qué les mienta…?
…Y pongo de testigo a…Iván… ¡Que está aquí mismo presente!
¡Aja Iván…! ¡¿Qué les vas a responder?!
- Bueno jefe, ¿y qué mas podré decirles…? La verdad. Por la verdad murió Cristo.
- Ji, ji, ji, ji…
- La cosa está tan fea que estamos llegando al momento (Triste…Pero ya estamos allí…) en que cualquier pendejo…Agarra el teléfono y ¡te denuncia!
…Y la verdad es que –Y no te estoy echando de mí negocio.- te estás poniendo en demasiada evidencia…
- ¡Aunque yo le digo a todos –en especial a usted jefe, y perdóneme por lo que voy a decir… ¡Pero es que no me aguanto mas!- Aquí lo que tiene que haber es ¡mas guarimbas y mas guarimbas!
- ¿Y…Qué le habrá picado a este? ¿Te volviste loco…O es que te está contagiando Carmelitus…?
- No jefecito, no. ¡Al pan, pan y al vino, vino! ¡Ya basta que los colectivos y la guardia nacional estén matando y masacrando a su propio pueblo! ¡Ya basta!
¡Llamemos a la revolución de inmediato!
¡Las condiciones ya están dadas!
¡Basta de represión…De asesinatos…Ya basta!
Yo estoy de acuerdo a ¡que nos armemos todos! ¡Y tumbemos a este gobierno corrupto…! – Su jefe no lo dejó terminar…Le puso su mano sobre la boca impidiéndole que se pudiera expresar y comenzó a llamar como un loco al resto de sus empleados…
- ¡Hey vengan todos y llévense a este que el Carmelius me lo volvió loco de remate!
Pronto se movilizaron una media docena de sus obreros y lo ayudaron a sujetarlo.
- ¡Loco! ¿Te volvió loco este viejo chiflado…?
- No jefe. No es así. ¡Es que me da mucha rabia ver como están masacrando a nuestros muchachos! ¡Algo debemos hacer nosotros, digo yo…!
- ¡Llévenselo bien lejos de por estos lados! ¿Y qué estás buscando…Ah?
¿Qué nos cierren la “taguara”…Que nos boten a todos juntos a un calabozo…Y si me violan a mí…Ah? ¡Este lo volvió desquiciado, este viejillo revoltoso!
¡Ana dale la semana libre a este contagiado por Carmelito! – Le gritó a su secretaria.
- …NO…No patroncito yo le prometo que me voy a portar “bien”…Déjeme quieto estar…
- ¿Seguro? ¿No te va a volver el “ataque de demencia” Ve que lo “senil” de que se pega…  ¡Se pega!
- Ji, ji, ji, ji…
- ¡Palabra! Patroncito…Me voy a portar bien de ahora en adelante… -  Lo miraba como con “espanto”, no confiaba del todo en su subalterno, pero accedió ya que lo vio mas sereno.
- ¿Están masacrando? ¡Sí! Hay videos, fotos y hasta evidencias por doquier.
¿Están matando sin mirar a quién…? ¡Si! Llevan ya que se sepa: ¡38!
¿Están violando todos los derechos humanos…? ¡Sí! Hay mas de 40 casos ¡ya listos!
¿…Es que aquí estamos en un “Estado de Derechos”? ¡No!
¿Es acaso esto una: “Democracia”? ¡No, claro que no! ¡Ya todos lo sabemos!
…Pero Carmelius… ¿Qué podes esperar de esto? ¿…Qué…?
…Ya estás “bien  pasadito” de añitos…Criatura de Dios…
¿Demostrar qué aquí no mandan los que dicen “mandar”?
¡Mijo lindo…Quedate quieto…Por Amor a Dios!
- ¡Es que Ramoncillo…Aquí no están los que debieran estar…!
- ¡Es que! ¿…Y qué querés demostrar…? ¡Aquí mandan los cubanos: Fidel y Raúl son los machos que mandan! ¿Y eso ya lo sabemos todos! ¿…Y…?
- …Jefecito…Permiso para agregar algo… ¿…Puedo…?
- ¡Ana! ¡Muchachotes…Llévense a este pedazo de loco! – Los que allí aún se encontraban lo sujetaron con fuerza y se lo llevaron a rastras.
Yo me quedé parado, sin saber ni que decir, ni que hacer. Preferí seguir guardando mi prudente silencio…Pero ya los benditos ánimos estaban muy recargados…












- ¡Chico no hay “pero” que valga! ¡Es que no hay excusa posible!
…Y a mí en lo personal no me gusta dialogar con ignorantes.
…Y pienso que vos no lo soy. ¿O me equivoco…? – Me miraba con ojos de “no me gusta este tipo” y yo me vi precisado a tener que fijar mi posición al respecto.
- No. No yo leo… - Me miró por largo rato para después concluir con…
- ¡Uno siempre tiene que estar muy bien informado!
¿Y por dónde mas? ¡La Prensa! (Uno no debe dejar de llevarse por los comentarios que se escuchan en la calle…No señor. Hay que leer y mantenerse al tanto de todo.)
¡Hay que leer la prensa todos los días, para estar uno muy bien informado!
Ve…Yo prefiero dejar de comer… ¡Antes que dejar de leer! – Me sentí incómodo, ya que en lo personal claro que leo…
Pero no me gusta leer los periódicos locales, porque me parece que tan solamente te informan de lo de acá.
Yo prefiero leer los nacionales o meterme a la Internet o por la radio, que aunque a pesar de tanta censura…Por lo menos “entre líneas” yo me voy enterando.
Pero preferí no entrar en “dime que te diré” con él.
(Y  me quedé como “muchacho regañao” por su padre.)
Así que me quedé esperándolo mientras él buscaba con nerviosismo la información que sustentaba su tesis.
- …Por aquí estaba…Ya va… - Hojeaba con detenimiento cada página extendida por él.
Una página y luego la otra…Y nada que aparecía. Con furia cerraba las hojas, para luego extenderlas al recordarse de algo…
Y así estuvo unos cuantos minutos…Imbuido en su lectura, a pleno sol.
- ¡Ah vaina chico! – Me dijo alzando su voz que se estremeció todo a su alrededor…Pensé que ya por fin había conseguido el dichoso artículo…Y me dijo…
- ¡Vos sabéis que mi primera novia…! ¿Ya murió? – Confieso que me quedé en una sola pieza. Y seguramente que mi rostro le denotó incertidumbre y hasta sorpresa.
Volvió a su periódico y me repitió…
- ¡Chico que mujer tan bella y estaba “buenísima”! – De repente bajó las hojas y se me quedó mirando como para leerme mis pensamientos, creo que no los adivinó; puesto que yo lo que estaba era anonadado…
¿Su primera novia…? ¿Y todavía se recuerda de ella…?
Mi asombro era mayúsculo. ¡Hasta se me había olvidado qué era lo que andaba buscando en su patiquín!
Meditaba: Este señor tiene 87 años…Se le ve y se le nota que los muchos años por supuesto que han hecho mella en su cuerpo y en su organismo…
¿…Pero cómo puede tener el “guáramo” suficiente como para evocar esos recuerdos…?
¡Asombroso! En verdad que me ha dislocado y me ha movido mi piso personal…
- …Pero don Carmelo… ¿Usted afirma que esa  mujer fue su “primera novia”?
- ¡Claro que si! Y es que me la recuerdo como si la hubiese visto ayer…
¡Ve…Ve para que no creáis que te estoy mintiendo! – Y doblando con todo el apuro, me enseñó el nombre de una fémina en su obituario.
Alcancé a leer…Pero confieso que a mí…Pues nada me decía.
Pero a él…No.
Pasaba sus dedos por encima del nombre impreso de la ya difunta…
- ¡Era tan bella! ¡Yo la amé muchísimo! – Me confesaba en la medida que con su tacto ansiaba permutarse en ella…
Al pasar unos minutos de estar extasiado en sus recuerdos, bajó las ya dobladas hojas y me dijo…
- …Pero no entiendo…No logro entender… - Y se quedó mas ensimismado que de costumbre. Pensé que se me había ido en los laberintos de su pasado. Y luego me miró con mirada muy extraviada…
- Yo la tuve que abandonar… ¿Y sabéis el por qué? – Yo le alcé mis hombros…Porque: ¿Cómo voy a saberlo yo…?
¡Si apenas lo estoy conociendo…!
¿Será cuánto…Un año?
…Pero es primera vez que entablo una conversación mas o menos larga con él…Siempre nos hemos visto en la calle y casi siempre, hablamos unos minutos y nos despedimos. Así que me quedé en la profunda divergencia…
- ¡Nunca me lo quise dar! Y llegó otra y me lo dio y me fui con ella, cuando nació mi primer hijo.
- ¿…No se lo quiso dar…?
- Nunca. Ji, ji, ji, ji, ji…  ¡Y eso que se lo pedí…Millones de veces! Pero que va.
- …Entonces usted ¿se fue con “su segunda novia”?
- ¡Exacto! Y con ella sigo viviendo hasta estos días…La hice mi señora y la madre de todos mis hijos. – Y mirando el obituario, susurró: …Pero ella nunca me lo dio.
- ¡Qué broma no? – Le dije a manera de disculpa. Él ni me miró, ya que seguía embelesado leyendo y releyendo esa noticia…
- …Ella me dijo una vez que supo que ya me había “sacado” a la que después fue la madre y mi esposa de toda mi vida…Ve, ya te fuiste con “esa” y la preferiste a ella antes que a mí…Ya  te voy a decir como vamos a seguir hasta el resto de nuestros días: Yo no voy a buscar a otro hombre.
Nunca mas. Y si no fuiste mío…Ningún hombre va a llenar ese vacío.
Yo voy a seguir así: Virgen. Pero ya no me vengáis a buscar nunca mas si vais a seguir con eso de que “sea tuya” porque ya tenéis a tu señora la cual debéis respetarla siempre.
- ¿Así le dijo?
- Así me dijo siempre. Y eso que yo años después…”La buscaba”
- ¡Aja! ¿Le echaba su “atacadita siempre”?
- Ji, ji, ji, ji…  ¡Siempre! Vos sabéis que el hombre siempre está en esa búsqueda…
¡Pero qué va! Siempre me repetía lo mismo. ¿Y qué podía hacer yo…? Ji. Ji. Ji. Ji…
…Lo que no entiendo es… ¿Estáis leyendo aquí…? – Me enseñó nuevamente y me señaló una parte que decía…
- Su hijo: Jesús…Pero ¿Y no era que le decía que no iba a ser de nadie mas? – Le pregunté intrigado…
- ¿Y qué me le parece al amigo…? – Me devolvió la pregunta en su afán de que yo le diese la solución. Y yo pensé: ¿Y cómo podré saberlo?
¡Nunca conocí a la dichosa señora! Ni remotamente me había enterado de esa historia de amor y sosiego…
- ¿…Y…Qué puedo entender de esto? Y llevo días “matándome” la cabeza, haciéndome la misma pregunta siempre: ¿Y de dónde salió ese hijo?
¡Si siempre me decía lo mismo! Y nunca le conocí al “famosísimo hijo de ella…
¿…Y no será hijo mío…?
- …Bueno… ¿Y usted entró allí…?
- ¡Jamás!  …Pero me recuerdo siempre de sus palabras: “Si no he sido tuya…No lo seré de nadie mas”
Por eso es que tengo mis dudas… ¿Será que ese carajo es hijo mío? – Puso cara de tragedia y se acurrucó en sus reminiscencias…Al final me dijo…
- …Aunque ya no debería angustiarme…En fin: ¡Y si es mío?
¿Qué mas le puedo hacer…? Porque ya debe ser un hombre ya hasta viejo…
Pero me angustia… ¿Será hijo mío y ella me lo ocultó siempre…?
Porque se han dado casos. Y durante todos los años de mi vida, me he enterado de cada caso…
- …Pero no lo entiendo…
- A ver… ¿Qué es lo que me entendés?
- ¿Ella le dijo que nunca ha conocido a hombre alguno?
- Eso siempre me lo dijo. (Y ella era una mujer muy seria.) – Yo lo miraba y lo re miraba, sin poder entender ni mucho menos comprender…Este señor es mucho mayor que yo y con seguridad tendría mucha mas vivencia que yo mismo.
¿Pero cómo es posible que se esté ahogando en esa tacita de café…?
…Bueno siempre he supuesto que cualquier persona mayor como este señor…
Pues debería tener “mucho” bagaje…Pero…
- …Me parece que me vas a ayudar en la solución de este enigma… - Y sin pensármelo dos veces le respondí….
- …Se habrá quedado dormida… - Me miró como si fuese un “bichito” y se me quedó profundamente callado.
Pensé en ese preciso instante: “Como que metí la pata”
No debí nunca habérselo dicho…Pero ya estaba dicho.
Y hasta me llegué a sentir muy mal, ya que su silencio me dio la impresión de que lo ofendí al ofrecerle mi opinión sin aquilatar para nada sus sentimientos.
Porque: ¿Y a mí que me importa esto?
…Y ahora al decirle lo que le dije, comprendí que para él era muy importante…Y mucho. Era su primera novia…Así me lo dijo…
Pensé en hacer una “retirada honrosa” aprovechando que se había quedado en “schok” fulminante…Pero me percaté de que me miraba con el “rabillo” de sus ojos y por esa razón creí prudente…Quedarme y esperar…
- …No es descabellada tu opinión… - Ya me contemplaba con una mirada triunfante…Suspiré profundamente. ¡Qué alivio!
- ¡Ji, ji, ji, ji…! Y yo “matándome” la cabeza... ¡Y claro es posible: “Se quedó dormida”!
¡Claro así seguramente que tuvo que ocurrir!
¿Yo si que soy “ingenuo” verdad?
¿Cómo voy a creerme ese “cuentecito” de si no es contigo, no seré de nadie…Verdad…?
¿Acaso soy el único hombre en esta vida…Ah…?
¡Se quedó dormida…Eso fue lo que le pasó!
…Pero me llena de duda lo siguiente: ¿Y por qué me dijo eso toda la vida?
¡Hasta yo mismo se lo creí todo este tiempo!
- …La vida tiene sus misterios mi don…Pero este precisamente: ¡Jamás lo podrá  dilucidar…!
- ¿Y cómo?
- Imposible.
- ¡Por supuesto…Ya ella está muerta!  …Pero y si fue en verdad un hijo mío y me lo ocultó siempre…Para no perjudicarme en mí matrimonio…Porque puede ser posible también… ¿No te parece…?
- ¡Eso ya nunca lo podrá saber…Por lo menos por boca de ella…!
- ¡Muy cierto también! Bueno la verdad es que ya hasta me estoy sintiendo mucho mejor…Aunque el misterio…Continuará….Por los siglos de los siglos…
- …La vida trae sus “misterios” ¿No es cierto?
- ¡Si chico! Mirá ya tengo 87 años como ya te lo he dicho varias veces…
Y sin embargo día que pasa, voy llegando a la siguiente conclusión…
¡Qué jamás descubrirás todos los misterios de esta vida!
Y que por los muchos años o los pocos que tengamos de vivencia…La vida es la vida…
¡Tantas y tantas historias y comiquitas que me ha tocado vivir!
…Que si yo conociera a un escritor… ¡Sacaría libros y libros de todos mis casos!
¡Porque yo si que he vivido y lo he disfrutado…A plenitud! Ji, ji, ji, ji….











“Conversaciones con don Carmelo”


- ¡Tuve como un mes convaleciente!
(¿Puedes creer esto…?)
¿Qué salvaje era ese enano?
(…Y de verdad ¡que no lo parecía…!)
¿Y quién se lo iba a creer?
(Es que se veía… ¡Tan enano e insignificante…?)
¡Yo! (¡Siempre metiendo la pata…!)
¡Tan avispao que era!
(…No. De verdad que era así, pero no se que me pasó en el camino…)
Yo nunca he sido loco. ¡Jamás!
Y antes de buscar pleito me aseguraba de que era ¡yo el que ganaría!
(¡Ni que fuera pendejo!)
Pero que va en esa ocasión... ¡Fallé en mis cálculos!
…Y bien caro que lo pagué…Me dejó todo amoratado…
(¡Qué de coñiza me dio ese desgraciado!)
¡Me dio con todo lo que tenía! Me rompió hasta ¡mi orgullo!
No me quedó un solo hueso sano. ¡Qué duro me dio!
¡…Pero Santo Remedio!
Ji, ji, ji, ji, ji…
¡Se acabó el Carmelito peleón!
(…Y desde ese entonces, me he transformado en el tipo mas pacifico e inofensivo que haya existido en este mundo.
De verdad.)
Ji, ji, ji, ji…
Su panza comenzaba a retumbar, para arriba, para abajo y él se la contenía con sus dos manos, en su temor subyacente de que se le fuera a escapar de sitio.
Sus lentes volvieron a vibrarle y nuevamente le volvió su ataque.
Y otra vez a contemplar todo lo ya visto.
En esta ocasión, ya estaba prevenido.
Así que sencillamente me preparé a todo este itinerario.
Al rato, ya una vez mas calmado, se enjugó nuevamente su rostro y me dijo…
- ¡Ah la vida! ¿Y qué sería de nosotros sin esos recuerdos?
¡Yo si que he disfrutado de esta vida! 
…Y si me tocaría irme ya mismo…Me preguntaría: ¿…Qué me ha faltado por hacer…?
¡De todo! ¿Qué cosa no he hecho en esta vida…?
– Me preguntó  como si yo fuese un experto de su propia vida.
Lo que me salió fue –Una vez que encogí mis hombros, me recordé lo que el otro anciano me dijo: “¿Quién un viejo que es una “mariquita”? – Y se me salió preguntarle…. 
- …Bueno su amigo dijo que usted era “un viejo mariquita”
- ¡Eso nunca he sido! ¡Jamás nadie ha entrado por allí! ¡Qué va!
(…Mas viene sale… ¡Y bastante!)
Nunca lo he sido y tampoco lo seré a ¡estos años que tengo!
…Por allí mas bien ha salido…
¡Pero nunca nada ha entrado!
En esta ocasión me provocó risa, no tanto por lo hablado, sino por los gestos de profunda seriedad.
Por lo visto, esto nunca ha entrado en su consideración y casi al instante me agregó…
- ¡Pero me siguen las preocupaciones…! – Ni me di cuenta pero en un santiamén cambió radicalmente de la alegría extrema a la intensa preocupación, asombrado le pregunté…
- ¿Cuáles?
- ¡Eso…! – Miré hacía donde empujaba con sus manos, en la creencia de que era algo…Físico…
- ¿Qué?
- Como están matando a esos pobres muchachos.
¡Es indignante!
¡Es que me yergue la sangre! ¡Mira, mira como me pongo…! – Ya su rostro me mostraba a una persona indignada.
Guardé silencio ya que perdí la pista y no supe qué era lo que mas lo indignaba y fui recordando lo que recién unos minutos me estaba narrando.
- ¿Y qué le molesta mas?
- ¡Lo inhumano que son esos bichos!
Y me pregunto y ahora te lo pregunto a vos…
¿Serán humanos esos cristianos…?
Porque en ninguna especie animal se han dado a tarea de un “exterminio” como tal.
¡Porque es así!  Y me da mucha indignación. Es mas me molesta sobremanera todo esto que está aconteciendo.
Hasta me hace recordar en mis días cuando existía en Venezuela la mal llamada “Seguridad Nacional”
…Esa fue una fase en que todos nosotros vivíamos con el terror por todas partes. En aquellos días, los policías de ese entonces eran como los que son estos ahora… ¡Sanguinarios!
Y salían como los hacen estos de hoy en día: ¡Con sed de matar, mutilar, de masacrar!
- …Si se están contando cosas…
- ¿No supiste lo último?
- ¿Lo último…No, qué sería…?
- ¡Lee la prensa! ¡Mira, mira! – Y me sacó un periodiquito todo arrugado y desteñido que mantenía en uno de sus sobacos…
- ¡Y no te vas a creer que porque lo estás viendo todo arrugadito y deteriorado es por lo viejo!
¡No señor!
Es de hoy mismo y lo estaba leyendo… ¡Pero es que me da mucha cólera!
¿No te gusta leer?
- Bueno si…Pero…
- ¡Chico no hay “pero” que valga! ¡Uno siempre tiene que estar muy bien informado!
¿Y por dónde mas? ¡La Prensa!
¡Hay que leer la prensa todos los días, para estar uno muy bien informado!
Ve…Yo prefiero dejar de comer… ¡Antes que dejar de leer! – Me sentí incómodo, ya que en lo personal claro que leo…
Pero no me gusta leer los periódicos locales, porque me parece que tan solamente te informan de lo de acá.
Yo prefiero leer los nacionales o meterme a la Internet o por la radio, que aunque a pesar de tanta censura…Por lo menos “entre líneas” yo me voy enterando.
Pero preferí no entrar en “dime que te diré” con él.
(Y  me quedé como “muchacho regañao” por su padre.)
Así que me quedé esperándolo mientras él buscaba con nerviosismo la información que sustentaba su tesis.









“Conversaciones con don Carmelo”
Hoy: sábado 22 de marzo de 2014.-

- ¿No te conté sobre mi época de “peleón”? – Me dijo picaramente y tuteándome por vez primera, con gesto le respondí que no pero en forma gestual, y riéndose de él mismo arrancó así…
- Tendría en aquella época unos catorce años, y yo ¡era grandote…fuerte! y me creía mas poderoso que todos mis compañeros de estudios.
…Bueno yo era “el gallito del salón” y los tenía a todos “aperreados” ¡nadie podía conmigo! ¡a todos les caía a “corajazos” y los hacía llorar y corrían asustados de mí!
¡¡¡Fue mi época de “peleón”!!!
Y yo había descubierto que era la única forma de lograr que todos me respetaran… ¡Y hasta las carajitas gustaban de mí!
En esos momentos yo fui hasta el “galán deseado” por todas las mujeres. ¡Ah qué momentos aquellos! – Se soslayaba en sus recuerdos.
Se iba y por momentos llegué a pensar que ya hasta se le habían olvidados; pero como que si se recordara de mí presencia… ¡Volvía con mas ánimo! y agregaba…
- …Pero en esta vida, lo bueno ¡se acaba muy rápido!
El caso es que a la escuela, un carricito así de chiquitito… - Y me señaló con sus manos, llevándoselas a la altura de las primeras costillas, mientras su panza se movía con movimientos espasmódicos muy fuertes –pensé que le estaba dando algún tipo de ataque y me quedé a la expectativa- casi a los pocos segundos lo vi doblarse y sus piernas parecieron ser vencidas por los muchos años…
Me quedé algo asustado, y sin saber a qué atenerme…
¡Pero comprendí que se estaba muriendo de la risa!
¡Si en efecto…Descansé y me relajé!
Tuve que esperar a que se le pasara ese “espasmo de risitas” así que me armé de valor y una vez que me comprobé que no era nada malo…
Pues me contagié con solamente contemplarlo con el mayor beneplácito posible, me tocó esperarlo.
A los pocos minutos, cedió ese “espasmo” y ya su barriga no se mecía con tanto ímpetu. Se quitó sus lentes, los limpió ya que se le habían “nublado” por las lágrimas que brotaron de la mucha risa…Se secó los ojos, me miró y alzando su mano derecha me hizo señas de que lo esperara, que ya dentro de poco seguiría con su historia…
- ¡Ah, qué cosas tiene esta vida!
Yo si he vivido mi vida con mucha alegría.
Ciertamente que no todo ha sido “color de rosa” que digamos, pero si en términos generales: ¡La he disfrutado, mejor dicho…Todavía!
…Porque ¿Qué es la vida? 
…Una sucesión de días y de noches…Se va el sol y luego la luna. Hoy estoy vivo ¿Y mañana? ¡No lo se!
¡Ah yo tengo tantos recuerdos! 
…Que si yo fuera “un escritor” ¡varios libros saldrían!
¿Yo te conté acaso mi “experiencia como boxeador”?
- No.
- ¡Ya te la voy a echar!
- …Pero primero termíneme de echar el cuento aquel de su etapa de “peleón”
- ¿Yo: peleón” ¿Quieres saberla?
- …Bueno era esa la que me estaba contando…
- …Pero: ¿Cuál? Porque déjame decirte que en todos los años que tengo viviendo en esta tierra…Pues he tenido varias facetas. ¡Qué me recuerde yo! – Lo vi que se sumía en la incertidumbre y pensé para mí mismo: ¿Pero si se estaba “reventando” de la risa al recordarse de esa época, o no…?
Entonces pensé en aligerar su carga y procedí a recordarle…
- …Me estaba contando de sus años “mozos” allá en su escuelita…
- ¿Ah ya, de esa historia quieres saber? – Se quedó pensativo y entrelazó sus manos encima de su panza.
Cerró sus ojos.
Y yo hasta llegué a pensar: ¡Tan enterito que se veía…
Pero la memoria de corto plazo…Como que le está fallando…!
- ¡Ah, ya, ya! Bueno te voy a echar ese cuentecito…
Yo era un carajito de apenas unos…
- Catorce añitos…Ya esa parte me la contó…
- ¿Ah si? ¡Vos como que sabes mas que yo…! – Me dijo explotando de risas incontenibles.
Yo me le quedé mirando asombrado. Y él viendo en mi rostro el estupor, me dijo en medio de su risa…
- ¡Es que te quería “cazar” Claro que me recuerdo que te estaba echando ese cuento…Lo que quería saber era si me estabas poniendo atención o no… ¡Je,jejejeje!
Bueno ¿Ya te conté que era un chaparrito?
- Aja.
- ¡Es que me llegaba hasta aquí! – Y me volvió a señalar su costilla. – Y yo era: ¡Grandote! Fui muy prematuro en todo: ¡Mi mama me sacó de su vientre antes de los nueve meses!
¡Je, je, je, je, je!
Todas las mujeres me veían “Hermoso.”
(Ahora ya no. Estoy muy viejo y ¡hasta arrugado!)
El caso es que como él era nuevo en la escuela y yo lo veía flaquito…Huesudo…Chaparrito. ¡Me pareció una “papita”!
Cada vez que me le acercaba… ¡El me huía!  …Y yo me decía: “Este no es rival para mí.”
Es muy enano, flaquito, calladito y se me antojaba que era un “gallito de esos que son huidizos” (No corro peligro, ese no puede conmigo.) Me decía yo. Y eso me tranquilizaba…
Pero una buena mañana…Como que había venido “recargado” el alfeñique ese…Porque en esa ocasión: ¡No me huía!
Yo sin embargo, me envalentoné (¿Quién iba a temerle…?)
¡Y le busqué pelea! ¿Y…Quién carajo me incitó a retarlo…?
Mira… ¡Ese carricito se me paró y se me enfrentó!
¡Hasta allí me recuerdo yo!  Porque me ha dado una verdadera: ¡Golpiza! ¡Y me pegó hasta con los zapatos! ¡Me dio el primero en plena quijada…Y de allí en adelante…! Mis compañeros de siempre fueron los que me echaron el cuento… ¡Después!
¡Ji, ji, ji, ji, ji, ji! – Nuevamente volvió a sus espasmos de risas.
Me dio la impresión de que se iría a orinar en sus pantalones.
Y fue tanto lo que disfrutó que se tuvo que agarrar a la pared, puesto que ya creía que perdería su equilibrio.
Yo me reía, mas que nada por los gestos que hacía que por la historia misma. Gozaba al verlo en su “ataque.”
Aproveché para verificar mi entorno.
Miré hacia la avenida y comprobé que todo seguía normal. Hasta me puse a ver, si conocía a algún que otro transeúnte. ¡Pero que va!
No vi a nadie conocido.
Y en vista de que seguía riéndose, yo seguí mirando hacia otras partes, en espera de que finalizara y pudiera seguirme relatando su pasado.
Al cabo de unos minutos, se irguió. Aún seguía gozando de sus recuerdos y nuevamente se sacó sus lentes, los limpió con su pañuelito. Cuando hubo comprobado que ya estaban limpios, se enjugó sus lágrimas. Miró hacia la calle, saludó a varios de los que pasaban y finalmente se colocó sus lentes y guardó su pañuelo en el bolsillo trasero de su pantalón.
Aprovechó y se estiro la tela de sus piernas. Estiró varias veces ambas piernas. Y se puso en posición y continuó con su conversación…
- ¡Tuve como un mes convaleciente!
¿Qué salvaje era ese enano?
¿Y quién se lo iba a creer?

¡Yo! 


"Conversaciones con don Carmelo"
                      Hoy: sábado  22 de marzo del 2.014.-

- ¿No te conté sobre mi Epoca de "peleón"? - Me DIJO picaramente y tuteándome porción Chávez de primera, aire Gesto le respondi Que No Pero en forma gestual, y riéndose de El Mismo Arranco asi ...
- Tendria baño Aquella Época UNOS Jahr Catorce, yo y ¡era grandote ... Fuerte! Y Me creia mas Poderoso de Que Todos Mis Compañeros de Estudios.
Bueno ... era yo "el gallito del Salón" y los tenia a todos "aperreados" ¡Nadie podia conmigo! ¡A Todos les caia un "corajazos" y los HACIA llorar y corrian asustados de Mí!
¡¡¡FUE millas Epoca de "peleón"!
Habia Y yo era Descubierto Que La Unica forma de lograr Que Todos Me respetaran ... ¡Y Hasta las carajitas gustaban de Mí!
En OEN Momentos del hasta yo fui el "Deseado galán" TODAS porción Las Mujeres. ¡Ah Que Momentos Aquellos! - Se soslayaba en sus Información recuerdos.
Se iba y porción Momentos Llegue a Pensar Que ya le habian Hasta sí olvidados; Pero COMO Que Si Se recordara de Mí Presencia ... ¡Volvia estafa mas Ánimo! y agregaba ...
- ... Pero en ESTA vida, lo bueno ¡SE ACABA muy rapido!
El Caso es Que a la Escuela, sin Carricito Asi de chiquitito ... - Y me señaló estafa SUS Manos, llevándoselas A La Altura De Las Primeras costillas, while do panza sí MOVIA estafa Movimientos espasmódicos muy fuertes-Pense Que le estába Dando algun pisos de Ataque y Me Quede a la expectativa-CASI a Los Pocos Segundos Lo Vi doblarse y Sus PIERNAS parecieron servi vencidas Por los MUCHOS AÑOS ...
Me Quede Algo asustado, y el pecado de sable un atenerme QUÉ ...
¡Pero comprendí Que se estába Muriendo de la risa!
¡Si en efecto ... Descanse y me relajé!
Tuve Que Esperar una cola sí le Pasara ese "espasmo de Risitas" Así Que me armé de valor y Una Vez Que Me comprobé Que no era nada malo ...
Pues me contagié estafa Solamente contemplarlo Con el beneplácito alcalde Posible, me toco esperarlo.
A Los Pocos Minutos, cedió ese "espasmo" y ya do Barriga No Se Mecia estafa del tanto Ímpetu. Se quito sos lentes, los Limpio ya Que se le habian "Nublado" por las lágrimas Que brotaron de la mucha risa ... SE SECO El los ojos, me miró y alzando do mano continúa derecha me Hizo Señas de Que lo esperara, Que ya Dentro De Poco seguiría estafa do istoria ...
- ¡Ah, Qué Cosas Tiene this vida!
Yo si que Vivido mi vida estafa mucha alegría.
Ciertamente Que No TODO ha Sido "Color de rosa" que digamos, Pero si es de Términos Generales: ¡La que disfrutado, Mejor DICHO ... todavia!
Porqué ... ¿de Qué es la vida? 
... Una Sucesión de Días y noches de ... Se va el sol y la luna LUEGO. Hoy Estoy vivo ¿y mañana? ¡No lo se!
¡Ah Yo Tengo Tantos recuerdos! 
... Que Si yo fuera "Escritor de la ONU" ¡Varios libros saldrían!
¿Yo te conté Acaso mi "Experiencia de como boxeador"?
- No.
- ¡Ya te la voy a echar!
- ... Pero Primero termíneme de echar el cuento Aquel de do Etapa de "peleón"
- ¿Yo: peleón "¿QUIERES saberla?
- ... Bueno era ESA La Que me estába Contando ...
- ... Pero: ¿Cual? Porqué déjame decirte Que en Todos Los Jahr Que Tengo Viviendo en Esta tierra ... Pues él Facetas VARIAS teñido. ¡Qué me recuerde yo! - Lo vi Que se sumia en la Incertidumbre y pense para mi Mismo: ¿Pero si sí estába "reventando" de la risa al recordarse de la ESA Época, o no ...?
Entonces pense en aligerar do Carga y Procedi una recordarle ...
- ... Me estába Contando de Sus años "mozos" Allá en do escuelita ...
- ¿Ah ya, de la ESA Historia QUIERES sable? - Se quedo pensativo y entrelazó SUS Manos Encima de do panza.
Cerro Sus Ojos.
Hasta yo Y Llegue a Pensar: ¡Tan enterito Que se veia ...
Pero la memoria de Corto Plazo ... Como Que le no está fallando ...!
- ¡Ah, ya, ya! Bueno te voy a echar ESE cuentecito ...
Yo la ONU era carajito de apenas UNOS ...
- Catorce añitos ... Ya ESA a instancia de parte me la conto ...
- ¿Ah si? ¡Vos COMO SABES Que Mas que yo ...! - Me DIJO explotando de risas incontenibles.
Yo me le Quedé asombrado de Mirando. Y EL viendo en mi rostro-el estupor, me DIJO en Medio de do risa ...
- ¡Es Que te queria "cazar" Claro Que Me recuerdo Que te estába echando ESE cuento ... Lo Que queria era sabre si me Estabas poniendo Atención o no ... ¡Je, jejejeje!
Bueno ¿Ya te conté Que era chaparrito un?
- Aja.
- ¡Es Que me llegaba del hasta aquí! - Y me volvio a señalar do costilla. - Era yo Y: ¡Grandote! Fui muy prematuro en TODO: ¡Mi mamá me saco de do vientre los antes de los Nueve Meses!
¡Je, je, je, je, je!
TODAS las Mujeres me veian "Hermoso."
(Ahora ya no. Estoy muy viejo y ¡Hasta ARRUGADO!)
El Caso es Que COMO EL era nuevo en la Escuela y yo lo veia flaquito ... huesudo ... Chaparrito. ¡Me parecio uña "papita"!
Cada Vez Que Me le acercaba ... ¡El me Huía! ... Y yo me decia: "Este no es mi párr rival."
Es muy enano, flaquito, calladito y sí me antojaba Que era sin "Gallito de OEN de Que huidizos Hijo" (No corro Peligro, ESE no conmigo Florerias.) Me decia yo. Y ESO me tranquilizaba ...
Pero Una buena Mañana ... Venido habia Como. Que "recargado" el alfeñique ESE ... Porqué es ESA Ocasión: ¡No me Huía!
Yo embargo de pecado, me envalentoné (¿Quien iba a temerle ...?)
¡Y le busqué pelea! ¿Y ... Quien carajo me Incito a retarlo ...?
Mira ... ¡ESE El Carricito sí me paro y me enfrentó sí!
¡Hasta alli me recuerdo yo! Porque Me ha friso Una Verdadera: ¡Golpiza! ¡Y me pego Hasta Con Los zapatos! ¡Me Dio El Primero en plena quijada ... Y de allí realizada en Adelante ...! Mis compañeros de siempre were Los Que me echaron el cuento ... ¡despues!
¡Ji, ji, ji, ji, ji, ji! - Nuevamente Volvio una suspensión espasmos de risas.
Me dio la impresión de Que se Iría a orinar en sus Información pantalones.
FUE Y del tanto Lo Que Disfruto Que se Tuvo Que agarrar un La Pared, Que Puesto ya creia Que perderia Equilibrio do.
Yo me reia, Mas que nada Por los Gestos Que Hacia Que por la historia Misma. Gozaba al Verlo en su "Ataque".
APROVECHE párr verificar mi Entorno.
Miré Hacia la avenida y comprobé Que TODO seguia normal. Hasta me PUSE una versión, si conocia a algun Que Otro transeúnte. ¡Pero que va!
No vi a Nadie Conocido.
Pasado y en vista de Que seguia riéndose, yo Seguí MIRANDO HACIA OTRAS contradictorio, En espera De que finalizara y Pudiera seguirme relatando su.
Minutos Al cabo de la UNOS SE irguió. Aun seguia Gozando de Sus recuerdos y NuevaMente SE SACO SUS lentes, los Limpio estafa do pañuelito. HUBO de Cuando comprobado Que ya Esteban Limpios, sí enjugó sos lágrimas. Miró Hacia la calle, Saludo a Varios de Los Que Pasaban y FINALMENTE SE coloco sos lentes y Guardo do pañuelo en el Bolsillo trasero de do pantalón.
Aprovecho y sí estiro la tela de Sus PIERNAS. Estiró Varias Veces Ambas PIERNAS. Y sí Puso en posicion y bajo continuo estafa do conversacion ...
- ¡Tuve Como Un mes convaleciente!
¿De Qué era salvaje ESE enano?
¿Y QUIÉN SE lo iba a Creer?

¡Yo! 





¡Este es mi relato de fin de semana 21 de Marzo del 2.014.!
...Espero tus comentarios... 
“Conrado y sus recuerdos”


- ¿Y qué carajo estás haciendo aquí? – La tosquedad de la pregunta vino a romper el suave trajinar de sus recuerdos. En efecto Conrado acababa de bajar de las montañas en donde al igual que su hermano menor Juan, tuvieron que salir huyendo  en cuanto se desató aquella asonada en dónde al parecer hubo un intento de golpe de estado al general que en ese momento comandaba todo ese país.
El joven se sintió agredido en su fuero interno.
Y digo que se sintió así porque de una forma grotesca este ser, vecino del sector. Lo abordó.
Al principio creyó que era algún agente del gobierno, pero en cuanto lo vio un instante después de que le gritó… ¡Lo reconoció!
- (Con que ya llegó este…Desgraciado…) – Pensó una vez que ya lo había identificado.
Era Diógenes…El borrachito ¡impertinente!
El mismo personaje que últimamente se había dado a la nefasta tarea de ir a ofender a su madre y a su hermana: Pilin.
A su memoria se agolpaban todos los comentarios que él mismo había escuchado…
Le informaban que era este el ciudadano que tenía prácticamente “aterrada” tanto a su hermana Pilin como a su propia madre…
Este era el mismo que a cada instante de cualquier día las amenazaba, ofendía y las tenía intimidaba…
No le gustaba para nada…Y precisamente lo tenía enfrente suyo…
Al detallarlo, pudo apreciar que seguramente tendría meses en que nunca se hubiera bañado.
El tufo alcohólico era mas que evidente.
Su presencia lo enervaba, pensaba en ese instante; que lo mejor sería que siguiera su camino y los dejara en paz…  
(Y que seguramente con eructar podría ocasionar un incendio de proporciones gigantescas…Además de su horrible hedor…)
Se bamboleaba de un lado a otro de una forma por demás significativa.
En su mano derecha insistía en seguir manteniendo una botella de licor del mas barato. Pestilente.
Por camisa tenía un trapo ya súper roído y descolorido. Sin botones a la vista.
Una barba muy crecida, llena de aserrín o algo parecido.
Además que se le podía apreciar que portaba una especie de telaraña, en forma por demás sucia.
Lo que quedaba de algo que seguramente antes fue conocido como un pantalón…
Todo roto y con evidentes manchas de orina y/o de heces.
Conrado se sintió ofendido.
- (Definitivamente: Me molesta su presencia.) – Pensó y no deseaba verlo. Su sangre comenzó a encenderse…Se pidió a sí mismo: …Paciencia… - Mejor es que se vaya… - Pero ese molesto personaje no se movía, al contrario persistía tal como si fuese “una mancha rebelde”.
Y recordó en el acto, todos los relatos que le habían suministrado con relación a ese tipejo.
- …Este es el mismo que mantiene azarada a mi madre y a Pilin…No me gusta. No me gusta.
Pronto su cuello se vio surcado de gruesas venas en donde surcaba sangre caliente y efervescente.
- (Mejor te vas mal parido hijo de tu madrecita…) Insistía en seguir pensando, sin atreverse a dirigirle su palabra…Se estaba conteniendo, pero es que su paciencia tiene un limite y este “señor” por llamarlo de algún nombre, insistía e insistía.
- …Te estoy preguntando: ¿Qué carajo estás haciendo aquí?  …Porque yo sepa…
¡Sos un delincuente! – La silla en la que aún se encontraba sentado…Crujió y en la medida en que este se acomodaba para enfrentarse al repentino atacante.
- …Ve pedazo de borrachito…Mejor te vas… - Cada silaba que conformaban este comentario suyo, fue pronunciada con evidente cólera.
Se decía a sí mismo: ¡Cálmate quieto! – Pero es que ese hombrecillo lo estaba incitando…
Y las fue arrastrando en la medida en que se posesionaba mejor, hasta que quedó enfrente de él, Diógenes no lo apreció. Los vapores etílicos se lo impidieron.
Bamboleaba de un lado a otro y le costaba un mundo coordinar sus movimientos.
En un arranque de rabia quiso ejecutar algún movimiento que quizás en su mente lo dibujó muy bien, pero su borrachera no lo pudo ejecutar con ninguna precisión.
Intentó lanzar un golpe con su brazo izquierdo el cual lo tenía libre…Dio varias volteretas y fue a caer aparatosamente sobre el pavimento.
- ¡Maldición…Me pegaste a traición! ¡Cobarde! – Sus movimientos daban la impresión de que algo parecido a una camisa de fuerza, lo estaba fuertemente ajustando y que en medio de su forcejeo intentaba una y otra vez de librarse. Pero sin éxito alguno.
- …Mejor me quedo quieto… - Murmuraba mordiéndose los labios en su intención de no permitir que ningún gramo de su fuerza se movilizara…Quieto.
Después de tanto y tanto esfuerzo, intentó ponerse en pie.
Su pantalón se terminó de descoser entre las piernas y fue patente que se le vieron sus nalgas…Llenas de algo parecido al barro.
Con furia sostenía su correa en su afanoso fin de no quedarse desnudo delante de todos.
- ¡Me pegaste a traición! ¡Cobarde…Espera a que me levante y te voy a cocer a golpes! -
Los vecinos que estaban cerca se arremolinaron y comenzaban a hacer fiesta con el borrachín.
- ¿A que no le pegas? – Lo azuzaba un joven vecino, sin mirar para nada a Conrado, pero si pendiente del grupo con que andaba.
- ¡…Ya lo voy a mecatear…! ¡En cuanto se detenga el mundo…! – A pesar de la aparatosa caída y que rodó por el pavimento…
Casi instintivamente quiso verificar en el estado en que se encontraba su licor…
La miró, la detalló…
Y sonoramente echó una horrible carcajada y acto seguido se empinó un trago generoso.
El grupo se maravilló de semejante hazaña y hasta lo aplaudieron.
En cambio el joven no sonreía, para nada le parecía graciosa esa presencia en el frente de su casa.
Él no supo discernir del por qué de esos repentinos aplausos, pero se percató de que eran para él y se sintió feliz.
Comenzó a dar algunos pasos de baile…Pero volvió a perder el equilibrio.
Todos los transeúntes le festejaban todo.
Se sentía como un actor de cine.
Hizo todo tipo de reverencias, para finalmente pegar un eructo tan violento, que muchos de los presentes dieron unos cuantos pasos de huida.    
- ¡Susto! – Gritó uno de su público. - ¡Está por hacer erupción el volcán! – Nuevamente se escuchó el tronar de todos ellos. Unos se reían y otros se burlaban.
Doña Rufina al escuchar el escándalo desde el patio, se apresuró a ver qué era lo que estaba pasando, ya que su hijo mayor estaba sentado allí.
Llegó presurosa y extrañada. Detrás suyo iba Pilin, su hija y Juan el hermano menor de todos.
Quien llegó primero fue la matrona.
Llevaba cara de pocos amigos.
- (¡No en presencia de mí hijo!) – Gritó en el silencio de su corazón. – (¡Dios has que se vaya ese horrible hombre…No delante de mi hijo…Él va a reaccionar!) Temía que se estuvieran metiendo con su hijo e iba dispuesta a enfrentarse contra todo el pueblo, -en caso de ser necesario- al llegar pudo ver que su hijo seguía sentado en la silla, pero en posición de ataque. En su rápido examen visual se pudo constatar que él estaba bien.
Pero escuchaba una voz gangosa…Ya conocida por ella.
(Debe ser ese buscapleitos…Ya me tiene cansada.)
Todas las tardes se ha dado a la nefasta tarea de venir a ofenderla…
….Solo que en esta ocasión…
…Se encontró con su hijo.
Y temió por su reacción, sabiendo que este no le iba a aguantar nada y mucho menos que fuese a ofender a su propia madre. Ya su hijo era un hombre y que con seguridad iba a comportarse como tal.( tuvo mucho miedo.)
- ¿Te hizo algo? – Le preguntó angustiada. Pero su hijo le respondió con su cabeza que no y que nada le había pasado, pero no le quitaba de encima los ojos a su objetivo.
La presencia fuerte de la señora, aplacó el escándalo que habían forjado todos los caminantes, pero que la conocían y sabían de que era de muy mala espina.
Se produjo un silencio sepulcral. Ninguno de los presentes se atrevió siquiera a respirar.
Quedaron estáticos y con el temor reflejado en sus rostros.
El borrachín que seguía en sus necios movimientos torpes, que creía que le producían buenos dividendos ante su público, no se percató de esa presencia.
Pero ante ese silencio…Se movió torpemente y al visualizar en los rostros de los que lo aupaban el miedo subyacente…
Volvió su mirar y se encontró con que ya había salido la viuda del hombre temido por todos, incluyéndolo. (Claro está…Mientras él vivía.)
…Pero se envalentonaba al saber de que el muerto no puede venir a defender a su viuda…
Y aprovechándose de su minusvalía…La agredía a placer…
- …Apareció “la perra”… - Dijo a todos los allí presentes.
Todos los días o cuando la veía en el mercado.
Se bajaba su pantalón y le mostraba su flácido miembro.
La ofendía de todas las formas posibles. Y aunque ella se defendía…No tenía la fuerza necesaria como para repelerlo.
No le daba descanso.
Y su persecución era ya insidiosa y nefasta.
Y nadie acudía en su defensa.
Al parecer…Gozaban al contemplar ese desproporcionado ataque.
En ocasiones le lanzaba piedras, botellas o cuanta cosa conseguía.
Y en varias ocasiones, se daba a la nefasta tarea de caerle a piedras a su casa…
Y los vecinos fueron testigos…Pero no se metían.
Nadie quiso intervenir en su defensa.
- ¡Eso no es problema nuestro! - Se decían una y otra vez.
La sociedad vigente en esa época (Principio de 1.900.) Creía firmemente que las mujeres debían tener a su hombre, para que las defienda…Pero el suyo, había muerto…
Así que se hacían de la vista gorda, dejándola en el mas completo abandono tanto a ella como a todos sus críos.
Y esto le daba carta franca a su atacante, el cual gozaba con tenerla asediada.
Ya  hasta había logrado que todos sus amigotes la agredieran en cuanto la veían.
Ella se quejaba ante la autoridad. Pero tomaban nota de la denuncia…
Pero todo seguía igual.
Ya estaba desaforado y al ver que nadie acudía en su defensa, la incrementaba
La viuda se encontraba totalmente indefensa, temiendo que su hijo mayor se enterase de todo lo que la hacía sufrir ese desgraciado.
Y su atacante no veía peligro alguno de sus hijos…Eran aún muy tiernos…
Pero ya el mayor…A la sazón tendría unos quince años…
Pero su rostro juvenil, ya había desaparecido. Las arrugas reemplazaron sus años mozos.
Y la vida que le tocaba vivir, era muy dura.
Tuvo que abandonar su niñez y convertirse en un hombre.
Sus juguetes fueron suplantados por una yunta de bueyes y sus juegos ahora eran venciendo a la naturaleza para que le diera sus frutos, con el sudor de su frente.
Nunca mas pudo levantarse como cuando su padre vivía…Ahora era toda su responsabilidad.
Y cuando salía el sol…Ya llevaba horas limpiando su huerto para después sembrar.
Ya no sonreía. Su vida era: Trabajar desde la madrugada…Hasta la puesta del sol.
No le quedó elección alguna. La vida lo había encajonado en el arado.
En la siembra.
En mantener siempre limpio su solar y cuando ya sus frutos estaban listos…
En su cosecha. En cuidar siempre como un buen hombre, siendo apenas un jovencito que la vida le robó su infancia.
Todo se precipitó en su contra. Sencillamente se aprestó a vencer su día a día.
Viviendo de sus recuerdos…Nefastos…Dolorosos…Con su propio papa…
Años atrás acompañando a su propio padre, fue testigo involuntario de cómo fue emboscado su progenitor.
Cobardemente brotaron de entre los montes, una docena de asesinos y aprovechando el factor sorpresa…Le cayeron encima con machete en mano.
Su padre apenas tuvo el tiempo necesario para ordenarle que escapase en el acto.
No quiso obedecerlo, pero no le quedó remedio alguno…
Apenas contaba con diez añitos y en sus manitos lo que portaba eran…Sus carritos de juguetes.
En su interés de que se salvara su hijo…No pudo defenderse y cuando ya lo quiso hacer…
Los machetazos se le hundían en sus carnes…
Los asesinos no se ocuparon en ningún momento de él…
Estaban afanados en su labor destructiva. A lo lejos se volvió para ver a su padre…
Pero ya yacía en el suelo…
Alcanzó a ver, que lo miraba y en ese momento creyó firmemente que le estaba enviando el mensaje: ¡Salvate! ¡Corre!
Corrió con furia contenida de infante aún.
Iba llorando con su corazón infantil confuso, nunca pudo comprender del por qué mataban a su propio padre…Y lo peor, el que él mismo estuviese huyendo.
Nunca se había topado con la muerte… ¡Hasta que le tocó!
El ver brotar la sangre de su propio creador…No lo pudo soportar…Lloraba desesperadamente y sin poder contenerse
Y desde ese nefasto suceso…Quedó marcado para el resto de su vida.
¿Y ahora este “Mefistófeles” retándolo e insultando a su propia madrecita…? – Superaba con creces a sus propias fuerzas que aún las mantenía reprimidas pero es que ese despreciable seguía neciamente en su afán.
¿Es que no entendía? ¿Qué buscaba?
Su madre como que le leyó la mente, porque corrió y lo abrazó.
Quizás temió que se le abalanzaría en su afán de protegerlo, lo abrazó.
Conrado quedó sorprendido, no esperaba que saliese su madre tan pronto.
No le opuso resistencia alguna…Aflojó su cuerpo. Su tensión era muy notoria.
- …No hijo, no vale la pena. ¡Es un ser insignificante!
…No te manches tus manos con esa sangre putrefacta…
Todos los allí presentes, la escucharon.
Callaron.
Sabían que ese chaval haría respetar a su madre ante quien sea.
(La Madre es sagrada…Y nadie debe venir a ensuciarla…
Por lo menos ningún hijo que se precie de tal, podría tolerar semejante infamia en contra de quién lo trajo a esta vida.
¡La madre se respeta!)
Y que no vacilaría en brincarle y rebanarle la cabeza.
Al parecer el indigente asumió el mismo temor.
Pero al verse acompañado, se envalentonó y volvió en sus fueros ofensivos…
La miraba con total desprecio. Intentó sacarse nuevamente su miembro…Pero no pudo encontrarlo. Así que molesto por las burlas de sus “amigos” se le quedó mirando con sorna y ante la sorpresa de todos, comenzó a ofenderla…
- ¡Allí está la pu..! La que no esperó a que el cuerpo de su marido fuera enterrado para… -
No pudo terminar su ofensa. El joven se zafó en un instante del abrazo protector de su madre.
Ninguno pudo descifrar muy bien su reacción.
El caso es que en un instante después…
Yacía el cuerpo en el suelo…
Desprendiéndose de su amputado cuello, ríos inmensos de sangre sucia y espesa que brotaban a una velocidad espantosa…
Y como a dos o tres metros…
Rodaba su cabeza, y en ella se reflejaba el pavor en sus brotados ojos…
Y habrá sido en el micro instante en que su atacante…Blandiendo su machete vencía el espacio que los separaba –que serían unos…cinco metros. – Y con furia animal le asestó un solo machetazo…Y le desprendió su cabeza de un solo tajo.
El mundo se detuvo. Nadie supo a ciencia cierta, qué era lo que había acontecido.
El cuerpo daba sus últimos estertores. Vapuleaba su torso.
Su brazo izquierdo torpemente trataba de defenderse y su brazo derecho…Preservaba intacta la botellita. 
Poco a poco fue perdiendo su movilidad. Su cabeza rodaba…Su barba encanecida y sucia, se terminó de llenar de lodo y de polvo del camino.
Su boca quedó abierta de par en par.
El rictus de terror se le quedó dibujado en su rostro.
Sus ojos estaban inyectados de temor sanguíneo.
Todos auscultaban al muerto…Pero no se atrevían a ver a su ejecutante…
Y casi al instante…Se evaporaron.
Nadie quedó para dar fe de nada de lo que había sucedido.
Como ratas huyeron ante la temible presencia del gato cazador.
Pronto solamente quedaron, la doña y sus hijos.
- ¿Qué has hecho hijo mío?
- ¡Nadie en mí presencia viene a insultar a mi madre! ¡No se lo permito a nadie!
¡Ya ejecutaron a mí padre…No lo voy a permitir que me la vengan a vejar! ¡No señor!
- ¡Hijo tendrás que volver a las montañas!  …Hasta que se aclare lo de ese desdichado ser.
- ¡Pilin…Corre y tráele la ropa a tus dos hermanos! – La joven hizo lo que le mandaron.
Entró a la casa y revolvió todo y en escasos segundos se apersonó con las dos cargas, envueltas en bolsas plásticas.
- ¡Juan acompaña a tu hermano y defiéndelo con tu vida si es preciso! – Todo se hizo con una premura increíble. Pronto ya estaban listos para salir corriendo y adentrarse en la selva montañosa.
- ¡Yo me quedo para defenderlas a ustedes! – Protestó su hijo, pero ella sin hacerle caso alguno le respondió mientras lo despachaba…
- ¡En este mundo, nosotros no tenemos justicia! Y si te agarran te van a querer o colgar o fusilarte. Ya perdí a mi esposo en manos de esos asesinos….No perderé a mi hijo. ¡No señor!
Te me vas a la montaña y esperen a que yo los mande a buscar.
- No madre, usted me enseñó a enfrentarme a mis responsabilidades. ¡Me quedo para enfrentarme a todos!
- ¡No, te vas y ya!
- Yo soy el Hombre y debo enfrentar a mis hechos.
- ¡Usted se me va y me hace caso! ¡Y no quiero que me desobedezca, porque en ausencia de su Padre, estoy yo!
- …Pero madre…
- ¡Salgan ya, que no deben tardar en venir a buscarlo!
- …Déjeme que me enfrente a la ley…
- Ya me mataron a su padre…A usted lo defiendo con mis garras. ¡Se me va y ya! – Lo empujó con todas sus fuerzas y buscó un mecate o algo parecido para golpearlo con la finalidad de que le obedeciese en el acto.
Juan lo tomaba del brazo instándolo a escapar con la mayor premura posible.
- ¡Vámonos hermanos que no deben de tardar los ejecutores! – Juan le suplicaba y Pilin también. Él contempló a su madre y a su hermana, consciente de que pronto les caerían la jauría en su contra y lo peor es que su propia madre no le permitía a quedarse para batirse contra todos los que le quisiesen hacer daño alguno.
Y ya no temblaba del coraje producido…Temía por la integridad física de ellas.
- ¡No creo en la Ley de los Hombres! Y en mi calidad de madre…Te ordeno que me hagas caso. ¡Vete hijo de mi vida! ¡Salvate para que después vengas por nosotras! – El joven accedió y corriendo se alejó. Pronto ya sus figuras desaparecieron del horizonte.
Atrás quedaron madre e hija…Y a pocos metros el cuerpo ya inerte…Y unos cuantos metros mas…La cabeza ensangrentada…Quedó mirando hacía la tierra, ocultando sus pecados.
Pero lo hecho, hecho está. Tan queda esperar…


Maracabo; 20 de marzo de 2014.

Belbaltodano.-