Martes 23....





Cachirulo

“Un hombre muy rudo”


Esta novela la escribí en Nov. De 2. 012 y trata sobre las andanzas de un delincuente juvenil, hoy en día ya fallecido. Murió como vivió.



- ¡…En esta guerra, quiero la victoria total!
¡No quiero rehenes! ¡No quiero heridos…Los quiero bien muertecitos…A todo el que se me enfrente…Lo liquido!
Sus hombres se mecían de un lado a otro.
Esas órdenes, les agradaban.
Estuvieron deseosos de esa guerra.
Pensaban que con el botín, todos saldrían ganando.
En esta ocasión, la arenga duró varios minutos. Todos se encontraban en estricta formación militar y su código les impedía realizar un movimiento en falso, so pena de la orden de: Aniquilación.
En cuanto terminó, se alejó y llamó a sus lugartenientes, aparte.
- ¡Informes! – La orden era tajante.
Se adelantó El Atorao, que había sido elevado a la condición de Número dos, en su organización.
- …Mi Comandante sin discusión…Permiso para hablar…
- ¡Concedido, habla Atorao!
- …Comandantico, por lo que hemos podido averiguar, con nuestros espías en ese sector  es:
El ejército que comanda El Súper…
- ¡Aquí el único: El Súper: Soy yo!
- ¡…Así es, Comandantico…! Pero a éste súper, lo tenemos súper filtrado.
- Cuenta, cuenta…
- Ya tenemos a dos de sus queridas, en nuestro bando. Y nos están informando, de todo lo que ocurre en su cuartel general.
- ¿Ya lo tenemos intervenido?
- ¡Sí, señor!
- Sigue, sigue…
- Ya podemos ir liquidándolos uno a uno. Poseemos los nombres del: Segundo y del Tercero.
- ¿Y cómo se llaman?
- El Segundo: El Rafa y el Tercero: Ponchao.
- Ajá…
- El Tercero: Ponchao, quiere negociar.
- ¿Quiere negociar?
- Sí, jefecito.
- ¿Y qué pide?
- Pide que le respeten: Su vida.
- ¿Y qué más?
- …Quiere que lo suban a: Segundo…
- ¿Cómo es la vaina, Atorao?
- …Eso es lo que está pidiendo jefe…
- ¿Y a quién se lo pidió, Atorao?
- …A ninguno de nosotros. Es más, él tiene que hablar es con usted. ¡Usted es el único que puede         acceder o negar esa petición, Mi Coman…!
- Y si no se lo dicho a ninguno de ustedes… ¿Cómo carajo, lo sabes tú? No me vengas a decir ahora, que te metiste a: “Brujo” ¿O sí? – Su lugarteniente, tragó fuertemente su saliva.
No supo que responderle en el acto.
- ¿Ahora eres: “Brujito”, Atorao?
- …No, no es eso Mi coman…
- ¿Y entonces? ¿Con quién habló…Será que habló contigo?
- ¡No, no!
- ¿Y…Si no habló contigo…Con quién fue?
- …Conmigo no fue…
- ¿Con quién fue?
- …La verdad, la verdad…
- ¡Exijo  solamente la: Verdad! ¡Habla!
.....Continuará.....

Lunes 22





Después de mí… ¡Nadie mas!


Lunes 22 de sept.-



Las colas eran algo considerable.
Miguel  se le dificultaba, acelerar más, ya que el vehículo de Marisela es de mayor cilindrada  y el de él, pues no se le podía ni acercar.
Pero aún así, continuaba en su empeño.
Al cabo de unos extensos minutos, Marisela se le había ya perdido.
(¡Uff! Menos mal que se la llevaron en el vehículo de Mary…El mío, pues el mío…Está haciendo todo lo posible. ¡Gracias a Dios, que no se vinieron conmigo!)
Miguel  a pesar de su nerviosismo, iba dominando la situación.
No así, Susan. A la pobre él la estaba viendo como muy “Disminuida”, estaba hecha un manojo de nervios.
Se comía sin cesar sus uñas y la notaba como pálida.
- …Tranquilízate mi Reina…Que todo va a salir bien… - Le decía con suma insistencia.
Ella lo miraba y le sonreía.
- ¿Hasta cuándo…Hasta cuándo?
- ¿”…Hasta cuándo” qué mi Reinita bella?
- ¿Hasta cuándo “Romancito…”?
¿Es que siempre le va a estar amargando la existencia a esta pobre amiga?
Prefirió no contestarle. El tráfico estaba muy pesado. Cargaba demasiado stress. Estaba malhumorado. Nada de lo que hicieron, estaba bien.
- …En mí opinión… ¡Todo estuvo bello, hasta que Gersy recibió “Ésa llamada”!
- ¿La llamada?
- …Por lo menos yo, disfruté demasiadisimo  mi fiesta de Graduación. ¡Yo fui muy feliz!
- ¡Yo también! ¿…Pero, qué tiene que ver con esto, que nos está pasando?
- …Qué malayo el momento en que recibió esa llamada…
- ¡Verdad!
- …Pero no contábamos con “El Román”…
- Mira Migue, si no fuera por la amiga…
Yo estuviera de acuerdo con ese señor…
- …Bueno, en algo le concedo razón…
“Y eso que quede entre los dos”…Por si acaso…
- ¿Qué?
- …Qué personas como “Ése disque Señor”…Humillan nuestra condición de: ¡HOMBRE!
- …Pero es el amor de ella… ¿Qué podemos hacer? ¡Yo le cortaría su miembro!
- ¿Serías capaz?
- ¡Sí chico…Hay que liquidar a esas lacras! 
¡…P e e e e ro!
- “…Es el tormento de Gersy…”
- ¡Y ella…Lo adora! Y no está dispuesta a perderlo por nada  de este mundo… ¡Y está dispuesta a todo! ¡Nadie se lo va a quitar! ¡Nadie!
- ¿Y qué brujería le habrá echado él, para tenerla “Así de loquita por él”?
- …Será que lo tiene de oro…Con ribetes de perlas… ¡No lo sé!  …Pero de que la tiene bailando en una mano…Y de que la está volviendo loca…
¡Y sabrá Dios hasta dónde la va a llevar!
- ¿Ése carajo debe sufrir de Híper-cojonera?
- ¿Tú crees?
- …Es que no ha salido de una para caer en otra. Mira, ya yo le he perdido la cuenta de la cantidad tan espantosa de mujeres. Y de todo tipo.

- ¿A ustedes los hombres, no les da “Asco”?
....Continuará....

Domingo...21...Sept.





Un  día  cualquiera”



“Relatos de un jovencito…”

- …Recuerdo cuando apenas era un chavalito, de quizás unos…Once, ¡no! creo que doce años…Eran si acaso después del mediodía.
Y apenas estaba saliendo de mi escuela.
Fui uno de los últimos –eso creía, en ese momento- y al llegar al portón grande noté que ya no habían mas estudiantes –pues ya todos se habían ido- y en ese momento se me ocurrió mirar hacia la dirección en donde se marchaba una linda y hermosa compañera –Estudiaba sexto y yo apenas estaba en quinto de primaria- e iba a una cuadra…
¡Era Pilin! La chica mas bella del todo el colegio –yo lo aseguro- e ¡iba sola! ¿Sola?
¡Es mi oportunidad! ¡La voy a aprovechar!
¡Algo se me subió desde abajo hasta mi garganta! 
Y súbitamente se me atoró.
¡Mi corazón se aceleró a unos quinientos mil kilómetros por segundo!
¡Y comencé a temblar preso de una extraña emoción! ¡…Y me sentí a millón!
¡Mis piernas comenzaron a caminar detrás de ella! ¡Voy tras ella! –Me dije.
Seguramente ese torrente de adrenalina, me impulsó. ¡Y me vi acelerando el paso!
¡Ansiaba alcanzarla…Para decirle:
 Hola…Siempre te he amado! 
¡Dame una oportunidad!
¡Por favor…No camines tan rápido!
(Ella al parecer adivinó mis pensamientos –porque de una forma muy extraña se percató de que la estaba siguiendo- y se volvió para verme mejor.)
- ¡Oh no! –Exclamé aterrado- ¡No, no puede ser…
Me descubrió! 
– La reina al descubrirme...
¡Detuvo su rápido andar! Y se plantó a esperarme…
Y allí estaba…Me miraba…
¡A mí! ¿A…Mí…? ¡No puede ser!
¡No supe qué hacer! ¡Qué rayón…!
¿Y ahora cómo le explico que voy tras ella…?
No tengo excusa… ¿Y qué le puedo decir?
¡Me quedé mudo, sordo y quería estar ciego!
¿Y ahora qué puedo  hacer?
¡Qué me parta un rayo o que se abra ya mismo la tierra! – Me encontraba temblando con movimientos muy desordenados.
¡Hasta perdí mi don del habla! 
Mis quijadas tiritaban ¡sin poderlas controlar!
¡Comencé a sudar a borbotones!
¡…Y me detuve! ¡Me quedé mirando asombrado la mas alta rama que pude encontrar! 
Ella me miraba asombrada…
-Creo que quería charlar conmigo- Pero casi que me orino mi propio interior –y ¡mi pantalón también!
(Debo reconocer que soy muy timido. ¡Demasiado! 
Y no estaba preparado para esto.)
El caso es que así nos encontrábamos.
Ella esperándome… ¿Y yo?
Contemplando una rama que en nada me ayudaba, ¡porque ni pajarito tenía!
Debo reconocer que me sentí muy humillado.
No tuve el valor de llegar a ella.
Y así transcurrieron unos minutos –Y pude notar que me miraba- ¿Y a quién mas podía mirar…? 
¡No había nadie a varias cuadras!
…Pero se cansó de esperarme…
Y comenzó a caminar.
¡Me alegré! ¡Uf qué alivio!
Ya me empezaba a odiarme a mi mismo.
Por el ridículo espectáculo al que me estaba sometiendo esa ¡desgraciada timides mía!
Esperé a que se alejara unos metros y cuando ya me comprobé que se estaba yendo…
¡Me envalentoné y volví tras sus pasos!
- ¡Ahora si! ¡Ahora le llegaré y le confesaré mi Amor! ¡Porque la adoro!
¡Es la mujer mas linda que…!
-¡Horror…!- Me seguía con el rabillo del ojo…
Y de repente…Bajó la velocidad…
Y de repente…
Caminaba un pasito…Se detenía…
¿Y yo…Ahora qué hago?  
…Creí que me daría ¡un ataque al corazón! 
Todo se me nubló.
Instantaneamente me volví a llenar de terror.
¡No otra vez no! –Volví a despreciar mi timidez!
¿Hasta cuándo yo…?
Pero no pude disminuir mi marcha…
La alcancé en menos de… ¡Segundos….!
Y por el rabillo de mí propio ojo…
La vi, que me estaba esperando.
¡Quería hablar conmigo!
¿Conmigo…Y de qué? ¿Qué le puedo decir?
¡Si temblaba y estaba siendo presa de mi propio pánico! ¿Y…Y…? ¡No! ¡No!
¡Y fue cuando comencé a correr!
¡Y corrí y me le desperdigué en cuestión de…
No lo sé!
Había recorrido ya unos dos…Cinco o quizás ¡cien kilómetros! ¡Nunca lo supe!
¡Estaba jadeante!  …desmoralizado…Ya que había echado por la borda ¡la oportunidad de mi vida!
Mi respiración estaba profundamente acelerada. 
Tosí.
Me dio ataque de tos y de ¡nervios también!
Y cuando volví mi rostro…
¡Ya no la pude ver mas!
Con problema para poder respirar bien, me escondí detrás de una cerca…Hasta que pude recuperarme…
Comencé a analizarme. En verdad me provocaba caerme a cachetadas –y me dí ¡unas cuantas!- Pero ya no pude hacer mas nada.
Mis piernas me temblaban y casi que me orinaba… ¡Qué horror! ¡Qué humillado me sentía! ¡No puedo creer esto! He tenido que huirle ¿al Amor de mi vida?
¡No me lo puedo perdonar!
¡Me provoca guillotinarme, fusilarme o ahorcarme yo mismo! – Y sin que mas nadie me ayude-
Y en mis añoranzas me encontré haciéndome una muy formal promesa:
…Me comprometo a que la próxima vez, si tendré el valor necesario para decirle,
¡Para gritarle: Te amo! ¿Y qué…?
Pero la mera verdad es que no le temo a ella…
Le temo a mis temores, a mis miedos…
¡Perdoname…Pero la próxima vez, si que lo haré! 
¡Te lo juro!



Bernardo  Enrique  López  Baltodano – belbaltodano-



Borrador de un cuento”



“Un  relato de amor…”



Nota:  ¡Gracias  a  todos  por  la  atención  prestada!



Hoy es:  Viernes 19  de Sept.



A la final comenzó a caminar hacía su casa…
Se devolvió puesto que creyó oír de nuevo el motor de su carro. Pero no, fue una falsa alarma.
No obstante, volvió sobre sus pasos. Nada.
Ya no estaba,
 Allí se quedó. Recorrió cada sitio en dónde horas antes ella estaba con él. Revivió cada instante en su corazón. Permaneció alerta en la posibilidad de su retorno.
Que aunque sabía que no regresaría…Pero allí tercamente se quedó.
Pronto comenzó a notar los primeros rayos del sol. El nuevo día comenzó a aflorar.
Tendría que entrar, bañarse, vestirse, acomodarse para luego salir a su trabajo de todos los días…Y así hizo…Con sus pensamientos anclados en Juan…
Pasaron las horas. Ya estaba en su oficina y pronto tendría que presentar su nuevo informe, trató de centrarse…Juan no la dejaba de perseguir…Temía lo peor y aun no sabía nada de él.
No quería llamarlo ya que suponía que él estaría en su entrevista.
Pero tendría que presentar su informe, ya la estaban esperando.
Así que se dedicó a lo suyo. Era preciso. Así que le dejó su celular a su propia secretaria y le indicó que en cuanto recibiera la llamada de su amado Juan, le avisara. Que a ella le urgía saber del.
Una vez cumplido esto, se despabiló y se dedicó a presentar su famoso informe.
Tardó en su faena casi tres horas.
(Pero siempre pendiente, miraba a través de los vidrios de la ventana, pero su secretaria no recibía llamada alguna de su enamorado…Seguía preocupada por él.)
Su exposición fue todo un rotundo éxito.
Y los accionistas la acosaron con sus muchas preguntas.
En una de sus constantes miradas a través del vidrio de la ventana, pudo ver a su secretaria que recibía una llamada…Y era de su propio celular…Quedó pendiente de la reacción…
Y vio cuando ella se persignó. Y la miró con ojos llenos de lágrimas…
No lo pudo contener. Se alarmó.
(¿Qué pasa? Le preguntó por señas…)
Ella la miró y rompió a llorar.
- ¿Qué pasó con mi amor? – Se escapó de la sala y corrió desenfrenada hacia ella.
- Han llamado…Han dicho que fue…Un accidente.
- ¿Qué? ¡No Señor, no Señor…No lo permitas!
- …Perdida total. Han dicho.
- ¿…Perdida total…?
¿Y a mí qué me importa su carro?
¿Y…Él…? – Su secretaria no le pudo responder…Lloraba amargamente.
- ¡Ya me voy! – Gritó amargamente… - ¡Dios mío…No lo permitas!
- …Ya es muy tarde… - Le respondió… - Ya es muy tarde…
- ¿Ya es muy tarde?
- …Ya nada se puede hacer… - A Vicky  su mundo se le desfloró. Su piso se le derrumbó. Y todo se le nubló. Allí cayó…En medio de un charco de lágrimas…
Todos miraban a la secretaria…Pero ella negaba con su cara…
- …Ya es muy tarde.

Fin.
Bernardo  Enrique  López  Baltodano –belbaltodano.-
Maracaibo; Viernes 19 de sept. Del 2. 014.-







    Después de mí… ¡Nadie mas!

Pido disculpas; por un error involuntario de mi parte…
Repetí lo publicado…En su lugar estoy colocando la parte correspondiente para hoy.
¡Gracias y hasta la próxima!


Jueves…18 de sept.



- …Es que no ha salido de una para caer en otra. Mira, ya yo le he perdido la cuenta de la cantidad tan espantosa de mujeres. Y de todo tipo.
- ¿A ustedes los hombres, no les da “Asco”?
- ¿…Y yo, qué pito estoy tocando en esto ahora?
- …Es que se mete con cualquiera que se consiga. ¡Debe estar enfermo!
- ¿Pero la cuestión es con él o…Conmigo?
- ¿Contigo? ¿Y qué tienes que ver tú en todo esto?
- ¿Y por qué dices: “A ustedes los hombres, no les da asco”?  ¿…No pretenderás ahora…Meterme en ese paquete  o sí?
- ¡Ay Migue…Siempre interpretando mal las palabras que digo…!
- …Si claro…Si claro…
Debido a lo pesado del tránsito, Miguel cayó. Pasaron unos valiosos minutos, y al cabo de los cuales  Susan, se volvió a él, con una sonrisa de oreja a oreja.
- ¡Tú eres especial…Mi gordis!
Ya estaban llegando a la clínica.
Susan, al ver el edificio, cambió la expresión de su faz.
La realidad, la obligaba a encarar nuevamente la situación que todos ellos vivían.
Los dos pusieron atención, para ver si veían el carro de Mary.
A la final, lo encontraron estacionado. Buscaron un puesto.
Dieron varias vueltas. Eso estaba full de automóviles de todo tipo.
Hasta que finalmente, vieron uno que salía y automáticamente se colocaron atrás, esperando a que saliera y poder ellos ocupar su puesto.
Ya una vez ubicados en un puesto, Miguel apagó su carro y se bajaron ambos. Esperaron a que Miguel, se cerciorara de que todo estaba ok.
- ¿Vamos por emergencia, primero?
- …Vamos mi linda…
Esa dependencia estaba abarrotada de pacientes de todo tipo: Heridos de balas, Heridos de Choques, Dolencias de todo tipo.
A la final, ubicaron a Adriana y corrieron hacia ella.
- ¿Adriana…En dónde la tienen?
- Hubo muchos problemas, ya saben por lo del seguro. Mary tuvo que utilizar su tarjeta de crédito.
- ¿Se pusieron “Cómicos” otra vez? – Le preguntó Susan.
- Tú sabes, como son las clínicas. Primero: Lo primero… ¡Paga!
- ¡Así son Adriana…Así son! ¿Y le exigieron mucho?
- ¡Imagínate tú!  …Pero ya, ya la están atendiendo…Pero la quieren dejar internada… ¡Tú sabes…Cuándo ven dinerito…!
- ¡…Y especialmente ésta! ¡No mascan para quitarle reales a la gente! ¿Verdad Migue?
- …Así es…  ¡Y ahora viene ese “Chorrero de billetes”!
- ¿Y por qué se tardaron tanto, Migue?
....Continuará....












Después de mí… ¡Nadie mas!”

Hoy es18 de sept….

Las colas eran algo considerable. Miguel  se le dificultaba, acelerar más, ya que el vehículo de Marisela es de mayor cilindrada  y el de él, pues no se le podía ni acercar.
Pero aún así, continuaba en su empeño.
Al cabo de unos extensos minutos, Marisela se le había ya perdido.
(¡Uff! Menos mal que se la llevaron en el vehículo de Mary…El mío, pues el mío…Está haciendo todo lo posible. ¡Gracias a Dios, que no se vinieron conmigo!)
Miguel  a pesar de su nerviosismo, iba dominando la situación.
No así, Susan. A la pobre él la estaba viendo como muy “Disminuida”, estaba hecha un manojo de nervios.
Se comía sin cesar sus uñas y la notaba como pálida.
- …Tranquilízate mi Reina…Que todo va a salir bien… - Le decía con suma insistencia.
Ella lo miraba y le sonreía.
- ¿Hasta cuándo…Hasta cuándo?
- ¿…Hasta cuándo qué mi Reinita bella?
- ¿Hasta cuándo “Romancito”? ¿Es que siempre le va a estar amargando la existencia a esta pobre amiga?
Prefirió no contestarle. El tráfico estaba muy pesado. Cargaba demasiado stress. Estaba malhumorado. Nada de lo que hicieron, estaba bien.
- …En mí opinión… ¡Todo estuvo bello, hasta que Gersy recibió “Ésa llamada”!
- ¿La llamada?
- …Por lo menos yo, disfruté demasiadisimo  mi fiesta de Graduación. ¡Yo fui muy feliz!
- ¡Yo también! ¿…Pero, qué tiene que ver con esto, que nos está pasando?
- …Qué malayo el momento en que recibió esa llamada…
- ¡Verdad!
- …Pero no contábamos con “El Román”…
- Mira Migue, si no fuera por la amiga…Yo estuviera de acuerdo con ese señor…
- …Bueno, en algo le concedo razón…”Y eso que quede entre los dos”…Por si acaso…
- ¿Qué?
- …Qué personas como “Ése disque Señor”…Humillan nuestra condición de: ¡HOMBRE!
- …Pero es el amor de ella… ¿Qué podemos hacer? ¡Yo le cortaría su miembro!
- ¿Serías capaz?
- ¡Sí chico…Hay que liquidar a esas lacras!  ¡…P e e e e ro!
- “…Es el tormento de Gersy…”
- ¡Y ella…Lo adora! Y no está dispuesta a perderlo por nada  de este mundo… ¡Y está dispuesta a todo! ¡Nadie se lo va a quitar! ¡Nadie!
- ¿Y qué brujería le habrá echado él, para tenerla “Así de loquita por él”?
- …Será que lo tiene de oro…Con ribetes de perlas… ¡No lo sé!  …Pero de que la tiene bailando en una mano…Y de que la está volviendo loca… ¡Y sabrá Dios hasta dónde la va a llevar!
- ¿Ése carajo debe sufrir de Híper-cojonera?
- ¿Tú crees?
....Continuará....