"Conversaciones...." Martes











Conversaciones con don Carmelo


- Bueno en honor a la verdad; debo volver un poco mas atrás.
Cipriano Castro al igual que su compadre Juan Vicente Gómez, eran andinos.  
(¡”Gochos” para nosotros!)
Hacendados ambos.  Extensiones inmensas de tierras, eran de su exclusiva propiedad.
Y eran muy prósperos, al parecer el cabito era superior.
¡Muy verraco!
…Eran depredadores y su voluntad era cumplida al ¡pié de la regla!
De poder financiero. Ninguno era un “pelao” y tenían sus poderes…
Si los extrapolamos a la actualidad ¡“serían multimillonarios”!
Dueños y señores feudales.
¿Te imaginas todo el poder que acumularon en sus tiempos?
Fueron recios en el ejercicio del poder.
¡Se cumplía “su voluntad”!
Pero “El cabito” era mucho mas fuerte y poderoso, de hecho Gómez le temía y nunca se le ocurrió contrariarlo.
–Por lo menos siempre fue su superior jerárquico-
Y no por azar del destino, era y lo fue su: Jefe.
Además Castro era muy incisivo y ya te conté que siempre desconfió de su compadre…
Y le puso innumerables “conchitas” para ver si caía, pero el muy zorro no pisó ¡ni una sola!
Al parecer –y eso es mí teoría- los poderosos quisieron encajonarlo, pero el hombre –me estoy refiriendo a Castro, el presidente- nunca se dejó controlar por los poderosos, por los banqueros… ¡los que siempre se salen con las suyas!
Los gringos y los alemanes, pretendían el “mene” –oro negro- y por supuesto que por desconocimiento, los que mandaban en Venezuela –ignorantes al fin- jamás aquilataron lo valioso que podía ser.
El presidente desconfió de los que mandaban en el mundo…Pero Gómez…
Cuando se enfermó el hombre, en ese país atrasado y pobre, por supuesto que no tenía la forma ni los conocimientos como para tratar su grave enfermedad.
¡…El momento propicio para que se colaran las empresas petroleras…!
Y lo que no pudieron conseguir con Castro…
Lo podían con Gómez.
El caso es que no mas se perdió en la lontananza el barquito que trasladaba al enfermo…
Los poderes terrenales comenzaron a soplarle las orejas.
¡Cómo será que tenían “controlado” los pasos del hombre, que ya ellos sabían al instante todo!
Quince días después…. ¡El zarpazo!
Un buque de guerra de los gringos “arribó” en tierras criollas y bajaron ¡centenares y centenares de militares!
¿…Y para qué? – Se me quedó mirando de frente y de una forma tan pavorosamente ardiente que se me antojó que sus pupilas se juntaban y separaban de cólera.


"La hermana...."














En el día a día, nos reunimos y entre tema y tema...Salen estos....





La hermana de mí hermana –que no es mí hermana


Y como en las cárceles son varios, entonces los llaman: “Pranes”
Son pues ¡unos generales!
¡Los matones mas sanguinarios que puedan existir!
De hecho pueden reclutar a cientos de presos y someterlos a su arbitrio.
Y nadie se atreve a enfrentárseles so pena de que los masacren.
¡Ese es un sub mundo! Sucio y deleznable.
En donde impera el crimen y las pasiones mas deprimente del ser humano.
Y no te aconsejo que ¡ni te le acerques!
- Pero a la hermana de tu hermana…Como que si se les acercó… - Le agregué.
Él tomó aire, lo expulsó y después de tomarse otro trago de ese refresco me siguió relatando…
- Lo cierto es que así fue como comenzó la “carrera profesional” de esa hermanita de mi hermana.
Y te cuento; ese es un sub mundo. Nefasto.
Sucio y muy turbio. Y de solo el pensar todo esa cloaca sucia, hedionda ¡puro excremento impera allí!
Con decirte que esos llamados: Pranes son en esencia eso. Asesinos bestiales.
Se imponen al resto después de haber masacrado a unos cuantos y en cuanto logran la jefatura, se transforman en verdaderos gánsteres –aunque antes de entrar a la cárcel, ya lo son- pero allí son elevados a ese pedestal que les acompañara hasta el final de sus días.
Y es que esos tipos mueren siempre muy jóvenes. Su actividad delincuencial es muy corta –Gracias a Dios- porque o los masacran o mueren desangrados en alguna cloaca deleznable…
Y te digo; no los envidio, para nada.
El caso es que ella comenzó con uno de ellos y así fue escalando en “esa universidad” del delito.
- ¿Y cómo fue que cayó presa? – Mi curiosidad iba en crecimiento vertiginoso ya que de ser una hija en el mundo social de repente prefirió hundirse en esos abismos insondables como lo son el ser una “una amante tan barata” de unos miserables delincuentes.
Y es que hay cosas que no logro asimilar en este mundo.
Pero bueno ¡hay de todo en este mundo de Dios!
- Hasta donde tengo entendido –y ahora trataré de responder a esta tú pregunta, pero antes- la madre y su hija continuaron yendo a visitar…
¿A quién? ¡No lo sé!
Y de buenas a primeras, la tipa en cuestión comenzó a quedarse los jueves y salía los lunes…
- ¿Y cómo lo lograba?
Qué de cosas se ven en esta vida que mientras muchos hacen como todos los animales para salir de la cárcel, esta ciudadana en cuestión…
¡Se quedará!
- ¡Así es! Cosas inexplicable de esta vida.
Bueno para seguir con mí relato…
La madre entraba y salía el mismo día. Pero su hijita se quedaba.
¡Cuentan! Que primero tuvo relaciones con tipos de baja monta y así fue cambiando y cambiando, hasta que uno de los pranes –digamos…Pequeños- comenzó a fijarse en ella.
¡Entonces era con un pran!
Y ya no aceptaba que ni siquiera la manoseara… “El perraje” –ya tú sabes…
¡Los de poca monta!- y así de esa forma fue ascendiendo.
Y me cuenta mi hermanita, que ella se metía entre todos ellos, ofreciéndole “sus encantos” e hizo que otro de los pranes, por celos “ajusticiara” a su amante de turno.
Y desató una pequeña pelea –y ella era el trofeo- y en ese enfrentamiento…El pran que controlaba uno de los pabellones ¡se lo echó al pico!
- ¡Tronco de trofeo! Se llevó el famoso pran.
- Ya vas a ver… La meretriz –porque en un principio lo fue… ¡Y lo sigue siendo!- no cejaba en su esfuerzo por ir escalando.













"Asechanzas" - Lunes-Agosto

















Asechanzas
Este relato surgió después de una tenebrosa noche de espanto.
He tratado de ser fiel a lo acontecido.
Lunes 04...Agosto...



Tanto así que volvió a sentirse traspasando otro cuerpo grueso, frío, sólido y hueco en su interior.
Este tránsito…Al igual que los anteriores; le fue muy nefasto –eran momentos de sumo e intenso dolor- tanto era así que en lo mas profundo de su ser…
Tiritaba antes, en y después de…
Se sintió magullado. Aprisionado.
Abatido y exhausto.
Nuevamente una etapa de sufrimiento estaba surgiendo.
Al parecer ese es su designio.
Le gustase o no.
…Y no lo pudo, o no supo…
Tal vez simplemente se sometió. 
Es posible que en su análisis, las llevara todas de perder.
En todo caso, allí estaba y de esta no se salvaba…
Aceptando que se hiciese con él, lo que quisieran.
Su destino dejó de ser controlado por él.
Una fuerza muy superior a todas las suyas…                   O las poquitas que aún guardaba.
Y como una marioneta, se replegó.
Un fantoche sin máscara, sin maquillaje  y completamente a la deriva.
Algo en lo mas profundo de su ser, así se lo indicaba.
Y él sencillamente obedecía, sin chistar en nada.
Marioneta al vaivén de otros. Su desmitificación.
Había alguna alternativa, ¿lógica?
No la consiguió.
Hay momentos en los cuales; lo reflexivo no calza. Son situaciones que van viniendo y como vienen se va uno adaptando…O no.
Pero estos son casos, de casos.
Tan solo fue un testigo fiel de todo cuanto acontecía.
Y sin poder huir, aunque sea en pensamientos.
Nunca fue consultado. Tan solo está siendo “empleado”.
Un nuevo báratro se desplegaba ante él…
Sin poderlo evitar.
Ya no controlaba él, lo guiaban con pasmosa crueldad.
Cuando te sientes que eres parte, sin serlo.
Son estados en los cuales no deseas estar, pero ¿qué puedes hacer?
Si no tienes fuerzas suficientes ni para enfrentarlos mucho menos para  repelerlos y hacia allá te van llevado. Puedes llamarlo destino, holocausto.
En la farmacopea literaria se pueden conseguir muchísimos adjetivos, pero en tu vivencia…
No existe esto, tan solo te van empujando…y…
Aunque pueden ser fuerzas ajenas y que en nada les importa, tu ser. Tal como se crea que se debe ser.
Lenta e inexorablemente…
Su rostro está igual que su ser…
En anarquía escueto.
Barullo. Estruendo. Ofuscación. En bullicio.
Toda una jungla de la cual ya no podía escapar…
Debía afrontarla…
Resistirse.
¿Hasta cuándo…? No lo sabe…
¡Así como vaya viniendo…Ya veremos qué hacemos!