En el aire...

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“En el aire…”

Iba apresurado (pues circulaba por un área muy solitaria…Y los cuentos de aparecidos y fantasmas…Lo obnubilaban.) Su corazón le trepidaba en forma muy horrible…Desacompasado tendía al paroxismo.

-        ¡Tum! ¡Tum! - Aterrado marchaba, estaba seguro de que si no se apura…Algo terrible le iba a suceder…

Serían más o menos las cinco y media de esa tarde.

Presagio de una noche oscura.

Trataba de visualizar hasta lo más lejos, pero nada veía.

Tan solo un paraje extremadamente solitario.

Por allá a lo lejos creyó ver unas sombras que se agigantaban en forma exponencial. Estaban muy violentos. Atacaban sin cesar.

Querían destruir…Aniquilar… (Y eso: No era de su agrado.)

Creyó que le iba a dar un sincope.

En medio de su terrible desazón, se le antojaban que eran crueles gigantes que venían montados en torbellinos ígneos, sus ojos estaban encendidos en candela pura, por sus trompas: Lanzaban fuego, devorando y masacrando todo cuanto a su paso conseguían.

…Y todos contra…Él,  que estaba solito…Y desamparado.

Apresuró aún más su carrera. Era preciso preservar su vida.

En eso pisó en falso. Maniobró rápidamente…Pero…

Su pie derecho se le dobló y  perdió el equilibrio, hasta tal punto que buscó en dónde asirse…Pero por una micra de tiempo se recordó que no había nadie a la redonda en por lo menos unos cuantos kilómetros a la redonda.  Volvió a ver a aquellas funestas sombras y le pareció que iban en pos suyo…Desesperado intentó erguirse…Se sintió imposibilitado para huir de esa catástrofe que se le avecina a una velocidad demasiada rápida…Para él.

Y en esa fracción de un tiempo interminable… (Se veía rodando por ese terreno tan árido y agreste. Forzó todo cuanto pudo. Pero que va. Su destino…Ya estaba sellado.)

Intentó saltar. Pero no le dio el tiro. Siguió cayendo en caída libre, y todo el volumen de su cuerpo se desplomaba irremediablemente…Dibujó una sombra temerosa y él al verla: Temió lo peor...

Y fue cuando escuchó una voz muy clara y sonora, aunque no pudo determinar su sexo…

-        ¿A qué le temes más…? – Infructuosamente buscó el sitio exacto de dónde le vino ese sonido.

(No le respondió…Porque temblaba de pánico…)

-        ¿…Por qué no me respondes…?

-        ¿…QQQQuién eres…? – Curiosamente percibió que su cuerpo estaba gravitando…Sin explicación lógica posible.

-        …Respondes: ¿Preguntando?

-        …EEEEs que no sé quién essshhh… - Se disculpó mientras esperaba resignado el fuerte golpe que pronto recibiría.

-        ¿…A qué le temes más…? ¿Al golpe o al temor? – En una fracción en el limbo en que se encontraba, recapacitó y en el acto resolvió…

-        ¿CCCCuuuuál me hará más daño…? – Estaba cauteloso.

-        Depende. – El sonido le estrelló en su pecho.

-        Uno golpea el cuerpo…

-        ¿YYYYYY  el otrohhh…?

-        El alma. El espíritu. – Un siseo extraño se le desarrolló en la tierra y un nuevo pánico le inundó, presagiando que en esa ocasión fuese…Un invertebrado. O un lagarto…O…

-        NNNNinguno. AAAAunque si me pones a escoger prefiero que sea en lo que mmmmenoshh dolor sienta. – Un silencio se produjo en el acto.

En lo más profundo de su ser, sintió que había dado la respuesta equivocada, por lo que temeroso esperaba la reacción que con toda seguridad…Iba a ser funesta para él.

Pero la verdad. Nunca había sido valeroso.

…Y esperó…sabía que su castigo sería muy doloroso…

Vio una especie de visaje…Unas marcas se dibujaban en el suelo…

Algo o alguien que se arrastra con cierta pesadez lo sujetaba…Unas garras se le hundían en sus carnes, llegándole hasta sus mismos huesos y prorrumpió en un llanto espantoso…

-        ¡Ayyyyyy! ¡Ayyyyyy! ¡Auxilio! – Pero sus voceríos se confundían con lo impetuoso de los vientos.

Temió que nadie acudiese en su auxilio…Pero seguía gesticulando sin parar.

Un impacto nervioso le sacudió su espalda. Y allí tendido como estaba en el aire…Pudo apreciar que se estaba desprendiendo a una velocidad insospechada. Pronto sintió una especie de vértigo.

Era jalonado hacia todas las direcciones a placer por una fuerza bestial y sin sentido lógico.

Hizo todo el ademán de vomitar. Su estómago se le contrajo y se le pegó a su columna, para después expandirse en una forma espantosa.

Y comenzó a girar a una velocidad sorprendente, a la izquierda, para luego ir en sentido contrario.

Luego se detuvo. Quedó izado. Una leve brisa le refrescó su cuerpo sudoroso.

-        ¡Ayyyy! ¡AAAAuxilio! ¡SSSSocorro! – Gritaba espantado.

-        ¿A quién llamas? – El vozarrón le golpeaba su cara y su cuerpo, haciéndolo girar como si fuese un trapo mojado.

-        ¿Por PorPor  qué a mí…Ahhhh? ¿Qué le hice para que me trate de esa forma?

-        Eres mío. Y de nadie más. – Para cuando escuchó pudo clarificar que era una voz muy gruesa y ronca.

-        Tomo lo que es mío… - El pobre ser tiritaba de terror.

No atinaba pronunciar una sola palabra más.

Y desde arriba…La tierra se le hacía cada vez más y más lejana.

…Y fue tanta la fuerza expansiva…Qué flotó por los cielos.

En lo más alto y profundo de toda la inmensidad.

Su visión se le nublaba. Se perdía en lontananza.

En donde no se escucha nada. La monotonía…Proverbial.

En donde no existe la ley de la gravedad. Sin sonido. Sin nada…

Sintió un aislamiento  térmico. No supo interpretar nada.

A su lado, paseaban las nubes. Visualizó un sinfín de seres que por allí moraban…Unos vestían con alas y otros no.

Algo muy dentro de sí mismo…Presagió un final…Terrible.

Y muy próximo. Temió lo peor. No esperaba nada bueno.

De repente fue testigo de que sus pensamientos tormentosos…Se desprendía de su ser. Flotaban a su lado. Sin importar para nada, de que venían de su ser. Vio con estupor como se distanciaban de su entorno. Descubrió que el temor…También lo dejaba solo.

Su valentía, muy pequeña por cierto…Se fue, sin mirarlo para despedirse suyo.

Uno a uno…Fue presenciando como sus tormentos, presagios, su mala suerte, sus pensamientos de todo tipo se desprendían suyo y se permutaban entre la aridez del aire.

…Y sintió cierta dejadez. Fue cuando sintió…Que también la soledad lo había abandonado.

Quiso pensar…Pero se percató de que también: ¡Se había ido!

¿Y entonces…Quedaba solito de nuevo…?

Quiso llorar…Pero…Ya formaba parte del aire.

Su cuerpo…Había partido.

…Y cerró sus ojos…Ya no veía.

Se entregó…Pero desde hacía rato…se desprendió suyo…También.

Así que…Entregó lo que ya no era suyo…

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Mi comentario:

Hoy es: 20 de febrero del 2. 019

¡Gracias a todos!

Por su constante apoyo…

Anexando estoy un nuevo relato

Constancia manifiesta…

Que en mis páginas pasean.

A  pesar de los pesares…

Allí  están.

(O no…)

¿…Cierto…?

¡Gracias de nuevo les doy!

En mí nombre personal y en el de toda mi familia.

Que acá en Venezuela aún nos mantenemos,

en extraños sortilegios…

con presagios de destrucción…

La inseguridad nos carcome…

…Será…O no será…

O ha de ser lo que tendrá que ser…

(En caso de que sea…)

-Porque saber… ¡No lo sabemos!-

Lo que si sabemos…Es que: ¡Nada sabemos!

Con mucho estrés y sobre-saltos

porque se teme  lo peor,

(…Y para eso: ¡Pueblo somos!)

pero  acá estamos… ¡Y seguimos!

Nuevamente: ¡Gracias a todos!

No se olviden…

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Nota:

Para poder mantener estas publicaciones… (Claro si es su gusto…)

Qué algún costo tendrá.

De acuerdo a su buena voluntad...No tarde mucho. Plis.

(No sea  avaro…)

Acudo a su buena fe.

(Qué sé… ¡Que es muy Grande!)

Para exponer la precariedad reinante en mi país: Venezuela

Que ya es harto conocida. (Por lo que a detallar no entraré…)

Para su colaboración bien sea en: Euros, Dólares, Pesos (Argentinos, Colombianos, Mexicanos), Soles, o cualquier otra denominación o moneda…

¡Será muy bien recibida!

Anexo mis 2 cuentas corrientes en Venezuela:

Banco Mercantil                                                                            

Cuenta corriente No.:

0105005161 1051473624

Bernardo Enrique López Baltodano

C.I. No.: 3. 932. 524

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Banco Occidental de Descuento:

Cuenta corriente No.:

0116020707 0004405544

Bernardo Enrique López Baltodano

C.I. No.: 3. 932. 524

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